Datos personales

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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

viernes, 19 de junio de 2015

PRONUNCIAMIENTO EN RECHAZO A DECLARACIONES DEL PRESIDENTE Y GOBERNADOR REGIONAL



PRONUNCIAMIENTO EN RECHAZO A DECLARACIONES DE
 PRESIDENTE Y GOBERNADOR REGIONAL A FAVOR 
DE DEFORESTACIÓN EN TAMSHIYACU

Las instituciones que suscriben, se dirigen a la comunidad amazónica y, en especial a la comunidad loretana, para expresar su extrañeza y profundo rechazo a las declaraciones vertidas tanto por el Presidente de la República del Perú, Sr. Ollanta Humala Tasso, como por el Gobernador de la Región Loreto, Lic. Fernando Meléndez Celis, durante el desarrollo de una ceremonia realizada en la ciudad de Tamshiyacu (13-06-15), en la cual ambos expresaron explícitamente su pleno acuerdo con las acciones de deforestación que la empresa “Cacao del Perú Norte” viene llevando a cabo para la siembra de cacao en una extensión que supera las dos mil hectáreas en terrenos de bosques primarios de nuestra región y amenazan extenderse a más de 50 mil.

Dada su condición de autoridades del máximo nivel nacional y regional, respectivamente, es inaceptable que, bajo el argumento falaz de generar fuentes de trabajo, se acepte la depredación de nuestra Amazonía; con lo cual se avala la práctica de actividades de evidentes consecuencias destructivas de nuestros recursos naturales y, a la vez, asumen una grave incoherencia respecto de las acciones realizadas por el mismo Estado a través del MINAGRI que ha resuelto en diciembre de 2014 la paralización de dicho proyecto por haber incumplido con la normativa vigente y por no contar con ningún instrumento de gestión ambiental establecido por ley.

En nuestra condición de instituciones comprometidas con la defensa de nuestra región amazónica, les recordamos a ambas autoridades que hay acuerdos internacionales que comprometen a nuestro país en la preservación e intangibilidad de esta región, cuyo rol en el equilibrio climático mundial es de mayor importancia; razón por la cual los foros supranacionales vienen desarrollando acciones para que los países se comprometan activamente en dichos propósitos. Precisamente por ello, en el 2014 el Perú fue sede internacional de la COP20 que busca entre otros fines detener la deforestación en el mundo. Para el IIAP los monocultivos de palma pueden cultivarse en terrenos deforestados, pero de ninguna manera en bosques primarios tal como sucede en Tamshiyacu y Manití.

Al Gobernador Regional le recordamos sus compromisos, reiterados en múltiples oportunidades, respecto a la no autorización y detención de los proyectos que impliquen la destrucción de nuestros bosques, cuyo manejo diversificado y sostenible debe ser promovido por su gobierno brindando capacitación a los bosquesinos en el aprovechamiento racional de nuestros recursos, superando, de esta manera, la obsoleta práctica de aprovecharlos a costas de su destrucción. Exigimos de usted, Sr. Gobernador Regional, una plena coherencia en la defensa de nuestros intereses regionales, que deben tener preminencia sobre cualesquiera otros.

La vida es un derecho fundamental amparado por nuestra Constitución que todos y aún más las autoridades debemos defender. Por lo tanto, convocamos a todas las fuerzas vivas de la región a rechazar estas irresponsables declaraciones y al mismo tiempo exigir, de una vez por todas, propuestas dignas y sostenibles que garanticen un verdadero progreso para la población sin poner en riesgo la salud, el medio ambiente y la vida de las futuras generaciones.


Iquitos, 19 de junio de 2015

Organización de Estudiantes de los Pueblos indígenas (OEPIAP)
Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP)
Comité de Defensa del Agua
Radio La Voz de la Selva
Programa Sui Sui
Chaukuni
Unión Nacional de Estudiantes Católicos
CGTP- Loreto
Asociación Cultural "Javier Heraud"
Frente Patriótico del distrito de Fernando Lores
ORPIO







miércoles, 17 de junio de 2015

LA VACIANTE EN LA REGIÓN OMAGUA



Para amar a nuestra región

CANTO A LA VACIANTE

Gabel Daniel Sotil García
Luego de tantos meses de lluvias intensas en todo nuestro país, esas 
aguas llegan al llano amazónico alagando cuanto pueblo 
se ubica en las cercanías de los cauces de los ríos, impactando todas 
sus actividades socioculturales. Escuela de por medio.

Como si estuvieran en el centro de una cocha, 
las viviendas se ven rodeadas de agua por doquier.
Las lluvias en los Andes ya se han calmado; son vientos fríos los que ahora recorren las montañas, cerros y quebradas. Los cielos lucen ahora despejados y ligeros.

La rupa rupa se aletarga y calma sus ardores. Las tempestades se amainan, las lluvias escasean. Ya no hay más aguas cayendo de lo alto cual diluvios siderales. El bosque se silencia, entra en sopor. Los árboles se aquietan y las fieras caminan libremente.


El tejido de puentes y balsas es la solución práctica
al problema de la inundación.
En la región omagua, los cielos también se despejan, las lluvias escasean y el calor aumenta.

Es así como empieza una nueva fase en la vida de esta selva baja, el llano amazónico de nuestro país; pues, así como vinieron, un día las aguas empiezan a irse lenta, silenciosamente, pues ya no tienen el impulso de las nuevas aguas que, desde ignotos lugares de nuestro país, las impelen a subir su nivel, desbordar sus cauces y penetrar en las entrañas del bosque

Se van alejando por donde vinieron pero dejando sus nutrientes en los suelos prodigiosos, que pronto han de rendir sus frutos bajo el  esfuerzo cotidiano y matinal de los pobladores ribereños.

Conocedor profundo de su región, el viviente 
ribereño disfruta de las caricias de las frescas 
aguas que ya empiezan a retirarse
El cielo se abre, se expande cuan amplio es para mostrarse a plenitud. Su azul profundo nos deja ver el infinito. Sol radiante. Nubes pasajeras, veleidosas en andar errático por los cielos que se adornan por las tardes con mantos multicolores sobre el bosque.

Las aguas recogen sus pliegues, se envuelven en sí mismas y se dirigen al cauce lejano, que ansioso las espera, pues ya tardan mucho en regresar de las intimidades del bosque, en donde disfrutaron de la paz, el frescor y el cantar de las aves ocultas en tupidos ramajes de la flora portentosa

Y así, cada día, retroceden un poquito como queriendo demorar su repliegue. Se van lentamente como queriendo no causar dolor a la tahuampa, a la quebrada, a la sacarita en donde pasaran días maravillosos de comunión forestal.

Prestos, los alumnos de cada institución 
ayudan a sus padres y maestros en la 
limpieza de su ambiente estudiantil. 
Hasta que un día los vivientes lo notan avisados por las indiscretas panguanas y, entonces, se alegran: las aguas se están retirando y dejarán los suelos fértiles abonados por el limo de los Andes para tener buenas cosechas.

 Y, con ello, nuevas alegrías alagan al pueblo, nuevas ilusiones, nuevos despertares, nuevos menesteres ocupan el diario vivir de niños, padres, abuelos y moradores de la comunidad.

Nuevos horizontes se abren desde los hermosos y cautivantes amaneceres, adornados por la sinfonía prodigiosa con que las avecillas saludan el surgir lento, perezoso pero triunfante de los árboles del bosque, venciendo a la oscuridad.

Organizados por sus profesores, los padres 
de familia acuden predispuestos a acondicionar 
aulas y demás ambientes de cada institución, 
limpiando los  sedimentos acumulados en 
la creciente.
Y, entonces, la escuela, la escuelita comunal, empieza a sentir en su vientre signos de vida que la hacen recobrar su vigor. Vienen las maestras, vuelven los maestros. Llaman a los padres y vivientes y, entonces, su tenue luminosidad empieza a crecer hasta hacerse brillante de algarabía para esperar a los niños, quienes con sus alegrías darán nueva vida a sus aulas, su patio, su campo deportivo...Nueva vida. Nuevas esperanzas.


Todavía con empoces de agua en patios y 
exteriores de la escuela, padres y madres de 
familia acuden a la tarea comunal
La ESCUELITA COMUNAL, que estuviera aletargada, empapada, inundada por muchos días, abre sus puertas para dar paso a la algarabía de niños y adultos, madres y maestros que trabajan sin cesar, para darle vida plena de sueños, de esperanzas, de ilusiones, de futuros que se harán realidad en cada niño que aspira a una vida mejor.

Prestos los padres, madres y vivientes todos acudirán al llamado de los maestros para atender los requerimientos de la escuela, escuelita que ahora luce plena de vida, de entusiasmo, de alegrías, inquietudes, pues pronto recibirá a sus niños, sus alumnos, el presente, el porvenir, los sueños y las realidades que se encarnan en cada uno de ellos.

Los profesores, entonces, retomarán su misión de construir en cada uno de sus alumnos un ser personal que los ha de conducir por las impredecibles ruta de su propio futuro.                                                      
                                                                         
Con el esfuerzo de toda la comunidad, 
las aulas han quedado aptas para reiniciar 
las labores educativas.
Así termina la creciente. 

Así se va la alagación del caserío.
Y así comienza la vaciante.
Y es entonces que empieza una nueva vida a caminar en el círculo infinito, que la naturaleza, la madre naturaleza, la PACHA MAMA, nos ha fijado para hacer nuestra vida aquí en la selva, a no ser que los humanos alteremos estas leyes.


"Cual bandada de palomas..." decía una antigua canción escolar. Sí, así regresan los alumnos a escuchar a sus maestros y maestras para 
orientarse en la  construcción de su futuro para hacerse más humanos.

NOTA: El material fotográfico con que se ilustra este artículo ha sido proporcionado por diversos profesores, a quienes agradezco por su gentileza.

domingo, 14 de junio de 2015

UNA MIRADA REFLEXIVA AL DESARROLLO DE LA UNAP

Con motivo de su 53º Aniversario

Gabel Daniel Sotil García

Ceremonia de reconocimiento a la comunidad
académica con el galardón "LA PERLITA DE IQUITOS"
La Universidad Nacional de la Amazonía Peruana -UNAP, como muchas otras instituciones de educación superior en nuestro país, se creó en la década de los sesenta, momentos en que, a escala mundial y nacional, se producía una gran expansión de requerimientos de dichos servicios, por parte de las juventudes cuyas demandas no podían ser satisfechas con las pocas instituciones existentes en algunas ciudades, de prestigio colonial principalmente, que acaparaban la oferta de los mismos.

Estas exigencias eran la consecuencia de la progresiva toma de conciencia, que se venía operando en la sociedad, en el sentido de la trascendental importancia que la educación superior tiene para cualquier sociedad, puesto que de su calidad depende la del desarrollo sociocultural y económico así como la construcción del propio futuro social y personal, que son los criterios que sirven de referentes para la preparación de las nuevas generaciones con conocimientos,  capacidades e ideales en continuo proceso de renovación, como lo exigen las actuales circunstancias en el nivel mundial.

Ceremonia de clausura del 53º Aniversario, con presencia
de autoridades regionales.
Sus logros obtenidos hasta el presente, evaluados con la debida ponderación, si bien no son todos los que desearíamos que fueran, sin embargo evidencian un constante, sostenido, esfuerzo de quienes han venido conformando sucesivamente esta comunidad, con todas sus limitaciones y fortalezas, para seguir en una constante ruta de mejoramiento institucional, inspirados en el anhelo permanente de servir mejor tanto a la juventud que confía en su calidad  como a la compleja y diversa realidad en la que se sitúa, con plena coherencia con los propósitos de hacer que  la UNAP se transforme, progresivamente por cierto, en una institución inspirada en una filosofía que podríamos llamar amazónica, por cuanto toma en cuenta el complejo cultural regional, para generar los conocimientos que le permitan conocerse y comprender las peculiaridades de su ámbito de acción, a partir de los cuales promover el desarrollo regional en condición de agente activo en la construcción de dicho futuro.

En este sentido es que consideramos una obligación moral imprimir a la UNAP la mayor trascendencia y significatividad social posibles, lo cual sólo puede ser logrado si asumimos que el mayor reto para nuestra región es el logro de su desarrollo sostenible en el marco doctrinal de la interculturalidad, por cuanto nuestras características fundamentales son, precisamente, la diversidad biológica y riqueza geo- ecológica y la diversidad cultural, para cuya potenciación debe capacitar profesionalmente a sus egresados.

Estos referentes orientadores de su dinámica administrativa y académica deben ser activados teniendo presente el intenso proceso de globalización y eclosión de nuevos conocimientos a escala mundial, el centralismo multifacético contra el cual debe luchar en el nivel nacional, la sistemática e indetenible destrucción del legado cultural nativo y el proceso de regionalización político-administrativa que debe ser impulsado y fortalecido en el nivel regional para fortalecer los mecanismos de autonomía decisional a los que aspiramos por nuestras peculiaridades.

Ambientes de la Facultad de Ciencias Biológicas
Desde esta perspectiva, la UNAP debe  asumir un rol protagónico en la formación de una conciencia histórica en las responsabilidades acerca de nuestro desarrollo, la creación de condiciones para que se haga realidad dicho propósito y la creación de condiciones propicias para la formulación de un plan de desarrollo integral de nuestra región, dirigido explícitamente a la superación de las actuales condiciones de pobreza estructural, subdesarrollo, discriminaciones, inequidades, etc. que nos afectan.

Debe, por lo tanto, devenir en una institución que piensa y aprende de sí misma sólo en tanto y en cuanto su mejoramiento cualitativo trasciende a la realidad circundante para darle plena pertinencia.

Es esta búsqueda de coherencia la que debe constituir su principal preocupación académica, pues de ella depende la justificación de la UNAP ante los PUEBLOS INDÍGENAS y MESTIZOS de nuestra región.

En este punto es necesario recordar que en la conferencia mundial sobre educación superior, convocada por la UNESCO en octubre de 1998, para hacer un análisis de la educación superior, se suscribió la “Declaración mundial sobre la educación superior en el Siglo XXI: Visión y Acción”, en cuyo primer artículo se establece que la educación superior tiene la “misión de contribuir al desarrollo sostenible y el mejoramiento del conjunto de la sociedad…”

Ambientes de la Escuela de Posgrado
Y será esta pertinencia la que, finalmente,  ha de darle el nivel de calidad al que aspirar en nuestro entorno regional, calidad que sólo logrará cuando con sus acciones dé respuestas a las necesidades y aspiraciones de los pueblos amazónicos a través de las profesiones en las que vienen siendo formados sus egresados, cuando sus metodologías académicas respondan a las características psicoculturales de sus alumnos, cuando los contenidos formativos  sean pertinentes por su potencialidad estimuladora y posibilidades de responder a las aspiraciones de las comunidades amazónicas, etc.

Hoy, pues, mejor posesionada como está, luego de más de medio siglo de existencia respecto a su entorno ambiental, social, cultural, económico, etc. por las propias investigaciones que desde su interioridad ha venido realizando, así como también las de otras instituciones regionales y nacionales, la UNAP debe avocarse a fortalecer su  desarrollo institucional, haciendo uso de los instrumentos conceptuales y herramientas materiales que los avances culturales brindan en los actuales momentos.
Ambientes del LIPNAA
La UNAP debe  reconocer, por cierto, que tiene una deuda pendiente con el campo científico social, a cuyo estudio no ha dado el suficiente énfasis mediante la formación de los respectivos profesionales, a pesar de que nuestra región es todo un universo de desafíos por la presencia de una prodigiosa diversidad cultural, lingüística, histórica, arqueológica, psicosocial, de patrimonio cognoscitivo tradicional, etc. que aún permanecen básicamente ignorados y al margen de sus acciones.
Debe, también, reconocer, que le viene faltando una mayor vinculación con la comunidad en general y con el sector empresarial, en especial; deficiencia que, de ser superada, le ha de permitir una mejor respuesta a las demandas del desarrollo integral regional: sostenible, intercultural, endógeno y participativo. 


viernes, 5 de junio de 2015

RECONOCIMIENTO A TRABAJO CULTURAL EN UNAP

Celebrando el 53º Aniversario de vida académica



"PERLITA DE IQUITOS", distinción instituida 
para reconocer a la comunidad científica
unapense.
Las actuales autoridades de la UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONÍA PERUANA - UNAP, evidenciando una nueva visión en la gestión administrativa, en el marco celebratorio de su 53º Aniversario académico-institucional, han distinguido a un conjunto de personas: investigadores, promotores culturales, escritores, etc. otorgándoles el galardón "LA PERLITA DE IQUITOS", una resolución de reconocimiento ("por su extraordinaria contribución al desarrollo educativo y cultural de la Amazonía Peruana")  y un pin recordatorio, por sus esfuerzos en el enriquecimiento de nuestra cultura universitaria y amazónica. 
Resolución de reconocimiento
Pin recordatorio


Vicerrector, Dr. Julio Soplín Ríos, en discurso
de entrega de reconocimiento.



Familia con Dra. Julia Vásquez, en auditorio.
Con el Sr. Rector, Dr. Rodil Tello Espinoza,
luego de la entrega del reconocimiento.

En el Aula Magna de la UNAP se llevó a cabo
la ceremonia de reconocimiento a la comunidad científica
Vicerrector Acadámico, Dr. Julio Soplín Ríos, haciendo
entrega de los símbolos de reconocimiento.
Tanto profesores en servicio, como egresados y alumnos se hicieron merecedores de la distinción, entre quienes estuvo el suscrito. Oportunidad para agradecer a dichas autoridades y pedirles el establecimiento permanente de estos premios, a fin de que la comunidad unapense cuente con un referente de estimulación complementaria en el ejercicio de sus funciones, a través del cual se le exprese el reconocimiento a su labor. ¡Muchas gracias por el estímulo!

Familia con la Dra. Nilda Rodríguez Mera, Decana
de la Facultad de Ciencias de la Educación.

Expresando agradecimiento a las autoridades
universitarias por el reconocimiento otorgado
.

Tanto profesores en servicio, como egresados y alumnos se hicieron merecedores de la distinción, entre quienes estuvo el suscrito. Oportunidad para agradecer a dichas autoridades y pedirles el establecimiento permanente de estos premios, a fin de que la comunidad unapense cuente con un referente de  estimulación complementaria en el ejercicio de sus funciones, a través del cual se le exprese el reconocimiento a su labor. ¡Gracias por el estímulo!

NUESTRO MEDIO AMBIENTE EN LA HISTORIA AMAZÓNICA

5 de junio: DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Gabel Daniel Sotil García

Belleza de flor que podemos encontrar al borde de
las trochas que llevan del caserío al bosque.
Como bien sabemos, el 5 de junio de cada año se celebra el DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE, de acuerdo a lo estatuido por las Naciones Unidas, “Con  el objetivo de motivar a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo; promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales, y fomentar la cooperación para que el medio ambiente sea sostenible,…y para sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de preservar y mejorar el medio ambiente”.(ONU, pag. Oficial)

Con el fin de contribuir con la celebración de esta efeméride mundial, queremos hacer un aporte reflexivo en lo que concierne a nuestro AMBIENTE AMAZÓNICO, respecto al cual hacemos un abordaje referido a las relaciones que históricamente hemos establecido, quienes vivimos en esta región, con nuestro ambiente forestal.

Este, que denominamos enfoque histórico y crítico de dichas relaciones, centra su atención en las consecuencias reales de esta relación a través del tiempo, y nos provee de criterios para reorientarla a partir, fundamentalmente, de una nueva acción educativa: la educación forestal.

Períodos de nuestra historia

Bosque sano, pletórico de vida y de posibilidades
para nuestro desarrollo, racionalmente utilizado.
En la historia amazónica, hasta hoy configurada, distinguimos dos grandes períodos, cuyas características expresan las diferencias culturales de los Pueblos que asumieron el protagonismo histórico, a partir de la apropiación de los mecanismos del poder político, en cada uno de ellos.

El primero de ellos lo denominamos período de los desarrollos autónomos, y se extiende desde la más remota antigüedad hasta 1542, año en que se produce la invasión cultural europea.

El segundo es denominado de desarrollo dependiente, cubriendo el lapso desde 1542 hasta la actualidad, habiéndose producido en su interior dos fases: la del dominio colonial (1542 – 1821) y fase del dominio mestizo o criollo (1821-actualidad).

Ahora bien, haciendo un análisis de las características de las relaciones establecidas entre los Pueblos y su entorno ambiental, encontramos que en nuestra región las relaciones con el bosque han evolucionado en concordancia con dicho proceso histórico.

Veamos su caracterización en síntesis:

Fauna y flora, en íntima comunión, esperando
un uso racional y sustentable.
La fase de los desarrollos autónomos se caracterizó por la vigencia de relaciones armónicas, y se extiende hasta el 1542, año en que concluye abruptamente con inicio del proceso de invasión cultural a nuestra región, con el llamado descubrimiento del Paranaguasú (“Gran Río” en idiomas Kukama y Omagua, ambos de origen Tupí Guaraní), hoy conocido como Amazonas. Este hito cronológico marca el término de una época caracterizada por la vigencia plena de la visión de los Pueblos Indígenas en cuanto a sus relaciones con el entorno ambiental. En el marco de esta visión, construida a partir de una experiencia milenaria de relaciones de los pueblos con el bosque, éste fue percibido como una entidad objeto de respeto y reverencia, con un carácter sagrado. Para los Pueblos Indígenas el bosque tuvo la categoría de un valor, por lo tanto, no fue agredido significativamente, pues para un indígena el bosque era la fuente de la satisfacción de sus necesidades, tanto materiales como espirituales, de donde provenían los recursos para su vida cotidiana. La proverbial diversidad de recursos dio origen a muy diversas culturas, que lograron su peculiaridad a pesar de tener todas ellas una procedencia forestal.

A partir de 1542 se inicia la configuración de una nueva fase en las relaciones Pueblo – Ambiente, al hacerse presente, en todo el escenario selvático, un nuevo tipo de persona, moldeada en el marco de un entorno cultural diametralmente opuesto al de los integrantes de los Pueblos originarios. Fueron personas portadoras de una visión muy distinta del bosque, el que pasó a ser considerado una mera mercancía, disponible para ser explotado, en su diversidad de recursos, hasta su agotamiento.
Potencial piscícola que hasta hoy no activamos para
nuestro desarrollo. 

Como hoy lo podemos constatar, en el lapso de casi quinientos años, este periodo se ha caracterizado por una fiebre explotadora, de destrucción inmisericorde, de depredación incontenible. Es decir, este bosque ha sido y sigue siendo objeto de constantes agresiones. Es esta actitud antiforestal la característica de este lapso, en que hemos aprendido y enseñado a agredir de mil formas a nuestro bosque. Algunas de estas agresiones son las siguientes: deforestación, contaminaciones atmosférica, acústica y acuática, sobre explotación de especies florísticas y faunísticas, erosión del suelo, etc. El “boom” o auge extractivo del caucho, maderas, resinas, petróleo, oro, pieles, frutos, etc., en cada momento de nuestra historia regional, no ha significado sino mayor destrucción de nuestro BOSQUE. Todo ello contando con la complicidad de una educación diseñada para justificar estas agresiones, formándonos ignorantes e indiferentes ante este avance depredatorio.


Muchos de los problemas que hoy confronta nuestra sociedad regional tienen su origen en nuestro pasado. Pero, no sólo tienen que ver con el tiempo sino con condiciones culturales plenamente precisables en nuestra historia regional. Es el caso de los problemas ambientales que hoy padecemos y que nos urge solucionar, pues su constante agravamiento significa una amenaza, cada vez más perentoria, para nuestra supervivencia.

Fenómenos naturales anonadantes, que enriquecen las
potencialidades turísticas de nuestro bosque 
Felizmente, los movimientos ecologistas e indigenistas, tanto a nivel mundial como nacional y regional, las investigaciones y la acción difusora de instituciones y personas comprometidas y sensibles a estos problemas,  así como las constataciones históricas que venimos haciendo  en cuanto a las consecuencias sociales, culturales, económicas y ecológicas de dicho avance depredatorio, han venido generando una gradual toma de conciencia de la gravedad del mismo, tanto para nuestra propia región como para el planeta TIERRA, haciendo que sintamos la necesidad de educarnos para establecer mejores relaciones con nuestro entorno ambiental y asumir superiores comportamientos, tanto individuales como sociales.