Datos personales

Mi foto
Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

lunes, 27 de agosto de 2018

LA POLÍTICA CULTURAL EN LA AMAZONÍA


Para promover nuestro desarrollo cultural

     Gabel Daniel Sotil García

Algunas premisas son necesarias para iniciar esta exposición de ideas en torno al tema aludido en el título expuesto:


- La cultura es consustancial a la especie humana; es decir, todo pueblo o sociedad tiene cultura (todo pueblo es culto).

- Toda cultura está en permanente cambio; es decir, se modifica en sus componentes a lo largo del tiempo como consecuencia de la acción de diversos factores, tanto internos como externos al grupo.

- La diversidad cultural o existencia de diversas culturas en un determinado escenario no implica necesariamente la generación de problemas de relaciones entre los Pueblos o de consecuencias negativas para el país o región en donde se da. Esta característica, interesadamente, ha sido planteada como una debilidad de nuestro país y región, atribuyéndosele un rol causal en nuestra pobreza y subdesarrollo (“la existencia de Pueblos Indígenas es la causa de nuestro subdesarrollo”, “la diversidad cultural dificulta la superación de la pobreza”, “el multilingüismo es un obstáculo para la gobernabilidad de nuestro país”).

- Las relaciones entre las culturas son afectadas por las relaciones de poder que se establecen entre los miembros de dichas culturas. En nuestro caso, son miembros de la cultura mestiza, de origen predominantemente europeo occidental (euro-occidental), quienes detentan el poder en todas sus formas.
 - En el caso de nuestra región, estas relaciones han repercutido en una situación de jerarquización marginante y excluyente, que han dado origen a una destructiva práctica de racismo, fundamentada en el etnocentrismo de la cultura dominante o mestiza que, en la práctica, ha significado una actitud minusvalorante y depredadora frente a las demás culturas (“las culturas indígenas deben desaparecer”).

- Esta minusvaloración afecta las relaciones de los legados culturales nacionales (y regionales) con las culturas de origen externo, dentro de cuya expresión social concreta éstas son percibidas como de menor valor o jerarquía (“lo foráneo es siempre superior”).

- Es este etnocentrismo o racismo de la cultura dominante el que viene determinando la dinámica de la vida nacional, que ha tenido en el centralismo político-administrativo su máxima expresión, del cual se han derivado los diversos centralismos que nos caracterizan.

- Es a partir de esta visión etnocéntrica que la búsqueda de la homogeneización cultural se ha impuesto como aspiración de todas las políticas nacionales, incluidas, por cierto, las políticas cultural y educacional en el nivel nacional y, por cierto, el amazónico.

En el contenido de estas formulaciones lingüísticas vamos a fundamentar nuestro análisis de la política cultural de nuestra región, en la cual, así lo consideramos, no hemos construido aún una propuesta coherente para abordar con seriedad, responsabilidad y compromiso todo lo que comprende el mundo cultural amazónico. Lo cual constituye un desafío para atrevernos a hacer estos planteamientos.

PROYECTO POLÍTICO-CULTURAL EURÓGENO

Como bien sabemos, en el siglo XVI se hace presente violentamente en nuestra región el mundo cultural europeo, generando una total  desestructuración del mundo indígena, pues sus miembros se hacen del poder político dando inicio a todo un proyecto de imposición cultural que implicó la progresiva destrucción del legado cultural indígena construido a partir de una experiencia forestal milenaria.

Caracterizado por su esencia colonizadora, etnocéntrica, impositiva, marginante y centralista, básicamente este proyecto político-cultural persiste en la actualidad.

Durante todo el período republicano, iniciado en el siglo XIX, nuestra región no fue afectada por cambios significativos en cuanto a su percepción por el gobierno central ni en cuanto a su rol en la dinámica nacional. Seguiríamos, como hasta hoy, siendo vistos personas, instituciones y pueblos con los tradicionales prejuicios de la época colonial. Por lo tanto, las políticas referidas a ella tienen la misma esencia e intencionalidad que las de la época anterior.

Es así que nuestra región amazónica sigue siendo percibida con los mitos ideológicos generados por el conquistador, tales como el de la inferioridad de las culturas nativas, que implica aceptar que todas las manifestaciones culturales originarias deben ser sustituidas por las de origen europeo. Es decir, no deben continuar vigentes. Idiomas, artes, creencias, mitos, costumbres, etc. deben ser sustituidos por los de la cultura oficial.

En el marco de este racismo formalizado como política de los gobiernos centrales, en nuestro país, nuestra región no ha dejado de ser un escenario de conquistas culturales (lingüística, religiosa, política, etc.), en el cual se viene experimentando sucesivamente la extrapolación de modelos extra regionales y foráneos.

Racismo que comprende la desconfianza oficial en las capacidades de los pueblos y personas de esta región para buscar y encontrar soluciones a sus propios problemas en el marco de un proyecto político cultural nacido de su propia intimidad.

Racismo que es, también, el caldo de cultivo para el centralismo cultural que aún sigue vigente y cuya consecuencia es el indetenible proceso de homogeneización cultural, permanentemente resistido y enfrentado por los pueblos de nuestra región, cuyas identidades, aunque debilitadas, siguen siendo enarboladas en la lucha sin cuartel contra dicho centralismo.

CONSECUENCIAS DEL CENTRALÍSMO POLÍTICO-CULTURAL

Este centralismo heredado de la época colonial en nuestra región se manifiesta en las siguientes consecuencias:
 
Ø   hegemonismo excluyente de la cultura mestiza de origen euro-occidental, relegando a planos inferiores y de marginación político-social a las culturas originarias y un mayoritario segmento de la propia población mestiza.
Ø   Persistencia de mecanismos psicológicos coloniales que propician la vigencia del sistema extractivo-mercantilista, de carácter exportador, con consecuencias depredatorias para nuestros recursos materiales y espirituales.
Ø   Vigencia de una relación jerárquica entre la cultura mestiza, de ascendiente europeo y las culturas nativas generadas por los Pueblos Indígenas de esta región.
Ø   Predominio de relaciones injustas, establecidas en  el marco de tradicionales paradigmas al interior  de la propia cultura mestiza, que genera inequidad en las oportunidades de disfrute de los bienes culturales entre quienes la conforman,
Ø  Existencia de una serie de mitos ideológicos, encubridores y justificadores, que han generado una falsa imagen acerca de nuestra región y que han condicionado una relación tergiversada con nuestra realidad amazónica, expresada en comportamientos sociales destructivos.
Ø  Permanente expresión de rechazo de los Pueblos Indígenas a la imposición cultural, reclamando su derecho a poseer sus respectivas culturas y ser protagonistas de su propia historia.
Ø  Vigencia de una educación que, por haber sido pensada desde una sola perspectiva cultural, la mestiza, pese a nuestra pluriculturalidad, viene actuando como instrumento de ideologiza­ción y como el más eficaz mecanismo destructor del entorno ecológico amazónico y su riqueza pluricultural, además de inducir una férrea actitud imitadora en las nuevas generaciones, en desmedro del potencial creativo demostrado históricamente por los pueblos originarios de nuestra región (y del Perú).

Entonces, podemos afirmar que en nuestro país sí existe una política cultural en marcha desde hace casi cinco siglos, implícita y al servicio del proyecto político social mestizo o criollo, cuyo propósito es homogeneizarnos culturalmente, imponiendo la cultura europeo occidental, que ya tiene en la cultura mestiza su máxima concreción. Para ello viene valiéndose de múltiples mecanismos de avance, entre los cuales tenemos a la educación formal, los medios de comunicación social, las disposiciones administrativas, los partidos políticos, etc.


En el caso de nuestra región, la política cultural hasta hoy vigente, tiene un carácter pragmático, informal, parcial, espontáneo, está teñida de los mismos tintes y afectada por los mismos sesgos de la política nacional; es decir, también está al pleno servicio del proyecto político mestizo.

En resumen, podemos afirmar que la dinámica cultural de nuestra región está librada a la espontaneidad de actuación de los agentes culturales: personas, instituciones y pueblos, careciendo de una intencionalidad explícita para orientar dicha dinámica hacia determinados propósitos de origen endógeno.

Como consecuencia de ello, se viene produciendo una progresiva pérdida del patrimonio cultural propio, un indetenible avance e introducción de contenidos culturales foráneos  percibidos y aceptados como superiores a las manifestaciones aborígenes, destrucción progresiva del hábitat de los pueblos originarios, arrebato de sus territorios, pérdida de la sabiduría ancestral de los mismos, enfrentamientos con agentes de la cultura mestiza, marginación en la toma de decisiones respecto a asuntos que les afectan: educación, salud, integridad territorial, etc.

CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA POLÍTICA CULTURAL

Urge, entonces, que nos avoquemos a la construcción de una política cultural al pleno servicio de los Pueblos de nuestra región. Tenemos que asumir el protagonismo pleno en el establecimiento de lineamientos de política cultural que tengan a nuestra región como el centro de referencia para promover el conocimiento y la revaloración del riquísimo legado cultural, en cantidad y variedad, del que somos poseedores y que se manifiesta como un substrato psico-cultural de muy diversas maneras: lingüísticas, religiosas, artísticas, operativas, costumbres, mitos, etc.

Esta política de desarrollo cultural debe inscribirse en el marco comprensivo de un nuevo proyecto político-social fundamentado en las destructivas consecuencias socioculturales, psicológicas, ideológicas, económicas y ecológicas que viene teniendo para nuestra región el actual modelo político centralista, cuya superación debemos planteárnosla como propósito compartido por todos los pueblos amazónicos.

Para ello, consideramos necesario abocarnos a los siguientes propósitos:

o   La defensa de nuestro patrimonio cultural y lingüístico,
o   El fortalecimiento de nuestra identidad histórica y multicultural,
o   La ruptura de nuestra condición neo-colonial

Teniendo como sustento o plataforma lo planteado en el diagnóstico que acabamos de formular y como referente orientador los propósitos expuestos, debemos diseñar un cuerpo de políticas culturales que nos lleve a superar dicha situación y lograr tales propósitos.
 
Considerando que dicho proyecto de desarrollo cultural no sólo debe tener consistencia interna sino también externa, el mismo debe ser elaborado por los mismos pueblos concernidos, es decir, indígenas y mestizos que conforman nuestra realidad demográfica y cultural.

En este sentido y en actitud contributiva, adelantamos algunos campos de acción que debería comprender dicho cuerpo orientador.

LA PROMOCIÓN DE LA CULTURA POPULAR:

Tendrá como referente doctrinal los principios de la educación intercultural para promover el conocimiento, el respeto y la valoración mutua de todos los Pueblos de nuestra región.

Su campo de acción específico será la cultura que crea el pueblo en sus diversas manifestaciones: musicales, dancísticas, artesanales, literarias, etc., creando espacios de manifestación y canales de expresión de las mismas; estimulando su práctica intensa y extensa, así como su innovación creativa, en concordancia con su origen indígena y mestizo, según corresponda, con la finalidad de promover la preservación de nuestra riqueza espiritual.

Deberá, por lo tanto, ofrecer condiciones para la recreación del pueblo a partir de sus propias manifestaciones para fortalecer su autoestima e identidad cultural. Se buscará que el pueblo sea protagonista de sus propias creaciones, como condición fundamental para la vigencia de una auténtica democracia socio-cultural y política y el desarrollo integral de todos los Pueblos de esta región.

LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA E INFORMACIÓN:

Está destinada a crear condiciones para motivar mejores niveles de lectura en la población así como el fortalecimiento de los mecanismos de comunicación inter e intra generacional (cuentos, transmisión oral, etc.) como medio contributivo de su auto perfeccionamiento individual y social.
                       
También promoverá la dinamización de diversos mecanismos de difusión de la información de mayor impacto formativo en la población, a fin de generar necesidades de acceso a las fuentes de información, hoy en día disponibles, gracias a los adelantos científicos y tecnológicos.

En este sentido, especial énfasis será necesario para facilitar el acceso a las creaciones científicas, literarias, tecnológicas y humanísticas que tienen como referente nuestra realidad regional, en sus diferentes aspectos.

LA PROMOCIÓN DE LA MEMORIA CULTURAL:

En la medida en que se conserven, sistematicen y difundan los productos propios de nuestra creación cultural colectiva en el devenir histórico, estaremos propiciando el fortalecimiento de nuestra identidad cultural en las nuevas generaciones y, a la vez, los daremos a conocer a quienes nos visiten como mensajes explícitos de nuestros esfuerzos colectivos para construirnos como un pueblo con sus propias características, respetable y respetado, protagónico de su trayectoria histórica; por lo tanto, su acción estará dirigida a organizar los productos culturales de mayor significado para mostrar nuestra identidad cultural.

LA PROMOCIÓN DE LA PRODUCCIÓN ARTÍSTICA E INTELECTUAL.

El fortalecimiento y la innovación de la cultura de un pueblo, no puede ser sólo el producto de la acción espontánea de sus miembros personales e institucionales; antes bien, consideramos que tales efectos pueden y deben ser logrados a partir de una política expresa de apoyo y estímulo a las creaciones artísticas e intelectuales que surgen en el seno mismo del pueblo.

Por lo tanto, se requiere establecer mecanismos concretos para promover la difusión y la elevación de la calidad de quienes crean expresiones culturales de un alto valor estético e intelectual, estimulando sus capacidades y vocaciones para fortalecerlas y comprometer el logro de mejores productos de creación.

Tenemos que asumir la responsabilidad de construirnos desde adentro, desde nosotros mismos, desde toda la riqueza cultural de la que somos depositarios. Venimos siendo obligados a vivir con insumos culturales foráneos en desmedro de lo que nos es propio. La consecuencia de ello es que no llegamos a ser sino un pálido reflejo de lo que se nos impone a costas de la destrucción de la riqueza que ha sido el aporte más valioso a nuestra humanidad, cuya vocación natural es la de expresarse de muy diversas formas culturales. El proceso de globalización no implica necesariamente renegar de nuestras culturas.

¡Es que la diversidad es la riqueza de la humanidad!

lunes, 13 de agosto de 2018

DEL ECODIÁLOGO A LA ECOACCIÓN


Reflexionando sobre nuestra actuación social respecto a nuestra MARAVILLA NATURAL

Gabel Daniel Sotil García

Belleza cuyo lento discurrir debemos 
aprender a amar.
Nadie niega la importancia del diálogo, menos puede negarse cuando se trata de asuntos relacionados con los intereses de la sociedad, de nuestra región. Pero, si se dialoga en exceso, sin pasar a  la acción, se hace evidente que dicho diálogo se está usando para encubrir la inacción. 

Es esa la impresión que nos queda cuando vemos a autoridades, especialistas e interesados conversar sobre temas acerca de los cuales ya hay consensos avanzados  y suficientes, pero no se pasa a tomar decisiones frente al avance destructor de las acciones agresoras y destructivas de nuestro entorno ambiental.

Quienes sólo tenemos nuestra escritura para protestar, tenemos que decir que ya es tiempo de que pasemos a realizar acciones que hagan evidentes las  intenciones de parar este avance destructor de nuestro ambiente,  que nos está costando, según el mismo INRENA, más de 50 000 has. de bosque destruido anualmente en nuestro Loreto, contaminación de las aguas de ríos, cochas y quebradas, la destrucción de la riqueza biológica en extensas y diversas cuencas de nuestra región, etc. y, como consecuencia de ello, la afectación a la vida y cultura de diversos pueblos originarios de esta región.

Daños irreparables por nuestra
ambición  mercantilista
Consecuencias que, lo sabemos por nuestra historia regional, no llegan al interés real y profundo de las instituciones que, desde siempre, trabajan con  visión homogeneizante y  actitud centralista, para ejercer su tradicional hegemonismo en cuanto a la búsqueda de soluciones a nuestros problemas (que, dicho sea de paso, nunca fueron soluciones), la misma que debería ser hecha por nosotros  mismos, que somos los interesados directos y quienes vivimos sus consecuencias.

Querer caminar, en estos asuntos, al ritmo de los intereses burocráticos de instituciones que, desde Lima, quieren digitar el avance de la solución de nuestros problemas, es dejar que nuestros problemas se sigan agravando indetenible e indefinidamente. Revisemos nuestra historia regional y tendremos las respuestas que necesitamos al respecto: el centralismo nunca solucionó nuestros problemas; al contrario, los agravó.

Las instituciones, oficiales y privadas, que trabajan en el tema ambiental en nuestra región, deben ya reclamar y expresar su autonomía realizando sus respectivos planes de acción al margen de las instituciones centralistas, a las que sólo les interesa figurar y manejar los fondos destinados a estos asuntos.

Más allá de hermosos ejemplares en los que se  consigna las buenas intenciones de CONAM que, al parecer, agota sus energías, no vemos una acción contundente en el tema ambiental, que exprese una nueva decisión. Y así otras instituciones que nos hacen creer que comparten nuestras preocupaciones, pero que, en el fondo, tienen sus propias preocupaciones.

Entonces, más que ecodiálogos, ya requerimos pasar a la ecoacción. Y ello será posible cuando las instituciones regionales, que tienen que ver con el tema ambiental, rompan su dependencia y miren, seriamente, las agresiones de que es objeto nuestro ambiente loretano, aquí en la ciudad y en las áreas rurales.

Sigamos dialogando pero, también, actuando con autonomía.

jueves, 9 de agosto de 2018

LA EDUCACIÓN EN EL COMBATE A LA POBREZA


Reflexiones acerca de la educación y su rol en el combate a la pobreza

Es este el trasfondo que debe ser tenido en cuenta
para diseñar una nueva educación.
                                                      GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA

Hablar de la POBREZA es, en realidad, hablar de un tema o asunto muy polémico, por la diversidad de concepciones que podemos tener de dicho fenómeno.


Más aún lo es en una región como la nuestra, una de cuyas características fundamentales es la diversidad cultural por la presencia de diversos Pueblos Indígenas, en los que, conjuntamente con el concepto de riqueza, con el que necesariamente está asociado, es muy diferente de un pueblo a otro, de una cultura a otra.

Lo que queremos decir es que los términos POBREZA y RIQUEZA, no tienen un significado absoluto o único, puesto que ambos conllevan o implican el universo de valores, de concepciones, de sueños de cada Pueblo; por lo tanto, lo que se entiende por pobreza en una sociedad, puede que no lo sea en otra sociedad. Es esta diversidad de significados  la que debemos tener en cuenta en el momento de diseñar una estrategia de “combate a la pobreza”, pues puede darse el caso de que, por combatir la pobreza tal y como yo la entiendo, esté destruyendo aquello que es considerado valioso o que sea consustancial a la identidad cultural  de las personas integrantes de la sociedad  cuya “pobreza” quiero combatir.


Costumbres y prácticas culturales  deben ser tenidas
en cuenta en el diseño de una nueva educación para
el combate a la pobreza.
Y es que detrás del término pobreza hay implícito todo un tejido axiológico propio de quien lo utiliza (y del que, talvez, ni se dé cuenta), el cual no necesariamente es compartido por los demás.

Por lo tanto, cuando un organismo o institución, privada o estatal, decide “combatir la pobreza”, debe explicitar lo que entiende por tal situación,  pues este “buen propósito” se puede prestar para destruir nuestra diversidad cultural,  imponiendo criterios que son sólo válidos para el ámbito de nuestra cultura mestiza.

Por lo tanto, en el diseño de la estrategia de “combate a la pobreza”, tiene necesariamente que haber un análisis de la estructura cultural del pueblo  y contar con  su plena participación desde la explicación de los objetivos (no sólo en la ejecución de las obras) hasta las estrategias para lograrlo. Dicho de otra manera, no debe diseñarse desde afuera del pueblo, pues eso sería imponer modelos de desarrollo, que pueden resultar incompatibles con sus características culturales, por más que se los quiera justificar con el pretexto de la “modernización”.

Es esta imposición de modelos, extrapolados de otras realidades, en las cuales pueden haber sido muy exitosos, la que nos viene causando los más grandes problemas a nuestra sociedad. Gran parte de nuestro actual subdesarrollo regional y nacional se debe a nuestra actitud facilista de copiar los modelos de las que hoy llamamos sociedades desarrolladas, cuyos efectos ambientales,  en la salud individual y social de sus integrantes, en las condiciones de sus miembros, en las relaciones internacionales, en los aspectos espirituales, etc.,   bien merecerían un análisis y evaluación profundos, para determinar su validez  como referentes a ser tomados.

Potencialidades de nuestro suelo que deben ser
tenidas en cuenta.
Nuestra propuesta es, por lo tanto, que  el “combate a la pobreza”, que se ha establecido como un propósito de política nacional y regional, se realice a partir de un esfuerzo creativo, participatorio y desde nuestra realidad. Es decir, inventar nuestro combate a la pobreza, pues capacidades creativas las tenemos en abundancia, aunque no siempre hemos recurrido a ellas por la actitud complaciente de muchos funcionarios de hacer algo sólo en cumplimiento de órdenes emanadas desde el centro de poder, con el que siempre han querido congraciarse, sacrificando los intereses de nuestro pueblo.

Nuestra propuesta es, por lo tanto, que  el “combate a la pobreza”, que se ha establecido como un propósito de política nacional y regional, se realice a partir de un esfuerzo creativo, participatorio y desde nuestra realidad. Es decir, inventar nuestro combate a la pobreza, pues capacidades creativas las tenemos en abundancia, aunque no siempre hemos recurrido a ellas por la actitud complaciente de muchos funcionarios de hacer algo sólo en cumplimiento de órdenes emanadas desde el centro de poder, con el que siempre han querido congraciarse, sacrificando los intereses de nuestro pueblo.

En este sentido, los tiempos deben cambiar. Se hace necesario que nos arriesguemos a crear nuestras propias respuestas para aprender socialmente a tomar nuestras propias decisiones, por cierto que con la plena participación de las comunidades, que son las únicas que conocen qué es lo que realmente quieren y necesitan para preservarse como tales.

El “combate a la pobreza” tiene, entonces, que darse desde nuevas perspectivas, para nuevos objetivos, con nuevas estrategias para defender nuestra diversidad cultural, para construirnos como una región emporio de riqueza material, diversidad ecológica y riqueza espiritual a nuestro pleno servicio. Para ser mejores personas y mejores pueblos, sin perder nuestras peculiaridades diferenciales en estos tiempos de un intenso proceso de globalización.
Las pseudoprácticas desarrollistas deben ser descartadas, para
un mejor aprovechamiento de nuestros recursos.

Parte de esta estrategia tiene que nacer de la percepción  de  la POBREZA como la resultante de la confluencia de diversos factores, históricamente identificables, en el marco de nuestras sociedades. Es decir, es un efecto, una resultante de la acción concertada de elementos de naturaleza variada. Por lo tanto, si no se toma en cuenta esta característica esencial, combatir la pobreza puede ser algo así como combatir la fiebre que se produce en el marco de una enfermedad que ataca a una persona. Podremos bajar la fiebre, pero no por ello habremos curado la enfermedad, como bien podemos comprobarlo en nuestro país y región; consecuentemente, debemos abocarnos a la identificación de las causas reales de tal pobreza. Sobre todo, de este análisis no podemos excluir los factores provenientes de las relaciones internacionales, que son las que hoy vienen teniendo un peso específico en dicha situación, pues el intercambio económico entre los países productores de materias primas y quienes las elaboran como bienes sociales, es considerado el factor más decisivo en esta situación de pobreza creciente en nuestros países.


De esto deducimos que, la superación de la pobreza no puede hacerse a corto plazo, con proyectos aislados, con enfoques parciales ni atacando las manifestaciones (indicadores) de la misma.

Y menos aún se podrá realizar elaborando proyectos en oficinas a cargo de tecnólogos procedentes de un solo universo cultural y que desconocen o no valoran la diversidad cultural que tenemos. Llevar proyectos pre-elaborados a las comunidades para que sean ejecutados por ellas, es una estrategia totalmente equívoca, tal y como lo evidencia nuestra historia. Si los pueblos mismos no participan en el análisis y la reflexión de su pasado y presente y el diseño de su futuro, lo único que realmente habremos logrado es la consolidación de nuestra pobreza; más aún en estos tiempos en que los acuerdos universales, ya expresados en documentos de validez ético-jurídica, tales como el Convenio 169 – OIT, la Declaración Universal de los derechos de los Pueblos, etc., establecen principios de respeto a la cultura, a la identidad, a las instituciones propias de cada unidad sociocultural, la no imposición de patrones culturales ajenos, etc., etc.

Por lo tanto, lo reiteramos, el combate a la pobreza tenemos que darlo desde nuevas perspectivas y con nuevos instrumentos. Los tradicionales paquetes desarrollistas, que eran armados lejos de la misma realidad, sin ninguna o muy poca participación de la población-objetivo, no han servido sino para encubrir malos manejo, ocultar malas intenciones o liberar malas conciencias, pero siempre con efectos nulos para las sociedades o pueblos de destino. Como consecuencia de ello, la pobreza se acentuaba, el dinero se gastaba y, por cierto, el endeudamiento externo, que implica mayor dependencia, se consolidaba, pues todos ellos tenían un defecto común: la ausencia de la educación. El no tenerla en cuenta y creer que el desarrollo se podía lograr al margen de ella, ha posibilitado nuestra actual situación nacional y regional.

Y es que la tónica tradicional ha sido la de separar a la educación de las acciones de desarrollo, a pesar que desde muchos años ya se viene hablando de la indesligable interdependencia entre ambos: EDUCACIÓN y DESARROLLO. Por ello es que se hace necesario que, quienes tienen el poder,  aprendan a ver esta ligazón y tomen en cuenta la validez de esta afirmación; si realmente tienen  el propósito de ayudar a construir la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA  que necesitamos.