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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

jueves, 24 de mayo de 2007

CENTRALISMO Y RACISMO (*)


Gabel Daniel Sotil García

El centralismo político – administrativo vigente en nuestro país se fundamenta y nutre de la percepción de las provincias como incapaces para tomar decisiones con relación a los problemas que las aquejan.

Esta percepción no es más que la lógica consecuencia del antiguo etnocentrismo que rigió las relaciones entre conquistadores y conquistados desde los inicios de la época colonial americana. Es, por lo tanto, una herencia cultural ancestral en las clases dominantes de nuestro país.

En el marco axiológico y actitudinal de este etnocentrismo, puesto en práctica desde la conquista de este continente, todos los Pueblos con cultura diferente eran percibidos como de menor categoría, es decir, subordinados y subordinables para todo efecto, por su incapacidad para gobernarse.

Es así que toda decisión nacida del centro de poder tenía por finalidad dos objetivos fundamentales: demostrar a los dominados que deberían seguir siendo dominados y consolidar a los dominantes como dominantes.

Unos sutiles, otros burdos, diversos mecanismos fueron puestos en práctica para lograr estos objetivos. Desde el tipo de educación hasta la imposición de autoridades, pasando por modos de vida y cosmovisión impuestos por normas relativas a todos los mecanismos sociales. Promoción y ascenso social incluidos.

Primero, serían las colonias americanas las que serían víctimas de este trato minusvalorante, al imponérseles autoridades nombradas en el centro hegemónico europeo, pues se consideraba que sólo allá radicaban los hombres con capacidad para gobernar, y patrones culturales considerados superiores.

Luego, en la época del coloniaje encubierto, serían las provincias las que devendrían en receptoras pasivas de las decisiones tomadas en el centro hegemónico nacional, en nombre de su incapacidad para tomarlas por sí mismas, pues quienes las habitaban, así se creía, no podían, y por lo tanto, no deberían generar respuestas a sus problemas. En todo caso, las propuestas generadas, por el hecho de haber surgido de ellas, no eran tomadas en cuenta, pues a priori eran juzgadas como carentes de importancia para todo efecto social.

Estas clases hegemónicas nacionales, detentadoras del poder político no sólo heredaron este poder, sino que también hicieron suya la percepción jerárquica de las relaciones sociales e interculturales. El rol de las naciones durante el coloniaje franco, respecto de los centros imperiales, fue asumido por las provincias respecto de los centros de poder nacional, durante la época del coloniaje embozado.

Así hasta hoy.

En nuestro país, Lima, heredera del poder, asumió este rol. Conservó su condición de centro hegemónico. Pero, no sólo eso. Fundamentalmente heredó la atmósfera etnocéntrica, que tan contagiosamente se preserva en sus diversos ambientes judiciales, administrativos, educacionales, deportivos, recreacionales, sociales, culturales, familiares, vecinales, etc.

Hoy en día, Lima y quienes la habitan, limeños y no limeños, han aprendido a mirar a las provincias y provincianos, no sólo desde la cumbre del poder que ejercen, fundamentado en su autopercepción como superiores, sino también desde las profundidades de su prejuicio racista, que les sirve de escudo protector y justificatorio de las agresiones que se ejercen sobre el resto del país.

Racismo que implica el atribuirnos la más absoluta incapacidad para gobernarnos sin el tutelaje central; racismo que implica la percepción de que los provincianos no debemos superar el rol de meros cumplidores de las órdenes del poder central, pues no somos capaces de pensar para encontrar solución a nuestros propios problemas.

Este paradigma mental, que cruza todo el espectro socio-cultural nacional, es el que justifica el centralismo peruano, castrante de toda iniciativa provinciana.

¿Es verdad que somos incapaces para encontrar soluciones a nuestros propios problemas?

Lo que sucede es que nunca se nos ha permitido inventarlas y probarlas, pues a priori ellas son descartadas, invalidadas.

El tutelaje absorbente, el paternalismo férreo, el asistencialismo debilitante, no son más que expresiones de este etnocentrismo con que se maneja a nuestro país, desde cuyas perspectivas buscamos, en la forma más absurda y equivocada, por cierto, nuestro desarrollo nacional y regional.

Son la expresión del más inicuo racismo ejercido en nuestra patria.

(*) Artículo que forma parte del ensayo “Reflexiones en el canto de la cocha”, del mismo autor, de próxima publicación.

domingo, 13 de mayo de 2007

BOSQUE Y AGUA: BASES PARA NUESTRO DESARROLLO

Gabel Daniel Sotil García

Instalados en lo más profundo de nuestras mentes, en la mayor intimidad de ese complejo mundo que es nuestra actividad psíquica, circulan con la mayor libertad de acción viejos y obsoletos paradigmas que, de no ser cambiados, seguirán dirigiendo nuestro comportamiento individual y social en contra de nuestra región. Haciendo que miremos nuestra realidad pero no la veamos con sus propias características.

Pero, para cambiarlos, necesitamos, precisamente, de una educación que nos forme para ver tales características y tomemos decisiones en concordancia con ellas. No a pesar de ellas.

Tenemos que aprender a percibirnos como una región eminentemente forestal y con una enorme riqueza y potencialidad acuáticas que, a su vez, generan la existencia de una infinita diversidad biológica y grandes posibilidades de desarrollo, a partir de una educación pensada explícitamente para lograr dichos propósitos.

Y es que BOSQUE y AGUA se constituyen en las bases materiales sobre las cuales debemos construir nuestro desarrollo. En estos elementos radican las potencialidades que debemos trabajar en nuestra región. Por ello es que nos atrevemos a decir que debemos educarnos para valorarlos y para que adquieran en nosotros un carácter sagrado, en el sentido de no destruirlos irracionalmente tan sólo para satisfacer la voracidad mercantilista de empresarios carentes de compromisos con los intereses más trascendentes y los destinos de nuestra región .

Sólo si instalamos la DIMENSIÓN BOSQUE y la DIMENSIÓN AGUA, en la mente de las nuevas generaciones, su actuación social tendrá plena significatividad para dicho intereses, pues posibilitará el uso no destructivo de estos recursos. Lograremos, así, la formación de una sociedad amazónica respetuosa de su entorno, con una plena conciencia de sus potencialidades y un manejo racional de sus componentes, heredera digna de uno de lo mensajes básicos de las culturas de los Pueblos Indígenas, con quienes compartimos este mar

martes, 8 de mayo de 2007

ARTÍCULOS SOBRE LOCALES ESCOLARES


BONITOS PERO…INÚTILES
Gabel D. Sotil García

La simple observación del aspecto físico de un centro educativo nos permite aproximarnos a la comprensión del tipo de educación que en él se desarrolla.

Una atenta mirada a algunos componentes externos de una escuela, un colegio o un jardín de niños, nos posibilita saber de qué manera están siendo formados los alumnos que allí se educan.

Por ello es que nos causa una profunda (profundísima, diríamos mejor) preocupación al ver que en los locales escolares que se vienen construyendo o remodelando, se privilegia la construcción de aulas de clase tradicionalmente concebidas y tratando de copar toda el área disponible con las mismas.

Ello traduce, por cierto, una concepción obsoleta y negativa de la Educación: creer que la formación integral de una persona (el educando) se va a lograr en ambientes en que sólo es posible estimular la memorización y el teoricismo, quedando al margen los aprendizajes que capacitan para la actuación social trascendente. En locales con estas características sólo es posible una acción parcial y deformante de la personalidad de nuestros educandos.

Hoy podemos constatar que con mayores bríos se viene construyendo “hermosos” locales, que causan la admiración de los padres y madres de familia, los profesores y la comunidad, por su acabado y aspectos estéticos de conjunto. Sin embargo, son sólo aulas en las cuales se atentará contra un mejor futuro de nuestra sociedad.

¿Qué aptitudes y destrezas (competencias), útiles para su vida, podrán aprender allí los educandos?

¿Qué actitudes favorables al trabajo, a su entorno ecológico, al grupo social (su pueblo, su comunidad, su barrio, su caserío) podrán ser adquiridas en ambientes tan artificiales que jamás posibilitan la siembra de una planta, el uso de una herramienta, la acción comunitaria, la organización y desarrollo de un proyecto productivo, etc.?

En verdad, tal y como vienen siendo construidos o remodelados los locales escolares, son o pueden ser considerados muy bonitos, auténticas ESCUELAS ESMERALDAS, pero realmente son inútiles para poner en práctica una nueva concepción de educación, que sea funcional al desarrollo de nuestra región selvática.

El tipo de personas que se forman en las aulas que hoy constituyen nuestros locales escolares no es el que requiere nuestra región. A no ser que consideremos que los ambientes educacionales o los lugares en los que se realizan los actos pedagógicos no tienen ninguna trascendencia en la formación de la personalidad de los educandos.

La acción que en ellas es posible realizar, jamás podrá llevarnos a la conformación de personalidades idóneas para servir a los intereses de nuestra región amazónica.

Es necesario que ya pensemos seriamente en la educación como instrumento de nuestro desarrollo. A pesar de que este planteamiento ya se ha hecho un lugar común en los discursos de algunas autoridades, sin embargo, en la concreción nada venimos avanzando. No se lo hace realidad.

Seguimos poniendo en práctica una educación negativa, que atenta contra nuestra ecología, nuestras culturas, nuestras identidades, nuestro desarrollo, etc.

Es así como, nuestros limitadísimos recursos económicos son invertidos negativamente, es decir, en contra de nosotros mismos. Es decir, son mal utilizados.

Por una parte, las autoridades educacionales deben coordinar con las entidades que construyen locales escolares (Ministerio de Educación, Gobierno Regional, Municipalidades, Etc.) para que diseñen modelos alternativos funcionales con los requerimientos de nuestra realidad regional, incorporando criterios pedagógicos en dicha construcción en armoniosa combinación con los criterios ingenieriles, que son los únicos que actualmente tienen vigencia, en forma excluyente.

Un centro escolar es mucho más que una construcción arquitectónica. Es una unidad de formación, un escenario de construcción de la personalidad en la que se pone en vigencia una determinada escala de valores.

Por otra parte, somos los Maestros quienes debemos exigir a nuestras autoridades que, cuando se construyan o remodelen nuestros centros educativos, consideren espacios para un bio-huerto (aunque fuese pequeño), jardinería, crianza de animales menores, talleres, etc.

La tan ansiada educación de calidad es realmente imposible en los actuales centros escolares, a menos que sean rediseñados.

Nuestros niños requieren aprendizajes para actuar constructiva y creativamente dentro de su grupo social. Eso es educar.

No basta que un centro educativo sea bonito físicamente. No nos conformemos con ello. Fundamentalmente deben servir al mejoramiento de la calidad de vida de nuestra sociedad.

Si no sirve para ello, un centro educativo será bonito pero…INUTIL.


PARA CONSTRUIR MEJORES LOCALES ESCOLARES
Gabel Daniel Sotil García

El cambio cualitativo de la educación que venimos desarrollando en nuestra región no se va a lograr sólo con buenas intenciones, pues muchas veces éstas se concretan en malas acciones. Malas en el sentido de inconvenientes o disfuncionales con lo que debemos lograr como nuevos propósitos sociales.

Es el caso concreto y palpable de la construcción de locales y mobiliario que destinamos a los Centros Educativos o Instituciones Educativas de nuestra región, todos ellos concebidos y elaborados con criterios obsoletos, significando una verdadera pérdida de recursos económicos, un gasto como se dice, y no una inversión.

Los locales para nuestros Jardines, Escuelas y Colegios hoy día deben ser construidos con nuevos criterios, que posibiliten la adquisición de un universo amplio de aprendizajes por parte de los educandos y significativos para nuestro desarrollo regional. Continuar construyendo locales escolares con aulas tradicionalmente concebidas (para clases teóricas) sólo va a llevarnos a consolidar nuestro actual subdesarrollo, pues en ellas nuestros niños y jóvenes sólo podrán ejercitar el memorismo, adquiriendo aprendizaje sin mayor utilidad para nuestro desarrollo, mientras los niños de otros países, sin los cuantiosos recursos naturales que tenemos nosotros, aprenden a transformarlos en bienes de consumo alimenticio, medicinal, industrial, estético, etc. que luego nos los venden a precios elevadísimos.

Para esto se requiere que Arquitectos y Profesores coordinen sus criterios para abordar la construcción de los locales escolares conjuntamente con los Ecólogos y profesionales del Desarrollo, a fin de que demos vida a ambientes distintos en su composición física, propicios para el aprendizaje de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, valores, etc. que sirvan para elevar nuestra calidad de vida en esta región.

Ya bastante daño nos ha causado el hecho de que el Arquitecto, absolutizando sus criterios, extrapole modelos o diseños de locales de otras realidades, incompatibles con nuestras características ecológicas, con nuestras necesidades y problemas económicos y características psicológicas de los educandos. Él tiene que reconocer que la validez de sus criterios va hasta donde comienza la validez de los criterios del Profesor y de otros profesionales que tienen como su referente el campo de la Educación.

Es que hoy necesitamos dar vida a una educación al servicio de nuestro desarrollo sustentable, reforzadora de nuestras respectivas identidades culturales, pragmática frente al uso de nuestras materias primas, promotora de conservación de nuestro ambiente, incentivadora de las capacidades organizativas para buscar las soluciones de nuestros problemas desde la intimidad misma de cada comunidad, destructora del extractivismo mercantilista, etc. Es decir, una nueva educación, al servicio de los intereses de nuestra región, propósito que no vamos a lograr si insistimos en hacer locales escolares extraídos de universos conceptuales impertinentes (que no responden a las actuales necesidades), así los hagamos de tres o más pisos, bien pintados, etc.

Aulas de cuatro paredes y carpetas bipersonales son las reliquias que sólo debemos ver en el museo pedagógico que ya debemos ir construyendo en nuestras mentes, en donde vayamos coleccionando todos los símbolos de una etapa que ya debemos superar para bien de nuestra región.

Un local escolar hecho con materiales propios del lugar tiene un efecto auto estimulante para la comunidad y para los mismos niños, que verán que aquello de que disponen es valioso para hacer aquello que tanto aman: su escuela. Una combinación inteligente de materiales propios o falsa y negativamente llamados “rústicos” o “innobles” (opuesto a material noble, como se le llama al cemento, fierro, calaminas y ladrillos), con materiales convencionales, bien puede significar grandes ahorros de dinero (pues no habría que desplazar esos materiales desde las ciudades), menores sufrimientos para nuestros niños y maestras/os (calores insoportables a determinadas horas del día) y un efecto psicológico de auto aprecio de las propias familias de la comunidad, quienes no verían que sus casas, hechas de “material rústico” son inferiores a la escuela, hecha de “material noble” (muchas veces es la única), irradiando una falsa, negativa y frustrante imagen de progreso entre los vivientes del lugar.

Si a ello agregamos diseños diversos (no moldes únicos, que anemizan la creatividad), con ambientes variados tales como biohuertos, talleres, galpones, zoocriaderos, minizoológicos demostrativos, piscigranjas, aulas multifuncionales, “malocas pedagógicas”, etc. estaremos propiciando que nuestros precarios recursos financieros tengan un real significado de inversión en la educación y no un tirar el dinero al agua, tal y como viene sucediendo con la construcción de locales y la confección de mobiliario inapropiados, por salir de la decisión omnímoda de funcionarios que quieren informar que han “hecho obras”, aunque escapen de sus preocupaciones e intereses la trascendencia de las mismas.

Por todo lo dicho, hacemos una invocación a quienes tienen hoy día la capacidad de tomar decisiones en esos campos (DREL, Gobierno Regional, Ministerio de Educación, etc.) que hagan una labor más coordinada, antes de disponer la construcción de locales y confeccionar mobiliario inútiles, aunque a veces muy bonitos (y de jugosas ganancias), para lograr una nueva educación en nuestra región. La Educación no debe ser un negocio, ni político ni económico para nadie.

LAS INSTITUCIONES O CENTROS EDUCATIVOS

Gabel D. Sotil García

En el marco del profundo cuestionamiento que venimos expresando a la educación vigente en nuestra región, los centros educativos, en cuanto locales, merecen una especial atención.

Más allá de su aspecto físico-arquitectónico, en el que se presenta cierta variedad, la inmensa mayoría de nuestros centros educativos tiene en común el servir sólo para propiciar aprendizajes teórico-intelectuales. La educación concebida como formación integral, es impracticable en ellos. No están preparados sino para permitir una acción parcial que, en definitiva, no es formativa si tomamos como referente la realidad comunal.

Reducida a niveles informativos de aspectos no sustantivos de la realidad nuestra, la acción que posibilitan nuestros Centros Educativos está total, absolutamente divorciada de los requerimientos de la actuación social transformadora para la cual debemos formar a nuestros actuales educandos, ciudadanos del mañana.

Sea con locales más o menos grandes, deficiente o suficientemente equipados, para uno o más niveles educacionales, para muchos o pocos alumnos, en el campo o la ciudad, casi todos carecen de los ambientes en los cuales los educandos puedan vivir o tener experiencias que los lleven a su formación integral. La rutina pedagógica que recorren diariamente nuestros niños es suficientemente objetivadora, y a la vez dramática de la anemia que sufre nuestra educación, a despecho de la realidad circundante, ya que nuestros locales escolares, llámense Jardines, Escuelas o Colegios, están diseñados para la acción pedagógica fría, marginal, parcial y distante respecto a los problemas de las comunidades en las que funcionan.

Es decir, son escenarios perfectamente coherentes con las características de la educación que en ellos se imparte.

En ellos no hay cabida para el ejercicio de habilidades y destrezas, en sus diversos niveles de complejidad, requeridos en la acción social. En ellos no hay cabida para el cultivo de las actitudes de integración a la comunidad; en ellos no hay cabida para el ejercicio de las capacidades laborales. En ellos no pueden ser preparados los alumnos para la solución de problemas sociales (y ni aún personales). En fin, en ellos nuestros educandos no pueden ser educados para la actuación en su comunidad.

Condenados a pasar horas enteras sentados en su aula (sólo las abandonan para fines de “recreación” u otros no pedagógicos), a nuestros educandos les negamos un universo inmenso de experiencias de las cuales podrían extraer aprendizajes de real valor social. El contacto con la realidad física y socio-cultural o es indirecto o es superficial o es improvisado o no existe. La acción física dirigida a la transformación de nuestros recursos es casi nula.

Coger herramientas, remover el suelo, sembrar una planta, regar flores son actividades casi impensadas e impensables en muchos de nuestros locales escolares, no sólo por su falta de espacio.

Si hasta dibujamos flores, árboles, aves, etc. para enseñarles sus partes. Si hasta graficamos la germinación de una semilla. Las experiencias que proporcionan la crianza de animales menores o el cultivo de un huerto son imposibles.

Para autorizar la apertura de un Centro o Institución Educativa nuestras autoridades sólo exigen el espacio para hacer aulas de clase. Las áreas para talleres, huertos, jardines, etc. simple y llanamente son ignoradas. Se las considera innecesarias para la acción educativa que en aquél se desarrolla. Entonces, ¿qué podemos esperar de una educación así?

Creemos necesario, urgente, el cambiar nuestra concepción de Institución Educativa.

No es imposible.

Si empezamos por dar al término educación su exacta y trascendente dimensión de PROCESO DE FORMACIÓN INTEGRAL PARA LA ACTUACIÓN SOCIAL TRANSFORMADORA, entonces concluiremos que nuestros centros educativos no reúnen las condiciones mínimas para hacerse merecedores de tal calificativo.

Para que sean educativos en la plenitud de la adjetivación, deben ser escenarios en los cuales nuestros educandos aprendan a solucionar los problemas de su comunidad. Deben ser espacios diseñados para adquirir experiencias conducentes a prepararlos para afrontar creativamente las dificultades sociales que hoy afectan a las comunidades en las cuales hacen su vida. No para ignorarlas. No para evadirlas. No para ser indiferentes y distantes de ellas.

Desde este punto de vista, entonces, un local para que sea centro educativo no deberá tener solamente espacio para aulas de clase porque, si bien en ellas pueden ser obtenidas importantes conductas, sin embargo, no son todas ni las más necesarias desde el punto de vista social.

Por las características geográficas, sociológicas, económicas y culturales de nuestra región, requerimos de locales escolares en los cuales se desarrolle un proceso educativo íntima, estrechamente ligado al proceso productivo.

Es decir, que nuestra infancia, niñez y juventud adquieran las más importantes experiencias formativas de su personalidad en el marco de un conjunto de actividades, en las cuales el educando tenga vivencias de acción real y concreta sobre su entorno físico y social.

Entonces, pues, el sólo contar con aulas para clases teórico-intelectuales, es decir, con implicancias formativas parciales, limita la acción del docente a sólo un aspecto, no precisamente el más importante de la personalidad, lo cual sólo permite obtener, luego de catorce años de estudios formales, un joven capacitado para nada y no para integrarse como agente dinámico a la actividad productiva de su comunidad.

Nuevos ambientes tiene que ser incorporados a los centros educativos. Espacios para el huerto, para la crianza de animales menores, para talleres, para la investigación, para la producción de bienes, etc., deben ser requisitos indispensables para autorizar la creación de un centro educativo. En estos espacios, los educandos podrán vivir un rico, diverso, gradual y funcional proceso formativo, realmente integral, desde el acceso al sistema educativo, para actuar como miembros activos de su comunidad, plena y realistamente integrados a su dinámica y absolutamente comprometidos con la solución de sus problemas. Respondiendo, así, al carácter eminentemente transformador de la naturaleza del hombre.

La posesión de dichos ambientes dará oportunidad de enriquecer la acción docente, dándole un significado realmente social. Con un real significado de integralidad.

Por cierto que no pretendemos un Centro Educativo autosuficiente, como viene sucediendo actualmente, centros que, para nada o muy poco, hacen uso de espacios importantes de la Comunidad, en los cuales sería posible organizar experiencias significativas para la formación del educando.

Al contrario, tenemos que reconocer y aceptar que aún cuando poseyeran todos los ambientes necesarios, los Centros Educativos o Instituciones Educativas siempre deberán propiciar el contacto directo y sistemático del educando con su realidad físico-social. Debe reconocerse la necesidad de una complementariedad funcional entre Escuela y Comunidad. No interferirse. Una relación dialógica, interdependiente, sirviéndose mutuamente, es a la que debe darse vida.

Un niño educado en sus circunstancias reales será siempre superior a quien se eduque en un ambiente ficticio.


UN GRAN CENTRO ECOLÓGICO Y CULTURAL

Gabel D. Sotil García

Quiero unir mi voz a las de aquellas personas e instituciones que vienen planteando la necesidad de destinar el espacio que dejaría el actual cuartel militar “A. Vargas Guerra”, al trasladarse a una nueva ubicación, a un gran parque que brinde múltiples servicios de carácter cultural, turístico, educacional, ecológico, etc. a esta indeteniblemente creciente ciudad, que viene empeñándose en renegar cada vez más de sus orígenes forestales.

En artículo que publicáramos tiempo atrás bajo el título “¿Iquitos, hacia dónde vas?”, en este mismo semanario, expresábamos: “Iquitos, así lo sentimos, viene asumiendo su autoconstrucción como ciudad tomando referentes exógenos, guiada por moldes percibidos como superiores por el hecho de no portar mensajes de los pueblos originarios de esta región; olvidando, por cierto que en nuestro entorno ecológico y sociocultural disponemos de suficientes elementos inspiradores para construirnos en forma más coherente con nuestra heredad espiritual y ecológica”.

Lo cual consideramos nada inteligente, pues si tenemos la enorme ventaja comparativa de estar en un “mundo exótico”, que es foco de atracción turística por sí solo, lo natural e inteligente sería profundizar nuestro exotismo construyéndonos como una “ciudad diferente”, con su propia personalidad, con su propio y peculiar mensaje para quienes vienen a vernos y para orgullo nuestro. No querer construirnos como otra ciudad más, sin originalidad, sin personalidad propia. No una ciudad copia”.

Ello explica que hoy Iquitos ciudad carezca de espacios en los que podamos enaltecer, fortalecer y disfrutar de las manifestaciones de nuestra diversidad cultural, de nuestra forestalidad, de nuestra predominante naturalidad.

Nuestra propuesta es que debemos construir un Centro Ecológico y Cultural, destinado a brindarnos servicios:

◦ De recreación y turismo, tanto para nosotros como para los visitantes nacionales y extranjeros, que quieren disfrutar de la belleza paisajística, conocer nuestras manifestaciones culturales, así como nuestra historia regional y nuestros aportes a la cultura universal: artísticas, lingüísticas, instrumentales, lúdicas, etc. En su función recreativa servirá como lugar de esparcimiento donde la comunidad local y turística puedan concurrir para recrearse practicando actividades deportivas, recreacionales, festivas, etc.

◦ Ambientales: producción de oxígeno, amortiguamiento de las altas temperaturas generadas por el cemento y la circulación de vehículos, así como la absorción del monóxido de carbono, y otros gases nocivos para la salud social, etc.

◦ Educativos, pues podríamos transformarlo en un escenario excepcional para el conocimiento de nuestra biodiversidad y de las manifestaciones culturales que conforman nuestra riqueza espiritual. Tendríamos en este centro el laboratorio más cercano, vívido para la educación de las nuevas generaciones, pues serviría para realizar actividades de observaciones de la naturaleza, caminatas ecológicas (de disfrute de la naturaleza) por parte de los profesores/as con sus alumnos/as y de la colectividad misma.

◦ Servicios académicos en ambientes especiales que debemos crear para actividades tales como seminarios, convenciones, congresos, exposiciones, lectura, etc. para las cuales la ciudad no cuenta con lugares adecuados.

◦ De preservación de especies biológicas (florísticas y faunísticas) conformantes de nuestra diversidad.

◦ De investigación científica en la gama que ofrece la diversidad de nuestros recursos en los campos natural y social.

◦ De conocimiento de los recursos naturales: alimenticios, de intercambio, medicinales, industriales, ornamentales, etc.

Como muy bien dice el Colegio de Ingenieros de Loreto: “No desperdiciemos, por afanes subalternos e inmediatistas, esta gran oportunidad de dejar un legado vital a las generaciones venideras y futuras, diseñando una ciudad que sea económica y ecológicamente sostenible…”, en comunicado de reciente publicación, en este mismo semanario.

Por lo tanto, un centro como el que acabamos de describir tendría otro valor ecológico: factor de prevención y protección para esta urbe que, indudablemente, va a seguir creciendo, hacinándose y llenándose de cemento, si es que no cambian los actuales paradigmas de quienes toman las decisiones en materia social.

Por otra parte, hasta hoy, Iquitos no ha sabido honrar sus orígenes ni su esencia sociocultural y ecológica. No hemos sabido dedicar, con la debida prestancia, una calle, un monumento, una plaza, etc. al Amazonas o al Paranaguasú, como lo llamaba la Gran Nación Omagua. No tenemos un escenario donde podamos contemplarnos construyendo nuestra historia, donde nos veamos como protagonistas sociales de un devenir nacido de nuestro propio ser cultural.

Hacemos nuestra vida cotidiana alejados del contacto con la naturaleza y hemos olvidado cómo debe ser tratada, pues hoy día las relaciones que establecemos con ella constituyen verdaderas agresiones a su paz, a su belleza, a su diversidad, a su armonía, a su integridad, a su pervivencia, etc. Tampoco contamos con un escenario donde nos percibamos como los creadores de la riquísima cultura que poseemos, donde vivamos el orgullo de ser protagonistas de una hermosa y valiosa tradición cultural, toda ella original, sin copia, sin imitaciones.
Por todo lo dicho, considero una obligación moral, de compromiso con nosotros mismos, el transformar, cuando la oportunidad se presente, al que es hoy el Campamento “Alfredo Vargas Guerra” en un hermoso centro o parque, como lo ha denominado el periodista e historiador Luis Tafur Rengifo, en el cual se exprese, dinamice y proyecte nuestra esencia cultural de raigambre forestal, donde reivindiquemos nuestros orígenes, valoremos nuestro presente y construyamos nuestro futuro.

Artículo publicado en semanario KANATARI, 06 – 05 -07


NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL Y LINGÜÍSTICO


Gabel Daniel Sotil García

Otra de las grandes riquezas que tiene nuestra selva en su diversidad cultural y lingüística. Son más de sesenta los mundos culturales que todavía existen en esta extensa región amazónica peruana, que coexisten con la cultura de origen euro-occidental. Claro que esta coexistencia no es ni armoniosa ni pacífica.

Desde que se pusieran en contacto los mundos culturales indígenas con el mundo cultural alienígena, profundos enfrentamientos se han producido, con diversos resultados para aquéllos. En estos enfrentamientos étnicos muchas culturas indígenas se han debilitado, algunas desaparecieron, pero otras siguen ofreciendo una dura lucha para no ser destruidas.

Aguarunas, Huambizas, Achuales, Chayahuitas, Cocama-cocamilla, Ticunas, Yaguas, Huitotos, Shipibos, Candoshi, Asháninkas, Quichuas, Boras, Piro, Matsés, etc., son sólo algunos de los Pueblos componentes de ese complejo universo cultural que ocupa toda la extensión selvática de nuestro país, desde algunos milenios atrás.

Cada uno de ellos posee su propia riqueza en valores, formas de vida (alimentación, vestidos, viviendas, costumbres. Etc-), tradiciones, aspiraciones, religiones, mitos, creencias. Y su propio idioma.¡Qué riqueza más grande!

A ello se le agrega la presencia de los grupos humanos mestizos generados en la dinámica histórica de los últimos cinco siglos. Estos también han hecho sus propias creaciones. Herederos del potencial espiritual-cultural nativo, los Pueblos Mestizos han enriquecido el panorama cultural amazónico desde su propia perspectiva histórica.

Aporte invalorable el de los pueblos indígenas y mestizos a la cultura universal que, sin embargo, queda al margen de la actual educación regional.

Embelesados y cautivados por la cultura eurógena, no nos preocupamos por conocer esa riqueza mayúscula que poseemos y que está circulando en nuestro ambiente sociocultural de múltiples formas e intensidades.

Ignorada y despreciada, sin embargo, es la que actúa desde nuestra interioridad, aunque nos empeñemos en creer que no es así. Víctimas de un agudo proceso de alineación, de pérdida de identidad cultural, nos esforzamos por parecer lo que no somos en realidad.

Y esto vale tanto individual como socialmente. Bajo la carapa (caparazón, cubierta) del ser modernos, ocultamos tanto nuestra ignorancia de los valores indígenas y mestizos como el desprecio a nosotros mismos. Ocultamos nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestro idioma...Y hasta nuestros apellidos, a lo cuales hasta los metamorfoseamos.

¿Por qué esta situación?

Son muchos los que tienen que ver en la respuesta a esta interrogante.

Pero, nos referiremos sólo a uno de esos involucrados: la educación, tanto forma como informal.

Claro que la educación no se hace por sí sola. Ella es el producto de decisiones sociales. Y, precisamente por ello es que es necesario que digamos cuánto de culpa tiene en esta situación.

Es muy fácil que constatemos la gran ignorancia que hoy poseemos acerca de las culturas indígenas de la región. Viviendo aquí en la Selva, somos quienes más ignoramos nuestra riqueza cultural. Los textos escolares nacionales apenas si hacen referencias superficiales y anecdóticas a nuestra realidad cultural. Nada de lo esencial. Lo indígena es para la exportación. Es turístico, y nada más. No tiene otro valor.

Es esa la actitud predominante en los centros educativos.

Allí nuestros niños no aprenden a conocer, respetar y cultivar el aporte cultural regional. Antes bien, a despreciarlo.

Conocemos más de leyendas griegas o de dioses greco-latinos quede los de nuestras culturas. Los idiomas nativos no son usados como instrumentos de educación, como elementos portadores de culturas, como expresión de nuestro potencial creador. Los dioses que conforman el panteón indígena son unos grandes desconocidos. En resumen, nada de nuestras creaciones, indígenas y mestizas, figura como contenido educativo.

En los grandes centros urbanos selváticos cada vez más de viene respirando una atmósfera indefinida, “universal”, que es lo más próximo a no ser nada. Por allí entran aportes culturales externos, asumidos sólo por el hecho de ser extranjeros. Y la escuela los enfatiza y consolida. Ella es un Amazonas a la inversa. En vez de formar su caudal con lo que viene de nuestra interioridad, lo forma con lo que viene de afuera. Y lo distribuye hacia todos los caseríos y comunidades de nuestra región.

Entonces, la gente prefiere usar términos y expresiones que, según su creencia traducen superioridad frente a los demás. “Center”, “music”, “compact disc”, “Merry Christmas”, “service”, etc. préstamos lingüísticos innecesariamente efectuados, traducen el desprecio que vamos acumulando hasta del propio idioma castellano.

Estos términos, frecuentemente utilizados son la expresión de que algo más que grave está sucediendo en nosotros, tanto individual como socialmente. ¿Es, acaso, superior la palabra “music” a nuestra palabra “música”? No lo es objetivamente, pero en muchas mentes ya lo está siendo. Urge, pues, que con la mayor urgencia nos decidamos a defender nuestro patrimonio lingüístico y cultural, por su riqueza intrínseca y por lo que significa como aporte creador a la cultura universal. Nada hay de despreciable en él. Todo lo contrario.

sábado, 5 de mayo de 2007

LA CONSTRUCCIÓN DE UN IMAGINARIO FORESTAL

LA CONSTRUCCIÓN DE UN IMAGINARIO FORESTAL
Gabel D. Sotil García

Uno de los aspectos de mayor trascendencia para la actuación de las personas dentro de su comunidad está constituido por el conjunto de imágenes mentales que se construyen a lo largo de la vida, por efecto de la confluencia de variados factores. Esto, que constituye el imaginario individual y colectivo en una determinada sociedad, tiene un componente fundamental referido a la percepción de su entorno ambiental.

Es de la calidad de este imaginario que depende, también, la calidad de la actuación de cada persona respecto a su ambiente. Por ello es que es de suma importancia dar una mirada a esas imágenes colectivas que hoy rondan en nuestras mentes, si queremos detener o morigerar los efectos destructivos que venimos generando en nuestro ambiente amazónico.

En el nivel nacional, es evidente, la palabra selva tiene connotaciones muy diversas, que nos llevan a imaginar o representarnos un espacio sin mayor importancia para nuestro país (pensemos en los 777 000km2 de territorio selvático que hemos cedido a los vecinos), sumamente despoblado o un “inmenso vacío demográfico” (pensemos en los diversos proyectos de colonización agraria de esta región promovidos por las esferas oficiales o espontáneos, para poblarla con personas nacionales o extranjeras o la subasta de los bosques, sin conocimiento ni participación de las poblaciones afectadas, etc.), con recursos inagotables que sólo deben ser extraídos para exportarlos (la selva “es la despensa del Perú”), un espacio aún disponible para la conquista o que es el infierno verde, etc. En suma, no se ha aprendido a percibir a nuestra región como lo que es: un espacio también peruano, esencialmente forestal, ocupado por poblaciones que manejan criterios muy propios, con enormes potencialidades ecológicas y socioculturales, diferente al resto del país, que requiere una política promotora, coherente con sus características.

En el nivel interno, pero sólo en el ámbito de la cultura mestiza, que es la que tiene excluyentemente el poder político, falsas imágenes mentales gobiernan la actuación de quienes la conforman (con mayor peligrosidad aún en las esferas del poder administrativo, una de las caras del poder político). Se sigue viendo a nuestra región “carente de bosque” (el bosque real no hemos aprendido a percibirlo; en todo caso, hay que destruirlo para hacer casas, grandes extensiones agrícolas o grandes ciudades), una futura región agraria (tenemos Ministerio de Agricultura, no Forestal), que requiere de innumerables carreteras (aún no vemos los ríos, que hacen que ésta sea la región más intercomunicada de todas en nuestro país), de exclusivo dominio de las sociedades mestizas (ni en las decisiones para planificar nuestro desarrollo regional tomamos en cuenta a quienes mejor conocen al bosque: los indígenas), etc. Es decir, un imaginario impuesto, artificial, falso, destructivo, etc. es el que hoy rige nuestros comportamientos sociales, con las consecuencias que fácilmente podemos constatar en la actualidad.

En fin, por la importancia que tiene en la cotidianeidad de nuestra actuación como ciudadanos comunes y corrientes, como en el diseño de políticas coherentes con nuestras características regionales, por parte de las personas con la respectiva autoridad, consideramos necesario poner un especial esmero en la sustitución de tales imágenes, tanto a nivel nacional como interno, y fortalecer la construcción, tanto desde la educación formal como de los medios de comunicación social, de un imaginario propicio para una acción social que garantice la defensa y preservación de las riquezas ecológicas, paisajísticas, sociales y culturales de esta hermosa región, tal y como lo tienen los Pueblos Indígenas .

Imágenes que correspondan a lo que realmente somos como unidad diversa, con potencialidades que tenemos que aprender a descubrir, valorar y aprovechar constructivamente, para beneficio de todos quienes habitamos en ella.

De ese imaginario va a depender que sigamos contando o no indefinidamente con nuestra región como un emporio forestal, propicio para una vida humana superior de todos los Pueblos y Culturas que la habitan.

viernes, 4 de mayo de 2007

HABLEMOS DE LA AMAZONÍA


HABLEMOS DE LA AMAZONÍA

Lo que conocemos como AMAZONÍA es una extensa región de 5’750 000 Km2, ubicada en el sub-continente llamado AMÉRICA DEL SUR o Sudamérica, que tiene como arteria principal a ese gran colector hídrico llamado AMAZONAS, en donde desembocan, directa o indirectamente, miles de riachuelos, quebradas y ríos del PERÚ, ECUADOR, COLOMBIA, BRASIL, BOLIVIA, SURINAM, GUYANA Y VENEZUELA.
El nombre AMAZONÍA deriva, precisamente, del
nombre AMAZONAS, que se le dio al gran río, el más caudaloso y más largo entre todos los ríos de nuestro planeta. Río que, en 1500 fuera denominado “Mar Dulce” por la Corona Española, al ser descubierto por Dn. Vicente Yáñez Pinzón en su desembocadura y, luego, desde 1542, al ser descubierto miles de kilómetros más arriba de su curso, por Dn. Francisco de Orellana, se llamaría AMAZONAS. Pero, para esas fechas, ya este gran río era nexo de comunicación entre las grandes y milenarias naciones indígenas, al que denominaban, en idioma tupí-guaraní, PARANAGUASÚ, que se traduce por “El Gran Río” o “Rey de las Aguas”. (*) (Paraná: Río)

Hoy, la inmensa cuenca formada por este río y sus innumerables tributarios, constituye la reserva más grande de agua dulce con que cuenta la humanidad.

Es bueno que, para un mejor conocimiento y comprensión de ella, tengamos en cuenta estas palabras referidas a toda la cuenca amazónica: “La historia de la Amazonía tiene raíces antiguas. Mucho antes de la llegada de españoles y portugueses, la vastedad amazónica –desde las estribaciones andinas hasta la desembocadura del río Amazonas- era habitada. En ella existieron grandes culturas, que desarrollaron una agricultura avanzada y un arte notable y, también, numerosas y diversificadas culturas forestales que durante milenios supieron mantener una relación armoniosa y productiva con la naturaleza. La ocupación europea estableció actividades marcadamente distintas de las de los pobladores originales. Los europeos se consagraron a la búsqueda de “El Dorado y, más tarde, a la explotación de los recursos naturales de aquella tierra que llamaron “virgen” a pesar de la presencia de nativos. Este espíritu continuó prevaleciendo después de la independencia, cuando se inició el desarrollo de la agricultura y la ganadería así como la explotación forestal. Se deforestaron más de cien millones de hectáreas para dedicarlas a pastos y cultivos, las que están ahora en su mayoría degradadas y abandonadas ... Los bosques también fueron degradados por la explotación forestal. La vida silvestre fue diezmada y los ríos contaminados por actividades humanas, en especial la minería. En consecuencia, la Amazonía, en vez de desarrollarse, sufrió un proceso de conquista, colonización y explotación...” (**)

En nuestro país, la región amazónica, nuestra región, se ubica en la parte oriental (hacia el Este) de la Cordillera de los Andes, hacia donde discurren las aguas de infinidad de ríos, algunos de los cuales nacen en el interior mismo de los Andes, pero que cortan a algunos de sus ramales en los denominados PONGOS (del quechua PUNKU, puerta), antes de llegar al llano o planicie amazónica, llamada también SELVA BAJA o REGIÓN OMAGUA (“La región de los peces de aguas dulces”, en idioma tupí-guaraní). Otros ríos nacen en el mismo llano amazónico, desplazándose de sur a norte algunos y otros, de norte a sur, para llegar a tributar, como un homenaje de reconocimiento a su grandeza, sus aguas en el Amazonas, “Monarca de los Ríos”, “Majestad Infinita”, así denominado por poetas y compositores amazónicos.

En nuestra AMAZONÍA o REGIÓN AMAZÓNICA PERUANA, están comprendidos los departamentos de LORETO, UCAYALI, MADRE DE DIOS y SAN MARTÍN, íntegramente. Parcialmente lo están: AMAZONAS, HUANUCO, JUNÍN, PASCO Y CUSCO.

En esta extensa región de 779 379 Km2., aproximadamente, que cubre el 61% de nuestro territorio nacional, es en donde nos encontramos haciendo nuestra vida individual y social. Todo un espacio sembrado de potencialidades que hasta hoy no hemos aprendido a interpretar. Un espacio que se nos abre como una gran interrogante, a la que debemos dar las respuestas apropiadas.

Es ella la que representamos, en nuestros mapas, con un intenso color verde, que colocamos en todos los centros educativos del país, en las oficinas de los Ministerios, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, etc., a pesar de lo cual aún no es vista como un referente para tomar decisiones, pues hasta hoy, todo cuanto se decide respecto a ella, colisiona con su realidad, puesto que quienes las toman, desconocen sus características.


Es esta prodigiosa inmensidad (sólo la provincia de Maynas es casi cuatro veces más grande que el departamento de Lima) la que tenemos que aprender a conocer, amar y defender. Es esta, a la que llamamos REGIÓN SELVÁTICA o AMAZONÍA PERUANA o simplemente SELVA, que abarca casi dos tercios de la extensión de nuestro país, razón más que suficiente para que el PERÚ sea denominado PAÍS AMAZÓNICO, contundente verdad aún no aceptada por quienes detentan el poder en su centro hegemónico, lo cual sólo puede ser revertido cuando el centralismo sea sólo un triste y doloroso recuerdo en nuestra historia nacional y regional. El reconocimiento del nuestro como un PAÍS AMAZÓNICO, traerá trascendentales consecuencias tanto para nuestra región como para nuestro país todo, siempre y cuando sea asumido con políticas que no repitan los errores que históricamente hemos cometido.


(*) Dávila D., Javier; Amazonas, río planetario, Iquitos, 1992
(**) Comisión Amazónica de Desarrollo y Medio Ambiente; AMAZONÍA SIN MITOS; BID- PNUD- TCA, págs. XI – XII.

DIAGNÓSTICO DE LA REGIÓN LORETO

DIAGNÓSTICO DE LA REGIÓN LORETO:

INFORMACIÓN PARA FUNDAMENTAR UNA NUEVA EDUCACIÓN

GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA, IQUITOS, 2006

DATOS REFERENCIALES DE LA REGIÓN LORETO

• EXTENSIÓN: 368 851 km2 (28.7 % de la superficie del Perú)
• POBLACIÓN ESTIMADA: 950 000 hab. (Maynas: 544 285, Iquitos:400 000)
• DENSIDAD POBLACIONAL: 2.46 h/KM2
• TASA INCREMENTO: 3 % anual (50 hab. / día)
• DEMANDA EDUCATIVA (2003: Pob. entre 03 – 24 años): 541 772 hab.
• ATENCIÓN EDUCATIVA: 327 910 ( menos del 60 %)
• ESCOLARIDAD: NIVEL URBANO: VARONES : 7.1 grados MUJERES: 6.0 grados
NIVEL RURAL: VARONES: 5.0 grados MUJERES: 3.6 grados
• UBICACIÓN ECOLÓGICA: BOSQUE HÚMEDO TROPICAL
• RITMO DE DEPREDACIÓN DE SUS BOSQUES: Entre 40 000 – 50 000 has./año
• SITUACIÓN ECONÓMICA: 49 distritos: 33 extrema pobreza, 16 pobreza
• SUELOS: 3.3 % vocación agrícola, 6.5% pastos 91.2% uso forestal
• DESNUTRICIÓN CRÓNICA NIÑOS MENORES DE 3 AÑOS: 39.2 %
• CALIDAD EDUCATIVA: MUY BAJA
• ETNIAS: 34 Pueblos Indígenas.

APROXIMACIÓN FODA A LA REGIÓN LORETO

I. FORTALEZAS REGIONALES:

· Eminentemente forestal, con diversidad de ambientes abundancia de recursos naturales renovables y belleza paisajística
· Predominantemente pluricultural y multilingüe,
· Con un grandioso potencial de conocimientos tradicionales aún no valorados
· Diversidad paisajística
· Con pueblos y organizaciones indígenas activas en la creación cultural y el reclamo de sus derechos.
· Una historia rica en acontecimientos y respuestas creativas.

II. OPORTUNIDADES REGIONALES:

· Interés de la comunidad científica y financiera internacional por el conocimiento y la preservación de la diversidad ambiental, biológica y socio-cultural, lo que implica grandes posibilidades de inversión y apoyo financiero,
· Influencia de los movimientos ecologistas e indigenistas mundiales
· Posesión de una red hidrográfica que intercomunica a toda la región
· Adelantos científicos y tecnológicos disponibles para la comunicación y el ordenamiento administrativo.
· proceso de descentralización y regionalización político-administrativa

III. DEBILIDADES REGIONALES:

· Profundo desconocimiento de nuestra realidad que ha originado:
o una falsa percepción de la misma,
o una relación tergiversada de la sociedad mestiza y
o vigencia de mitos ideológicos que impiden su real percepción
· Economía primaria, con predominio del sistema extractivo-mercantilista de carácter exportador,
· Hegemonismo excluyente de la cultura mestiza con la consecuente marginación de los pueblos originarios,
· Relación jerárquica y conflictiva entre cultura mestiza y las culturas nativas, que se expresa en el racismo y sus diversas formas.
· Predominio de relaciones injustas al interior de la propia cultura mestiza, que se expresa en pobreza y sus secuelas: altos índices de desocupación, desnutrición, inequidades, etc.
· Intenso proceso migratorio campo –ciudad (despoblamiento del campo) y de la costa y sierra.
· Intenso proceso de depredación material y espiritual.
· Acentuada actitud dependiente e indiferencia frente a los problemas regionales de la población mestiza.

IV. AMENAZAS REGIONALES:

· Fortalecimiento del imperialismo económico- político internacional, disfrazado de globalización,
· Gobiernos nacionales que aún no perciben la importancia de nuestra región en cuanto a sus re cursos estratégicos (agua dulce, germoplasma, recursos naturales, medicinales, alimenticios, etc.)
· Falsa percepción externa de que aún somos un escenario de conquista ideológica, política, eco nómica, religiosa, etc.

DIAGNÓSTICO SECTORAL: Hacia dónde mirar para tomar decisiones curriculares

I. La situación forestal y los recursos naturales:

• Suelo con vocación forestal: > 90 %
• El bosque: víctima de prácticas de predatorias
• Expresiones: deforestación, degradación de su suelo, sobre-explotación de recursos, contaminación, extinción de especies, etc.
• No hay uso óptimo de nuestros recursos naturales
• Hay un profundo desconocimientos de nuestras potencialidades eco - turísticas, alimenticias, industriales, etc.
• Prácticas económicas incompatibles con nuestras características (extractivismo),
• Olvido de la sabiduría nativa acerca del bosque,
• Necesidad de revalorar la sabiduría ancestral para incorporarla a los nuevos descubrimientos científicos.
• Necesidad de una educación forestal para el conocimiento y el uso social de los recursos naturales.

II. La situación cultural y los Pueblos Indígenas:

• Nuestra diversidad cultural o es desconocida o es minusvalorada; aún es percibida como causa de atraso
• Desde la cultura mestiza: Pueblos Indígenas vistos con prejuicios racistas (relación jerárquica),
• Aún no son reconocidos y aceptados por los miembros de la cultura mestiza,
• Marginados del poder, no son tenidos en cuenta en las acciones en las que se decide el desarrollo regional,
• Muchos de ellos están en peligro de extinción,
• Aún son percibidos como pueblos a ser conquistados,
• Vienen luchando por sus reivindicaciones: educación propia, reconocimiento de sus territorios, derecho a decidir su propio desarrollo.
• Tanto la educación intercultural como la educación bilingüe no adquieren mayor importancia.

III. La situación sanitaria y nutricional:

• Indicadores de salud sumamente negativos, falta de saneamiento ambiental,
• Elevados índices de desnutrición, morbilidad infantiles, anemia, parasitosis, mortalidad materno-infantil
• Predominio de una dieta basada en carbohidratos, con gran deficiencia proteica
• Vigencia de prejuicios respecto a los alimentos nativos,
• Carencia de servicios médicos y de salud: no hay botiquines, ni postas en cantidad suficiente.
• Muy deficiente asignación presupuestaria.
• No se enseña ni a alimentarse ni a cuidar la salud ni a trasnformar los recursos.
• La escuela viene actuando sin dar importancia al tema de la salud.
• Profundo desconocimiento del potencial medicinal (la selva: la farmacia más grande)

IV. La ocupación territorial y la dinámica demográfica:

• El 95% de los núcleos demográficos tiene menos de 500 habitantes,
• Mas del 70% de la población está concentrada en menos del 1% de núcleos poblacionales.
• Pueblos y caseríos dispersos, mayoritariamente en los cantos de los ríos y cochas.
• Indetenible migración campo-ciudad
• Peligroso despoblamiento de las zonas de frontera: cerca de cuatro mil kilómetros (3980),
• Acción expulsora de la escuela rural,
• Crecimiento desordenado de los núcleos urbanos: condiciones sanitarias deprimentes.
• Carencia de un plan de desarrollo urbano y rural integral.
• Área rural aún no visualizada como zona estratégica para nuestro desarrollo: somos una región eminentemente rural

V. La situación organizativa de las comunidades rurales:

• Existencia de graves conflictos organizacionales en la mayoría de comunidades mestizas,
• Imposibilidad de lograr consensos en cuanto a la solución de los problemas comunales,
• Carencia de servicios básicos
• Predominio de una actitud dependiente respecto a las ciudades e instituciones estatales y privadas: producto del asistencialismo,
• Bajos o nulos niveles de capacitación para el desarrollo de proyectos productivos comunales,
• Presencia de prácticas destructivas en el trabajo social que alimentan el conformismo y la dominación: consumo de aguardiente, compadrazgo, habilitación, etc.
• Comunidades no miran a su entorno como el referente fundamental para construir su desarrollo,
• Existencia de un substrato psicológico tradicional que posibilita el trabajo comunal: la minga

VI. La dinámica económica y el uso de nuestros recursos:

• Desconocimiento del potencial de recursos que posee la región que origina un inadecuado uso o subutilización de los mismos (uso tradicional)
• Vigencia de mitos ideológicos condicionantes de las actividades económicas: sólo somos una región exportadora, tenemos recursos inacabables, nuestro desarrollo regional sólo podemos lograrlo exportando materia prima, etc.
• Predominio del extractivismo mercantilista de carácter exportador, con consecuencias depredantes, ambiental y culturalmente.
• Prácticas agrícolas, pecuarias, industriales, que no tienen en cuenta las características de nuestro bosque,
• Las instituciones educativas no toman en cuenta las características y necesidades de nuestra región para formar el potencial técnico y profesional

VII. La situación psicológica y el rol de los mitos ideológicos

• Somos herederos de una visión dicotómica y racista de nuestra sociedad,
• Percepción prejuiciosa de indígenas y ribereños (causa de nuestros atraso, haraganes, ignorantes, etc.)
• Somos víctimas de una actitud jerarquizante y contradictoria de nuestras relaciones: actuamos como dominantes y dominados a la vez.
• Fuerte presencia de mitos ideológicos: inferioridad de los pueblos indígenas, incapacidad e ignorancia del nativo, inagotabilidad de nuestros recursos, fertilidad prodigiosa de nuestro suelo, etc. que generan una falsa percepción y una relación tergiversada con nuestra realidad.
• Aún no hemos construido una identidad cultural definida.
• Vigencia de un imaginario colectivo eminentemente de origen forestal y acuático con fuerte presencia del mensaje indígena.

VIII. La situación de la educación:

• Predomina la visión tradicional individualista, teoricista y enciclopedista.
• Tiene carácter etnocéntrico, homogeneizante y centralista
• Impertinente, desligada de los intereses regionales y no involucrada en el mejoramiento de la calidad de vida social (desarrollo regional)
• Fortalecedora del extractivismo mercantilista y, por lo tanto, es destructora de nuestro ambiente y diversidad cultural,
• Propulsora de la migración rural
• Alienante y destructora de las fuerzas psicosociales de las comunidades
• Promueve la indiferencia frente a los problemas sociales, sanitarios, nutricionales, organizacionales, económicos, culturales, etc. de las comunidades.
• Privilegia el mensaje urbano y eurógeno, en detrimento del mensaje regional

En resumen:

Es una educación antiamazónica en lo más trascendente de sus consecuencias.

miércoles, 2 de mayo de 2007

ALEGRE AMANECER

ALEGRE AMANECER
Prof. Gabel D. Sotil García
Cobija
el árbol en su fronda
las gotas
del rocío matinal.

Cantan
las aves su alegría
elevando
sus trinos de cristal.

Es la hora
en que en el aire ronda
la frescura
de la brisa forestal.

Es la hora
de la tierna melodía
que cantan
las crías del nidal.

Ya se enciende
el alba luminosa
irradiando
su belleza por doquier.

Ya despierta
la algarabía prodigiosa
anunciando
un alegre amanecer.

LAS NUBES

LAS NUBES


CUAL ALADAS BALSAS
QUE SURCAN EL RÍO AZUL
LAS NUBES SE VAN VOLANDO
DISFRUTANDO LA INFINITUD.



A VECES PASAN LENTAS
A VECES PASAN RAUDAS
 A VECES PASAN GRISES
Y TAMBIÉN DE MIL COLORES.

CON SUS VUELOS VELEIDOSOS

PARECEN MARIPOSAS
QUE ADORNAN MUY VISTOSAS
LAS HORAS VESPERALES.



Y CUANDO ASOMAN DELEITOSAS
EN LAS HORAS MATINALES
SE PARECEN A MIS SUEÑOS
QUE SALEN A PASEAR.

Prof. Gabel Daniel Sotil García

MI CANOITA

MI CANOITA




Gabel D. Sotil García
Fuiste ayer arbolito
que creció allá en el bosque,
hoy, linda canoíta
que me llevas a estudiar.
Llévame, canoíta,
llévame a pescar,
surcando por el río,
por las cochas y el bajial.

En noches de Luna blanca,
cuando el Sol ya se ocultó,
tú me llevas canoíta,
dulce ensueño forestal.




Llévame canoíta,
llévame a jugar,
con los bufeos saltarines,
con la luz del nuevo Sol.


    

                                            Bogando con mi remo
nos iremos a buscar
la ciudad del Yacuruna
el reino del manatí.

Llévame, canoíta,
llévame a soñar,
allá por las quebradas,
la sacarita y el tahuampal.



Nota: acuarelas de artista José Morey Ríos.

MIJANO PRODIGIOSO

MIJANO PRODIGIOSO
El mijano: acuarela de J. Morery

Prof. Gabel D. Sotil García

Ya vienen saltarines
los peces por el río;
ya pasan juguetones
alegrando el caserío.

Incansables van surcando
tejiendo filigranas,
brillantes de alegría
con el sol de la mañana.

La euforia los domina
en horas de tormenta;
juegan con las olas,
juegan con el viento.

Así es el mijano
que pasa tumultuoso
tarde, noche o muy temprano
por el río prodigioso.

PARA CONSTRUIR UNA ESCUELA RURAL DE CALIDAD EN NUESTRA REGIÓN

PARA CONSTRUIR UNA ESCUELA RURAL DE CALIDAD EN NUESTRA REGIÓN
Prof. GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA

Dado el exacerbado centralismo que venimos observando en estos momentos, nuestra respuesta debe ser profundizar la regionalización de la educación. Esta tarea la debemos emprender para transformarla en el instrumento que impulse y oriente el desarrollo de nuestra región. Desarrollo que tiene que iniciarse potenciando las capacidades de nuestros educandos para que sean capaces de contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de todos los que vivimos en esta región y, por ende, en todo nuestro país. Para ello, es necesario que todos asumamos la parte de las responsabilidades que nos corresponden.

Nuestra convicción es que la educación debe tener como punto de partida nuestra realidad. Es decir, nuestros niños y niñas deben, en el proceso educativo, ir formándose en el conocimiento progresivo de la realidad regional, conocimiento a partir del cual deben asumir el de nuestra realidad nacional hasta llegar al nivel mundial. Con ese trasfondo formativo, serán capaces de asumir el protagonismo social con una actuación guiada por los más altos valores y mejores actitudes. En consecuencia, será en cada una de las comunidades rurales de nuestra región en donde germinará nuestro desarrollo social con el rostro más auténticamente humano.

Este artículo no pretende sino contribuir con este propósito, en calidad de un cuerpo de sugerencias para estimular las ansias que todos los y las docentes tenemos de ver a la educación plenamente imbricada en el proceso de desarrollo regional. Por ello, hacemos llegar a nuestros y nuestras colegas, en especial del área rural, las siguientes propuestas.

I.- “EN LA ESCUELA APRENDEMOS A CONOCER A NUESTRA COMUNIDAD”

REFLEXIÓN:
El conocimiento de la comunidad es de suma importancia para que los educandos se ubiquen en su realidad. Para que tomen conciencia del lugar en que hacen su vida cotidiana. Este conocimiento lo pueden lograr a partir de libros o documentos escritos, pero ello no remplaza la observación sistemática de la misma (tengamos en cuenta que el material bibliográfico circulante en las instituciones educativas tiene como referentes a otras realidades). Es, precisamente, ésta tu labor: orientar a los niños para que conozcan bien su comunidad, pueblo, caserío y su entorno. Rescata los usos y costumbres de la comunidad; esfuérzate para que este conocimiento sea hecho de acuerdo a la edad y grado de tus educandos. Ello requiere que tú mismo te prepares para mirar tu realidad de una mejor manera; es decir, superando el nivel empírico que tienen ellos y que no les permite asumir su complejidad, ni tampoco elaborar proyectos de desarrollo.

SUGERENCIAS:
Planifica acciones para que los niños y niñas salgan a observar, en forma sistemática, a su comunidad, pidiéndoles que grafiquen (en croquis o dibujos) la ubicación de calles, cochas, tipishcas, sacaritas, restingas, bajiales, sembríos, bosques, caños, trochas, senderos, caseríos próximos, iglesias, tiendas, etc. para que describan, dibujen, expongan sobre ello. Que organicen excursiones a su iniciativa. Que observen los recursos naturales: la diversidad de animales, aves, peces, reptiles, mariposas, árboles, alimentos, plantas medicinales, peligrosas; que observen los amaneceres, atardeceres, que relacionen unos objetos con otros, unos fenómenos con otros. Que se hagan preguntas y busquen las respuestas acerca de los hechos naturales, sociales y culturales de su comunidad. La organización de las familias, los roles sociales que cumplen diversas personas: padres, madres, vendedores, profesionales, trabajadores, etc. No olvides que cuanto más conozcan los niños y niñas a su pueblo, más lo AMARÁN.

II.- “EN LA ESCUELA APRENDEMOS A AMAR A NUESTRO PUEBLO”
REFLEXIÓN:
El afecto del niño por su propio pueblo o caserío debe ser estimulado desde la intimidad de la escuela a partir de la acción pedagógica, pues será este afecto el que posibilitará que el niño y niña se sientan comprometidos a hacer todos los esfuerzos para que su pueblito o comunidad se desarrolle, es decir, mejore las condiciones de vida para todos, en lo material y en lo espiritual. Mucho de ese afecto dependerá de cómo lo despiertes en tus educandos.

SUGERENCIAS:
Para despertar y estimular este afecto profundo puedes: reconstruir, con su participación, la historia comunal desde el conocimiento que tienen los mayores. Identificar las diversas etapas por las que ha pasado el pueblo, las características que tuvo en cada una de ellas, compararlas con las actuales. Las diferencias y las semejanzas. Los cambios positivos y negativos operados. Hacer entrevistas a quienes puedan aportar a la reconstrucción de la historia comunal: sus mitos, sus leyendas, la biografía y anécdotas de algún personaje de trascendencia comunal. Promover la observación de los componentes valiosos que tiene el pueblo. Las riquezas naturales, históricas, arqueológicas, artesanales, industriales, que tenga. Amplía el conocimiento histórico y geográfico en forma progresiva hacia ámbitos mayores. Trata de que tus educandos tengan una actitud positiva frente a las condiciones de su pueblo y enfatiza la responsabilidad que tienen en el mejoramiento de las mismas. Ellos no deben formarse indiferentes. Incentiva a las personas mayores para que participen en la acción educativa, aportando los conocimientos que tienen por experiencias propias.

III.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A TRABAJAR”
REFLEXIÓN:
El trabajo es la actividad que realizamos para transformar los recursos naturales en bienes sociales para satisfacer las necesidades humanas. Es un valor que debemos inducir en nuestros niños y niñas para que puedan devenir en miembros contribuyentes al desarrollo de sus comunidades. Para ello deben ser formados en una actitud favorable al trabajo estimulando sus capacidades para utilizar herramientas e instrumentos de transformación y acción laboral.

SUGERENCIAS:
Para lograr este propósito de motivar e iniciar a los educandos en la transformación de los recursos de su comunidad puedes promover que observen las diversas actividades laborales que se realizan en la misma: extractivas (hojas, maderas, frutos, raíces, ramas, peces, aves, etc.), de transformación (agricultura, carpintería, ladrillería, artesanías, etc.), de crianza (zoocriaderos, piscigranjas, granjas de aves, etc.). Invitar a quienes ejercen estas actividades en la comunidad para que cuenten a los educandos en qué consisten, cuál es el proceso que siguen u otro tema motivante y orientador y, de ser posible, que puedan enseñarles. Organiza talleres con las herramientas que puedan conseguir. Debes hacer que reflexionen en el rol que deben asumir en la transformación de nuestros propios recursos para contribuir con el desarrollo comunal. Por lo tanto, deben prepararse capacitándose para incrementar la producción a partir de proyectos de huertos familiares y comunales. La pobreza tenemos que combatirla con el trabajo de todos. Vivimos en una región privilegiada por la cantidad y diversidad de recursos naturales, que debemos aprender a aprovecharlos y conservarlos para nuestro bienestar. Es en el aula en donde los educandos deben aprender a transformarlos. Mira tu entorno comunal y te darás cuenta de las nuevas actividades que pueden ser iniciadas.

IV.-“EN LA ESCUELA APRENDEMOS A PRESERVAR NUESTRO AMBIENTE”

REFLEXIÓN:
Nuestro ambiente es el soporte físico en el que hacemos nuestra vida, tanto individual como social. De él obtenemos todo cuanto necesitamos para vivir. Cuanto más saludable sea, mejor vida tenemos; sin embargo, somos nosotros mismos quienes más lo agredimos, causando diversos y graves problemas: lo deforestamos, lo contaminamos, lo sobre explotamos, etc. Por lo tanto, debemos enseñar a nuestros educandos a conocerlo y a cuidarlo, a no agredirlo; a preservarlo en sus riquezas, a defenderlo para que se mantenga sano. No debemos afectar el equilibrio de sus componentes para preservar la diversidad de vida que poseemos en esta región.

SUGERENCIAS:
El cuidado de nuestro ambiente debes inducirlo como un valor a partir de su progresivo conocimiento. La flora, la fauna, el paisaje, la geografía, la dinámica de sus componentes, los problemas que actualmente le afectan, la búsqueda de soluciones, etc. deben incorporarse al currículo. Debes promover el más profundo respeto por el ambiente a partir del conocimiento de la importancia que tiene, de lo que nos provee, de los alimentos que obtenemos: huayos, hojas, raíces, maderas, resinas para curarnos, etc. Promueve un progresivo acercamiento sistemático a la comprensión de la complejidad e interrelación de los componentes del ambiente amazónico y del ambiente particular de la comunidad. No olvides que, para nosotros, en esta región, hablar de ambiente es hablar de nuestro prodigioso bosque y del agua, por los cuales los pueblos indígenas han tenido y siguen teniendo un profundo respeto. Promueve también la observación y el conocimiento de los cambios que se están operando en la comunidad y entorno: la abundancia de peces y la preparación de las chacras, de las purmas y playas para los diversos sembríos. Prevé tu participación y la de los educandos en estas labores, incluyéndolas entre las actividades de aprendizaje. Coordina con los padres y madres de familia para que te apoyen en el desarrollo de los temas que elijas. Da a conocer el valor nutritivo de los frutos y raíces amazónicos: camu camu, aguaje, chonta, chuín, sachainchi, etc.

V.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A RESPETAR A LOS DEMÁS”

REFLEXIÓN:
Todas las personas que vivimos en una comunidad somos diferentes. Y los alumnos y alumnas del aula también lo son. Por eso decimos que somos individuos: no habemos dos personas iguales. Nos diferenciamos por estatura, contextura, color de la piel, de ojos, edad, sexo, idioma, religión, cultura, etc. Pero, esas diferencias no significan jerarquía entre nosotros, pues, esencialmente somos iguales por ser humanos. Por esta razón es que debemos propiciar que nuestros niños se eduquen en el respeto a las diferencias, la mejor manera para destruir el racismo que nos afecta a todos en esta región (y país).

SUGERENCIAS:
En el currículo debes incluir actividades para promover la observación de las diferentes formas de ser de las personas de la comunidad. Que los niños y niñas describan sus costumbres, hábitos, formas de ser, de hablar, de vivir. Comparar con las suyas y las de su familia. Que analicen las diferencias al interior del aula: la manera de ser de cada uno, sus capacidades particulares; inducir el respeto a la diversidad de formas de ser de las personas de la comunidad y del aula. Expresar estas diferencias en dibujos, descripciones verbales. Hacer análisis y tratar de explicar estas diferencias. Precisar el rol de los educandos ante estas diferencias. Los deberes que tienen frente a los demás y frente a sí mismos y su familia. Trata de que el aula sea un escenario de práctica de valores de respeto entre todos, tú mismo tienes que dar evidencias de ese respeto por todas las personas.

VI.- “EN LA ESCUELA APRENDEMOS A DEFENDER Y CONSERVAR NUESTRA SALUD”

REFLEXIÓN:
El niño está expuesto a enfermarse. Si se enferma o no se nutre bien, su organismo se verá afectado, tanto en lo biológico (no crece adecuadamente, se debilitan sus defensas) como en lo psicológico (aprende menos, o con mayor dificultad a pesar de sus esfuerzos, no puede concentrarse, etc). Para no enfermar debe vivir en un ambiente limpio, seguro, debe aprender a alimentarse y a asearse. Para prevenir muchas de las enfermedades y evitar los peligros, el niño debe ser preparado con conocimientos, actitudes y valores apropiados. Sólo así aprenderá a leer mejor, a razonar, a apreciar lo bueno y lo bello, a tener una actitud positiva ante la vida y podrá contribuir con el desarrollo de su comunidad..

SUGERENCIAS:
Incorpora en el currículo información sobre las enfermedades y accidentes que más sufren los niños y niñas del lugar. Coordina con los padres y madres de familia para que ellos también colaboren y aprendan a ayudar al niño a prevenir las enfermedades alimentándose mejor, usando letrinas u otras formas de control de heces, manteniendo limpio el hogar y la comunidad. Las autoridades deben asumir un rol activo en este sentido. Enseña a tratar el agua para que sea limpia y segura. Observa los hábitos y dietas alimentarias. Promueve el uso de alimentos tradicionales nutritivos. No olvides incentivar a las madres a que den de lactar a sus llullitos hasta los seis meses, por lo menos. Pide el apoyo de los profesionales de la salud para que te apoyen en la orientación en este sentido. Que los niños y niñas aprendan a evitar los parásitos, la anemia, la diarrea. Pon atención a las vacunas que deben recibir tus educandos. Visita los hogares para que establezcas una mejor relación con las familias. Y les puedas hacer sugerencias sobre el cuidado de la salud. Involucra al puesto de salud en esta acción.

VII.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A EXPRESARNOS”

REFLEXIÓN:
El ser humano tiene múltiples y diversas formas de expresarse. Para ello utiliza diversos lenguajes: el escrito, el hablado, el mímico, el gráfico, etc. A través de estos lenguajes las personas damos a conocer nuestros sentimientos, nuestras esperanzas. Pintar, recitar, escribir, hablar, tocar un instrumento, crear una poesía, una canción, son las diversas formas en que comunicamos a los demás lo que sentimos, lo que deseamos. Nuestros sueños, nuestras expectativas, salen de nuestro interior y se hacen de la comunidad. Rompemos, así, nuestro aislamiento y nos incorporamos como miembros actuantes y trascendentes a la vida comunal. Estimulando estas diversas posibilidades haces que los educandos desarrollen su creatividad.

SUGERENCIAS:
La fuente primordial para planificar y realizar las actividades para estimular y cultivar las capacidades expresivas de los educandos es la propia realidad comunal y su actividad psicológica. Todo el mensaje social (costumbres, organización, instituciones, etc.), cultural (creencias, tradiciones, mitos, leyendas, sucesos históricos, etc.), estético brindado por la naturaleza, etc. pueden ser utilizados para este propósito. Igualmente, pueden serlo las propias vivencias de los niños y niñas: alegrías, preocupaciones, sueños, interrogantes, etc. en este sentido, deberás poner de tu parte toda tu sensibilidad para orientar a tus educandos. Debes tener en cuenta que cada niño y niña son diferentes, diferencias que debes respetar y estimular. aprovecha el festival del bosque para que tus educandos se expresen declamando, escribiendo, dibujando, cantando, danzando, dramatizando, labrando, construyendo, etc.

VIII.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A ORGANIZARNOS”

REFLEXIÓN:
Muchas de nuestras comunidades se ven afectadas por la desorganización y los conflictos entre familias y personas. Esta situación les impide enfrentar y solucionar los problemas comunes. El resultado es que la comunidad no mejora en su calidad de vida, permaneciendo como estancada a través del tiempo, atrapada por la muyuna de la inercia y la pobreza, a pesar de tener una enorme cantidad de recursos para mejorar su vida. Al contrario, si hay armonía entre los vivientes, les resulta fácil afrontar cualquier problema para mejorar. Esta capacidad de actuar organizadamente se aprende. Y eres tú, colega, quien tiene la responsabilidad de enseñarla, para que cada comunidad mejore su calidad de vida por acción de sus pobladores.

SUGERENCIAS:
Trata de dar protagonismo a tus niños y niñas en la organización de sus actividades. Que analicen los problemas que afectan al pueblo y que ellos mismos elaboren pequeños proyectos para solucionar un problema. Que hablen con las autoridades para hacerles notar estos problemas y reflexionen en el rol que están teniendo en la persistencia de esta situación (para que las autoridades aprendan a escuchar). Que coordinen con personas e instituciones que hacen trabajo social a fin de lograr apoyo. Ellos mismos deben plantear un programa de la escuela para intervenir en la búsqueda de las soluciones. Trata de dar una imagen actuante, como persona y como profesor, en la solución de los problemas comunales, en forma organizada, con plena participación de los educandos y la comunidad. Trata de no marginarte de la dinámica comunal. Incorpórate a ella activamente para que realmente tú y tu escuela sean agentes de desarrollo. Pon atención a las actividades agrícolas y los frutos que se están extrayendo. Enseña a superar diferencias y a resolver conflictos.

IX.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A VALORARNOS”

REFLEXIÓN:
La autoestima o valoración de sí mismo es un requisito indispensable para que cada persona asuma el protagonismo en la construcción de su propia vida. La autoestima da seguridad, confianza en las propias capacidades. Posibilita un comportamiento autónomo, auto controlado, por reglas morales que la misma persona adopta para contribuir con su sociedad. Este sentimiento y actitud se aprenden practicándolo cotidianamente en el aula. Tú, colega, debes ser la mejor guía para que tus niños aprendan a respetarse a sí mismos y, con ello, lograremos que en el aula comience a germinar una nueva sociedad con los más altos valores de respeto a sí mismos, de identidad comunal y cultural. Así, comenzaremos a destruir la alienación de la que somos víctimas en estos momentos.

SUGERENCIAS:
Son múltiples los caminos que puedes recorrer para construir una personalidad autónoma y con alta autoestima en tus educandos. Para ello no tienes sino que promover que se sientan orgullosos de sus nombres, sus apellidos, su idioma, su herencia cultural, sus rasgos físicos. Exponerlos a situaciones en que ejerciten su capacidad de decisión o al logro de un propósito contribuye a convencerlos o a descubrir sus posibilidades de acción. Incentiva el ejercicio de su iniciativa para organizarse, para descubrir problemas o campos de acción, para planificar la búsqueda de soluciones. Los educandos deben vivir la satisfacción de haber cumplido un deber, una buena acción en el aula o en la comunidad. Debes estar atento/a a la actuación social del alumno, es decir, cómo actúa en su casa, en el pueblo, etc. y no sólo en la escuela. No olvides que el verdadero aprendizaje es el que se expresa en la actuación comunal del educando. Organiza un sistema de estímulos para incentivar las acciones positivas.

X.- “EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A JUGAR”
REFLEXIÓN: REFLEXIÓN:
El juego es una dimensión de la actuación de toda persona. En el niño y niña tiene un significado de alta trascendencia y puede ser utilizado para fines formativos, es decir, para que los educandos asuman valores y actitudes positivas frente a sí mismos y frente a las demás personas. Por ello es que el juego es un excelente escenario e instrumento, a la vez, para promover la construcción de una personalidad pletórica de potencialidades. Para un permanente enriquecimiento cognoscitivo, axiológico, comportamental, etc. dentro de su tiempo y sociedad.

SUGERENCIAS:
Tienes a tu disposición todo el universo de ocasiones que la dinámica escolar y comunal te brinda para propiciar la formación de valores y actitudes positivas. En las fiestas comunales o institucionales, en los aniversarios de la escuela, en las celebraciones del calendario cívico escolar, en las competencias festivas, en las excursiones o paseos que organicen, etc. habrá siempre la oportunidad de promover el ejercitamiento de los educandos en los aspectos físico, espiritual, intelectual, etc. con miras a inducir en ellos una vida individual y social saludable en lo material y en lo psicológico. En las competencias no incentives la rivalidad. Induce, en cada uno de tus alumnos y alumnas, que la verdadera competencia es la que tenemos con nosotros mismos, tratando de ser mejores que lo que antes fuimos. Es decir, ser hoy mejor que ayer. Así aseguramos un infinito camino de superación constante de las personas.

EN TORNO A UNA POLÍTICA CULTURAL REGIONAL

GESTIONANDO NUESTRO DESARROLLO CULTURAL

EN TORNO A UNA POLÍTICA CULTURAL REGIONAL
Gabel Daniel Sotil García

Más allá de las disquisiciones que podamos hacer sobre diversos aspectos de la cultura, ella es, en esencia, creación de los seres humanos en respuesta a la satisfacción de sus necesidades en un determinado marco circunstancial o escenario de vida.

En el caso de la región amazónica, caracterizada por la diversidad cultural debida a la presencia de diversos Pueblos con maneras de ser y actuar distintas, tanto de procedencia eurógena (mestizos) como indígenas (nativos), presenta hoy una problemática muy peculiar dentro del contexto nacional, caracterizada fundamentalmente por:

o La vigencia de relaciones jerárquicas entre las culturas mestiza e indígenas,
o Un proceso de imposición de la cultura oficial (mestiza) sobre las culturas nativas, que ya ha causado la extinción y el debilitamiento de muchas de ellas, en el marco de un férreo racismo que afecta todas las relaciones entre ambos universos,
o Vigencia de un substrato cultural nativo que se manifiesta en expresiones diversas (lingüísticas, religiosas, artísticas, técnicas operativas, costumbres, mitos, etc.), que son componentes de nuestra identidad.

Es, precisamente éste, el panorama situacional que debe ser tenido en cuenta para diseñar un cuerpo de políticas referidas al campo cultural, que nos lleve a superar dichas condiciones

En conocimiento de que se ha iniciado una nueva gestión en la dirección del Instituto Regional de Cultura -IRC, que así debe ser su nombre, queremos contribuir con algunos aportes, elaborados a partir de criterios científicos e ideológicos que fundamentan nuestra posición:
o La defensa de nuestro patrimonio cultural y lingüístico,
o El fortalecimiento de nuestra identidad histórica y cultural,
o La ruptura de nuestra condición neo-colonial.

Se entiende que el IRC debe devenir en la institución comprometida plenamente con la construcción de nuestro destino colectivo, con coherencia cultural para el mejoramiento de la calidad de vida de todos los Pueblos de nuestra región.

Para ello deberá tener como referente de acción los siguientes campos:

La promoción de la cultura popular:

Tendrá como referente doctrinal los principios de la educación intercultural para promover el conocimiento, el respeto y la valoración mutua de todos los Pueblos de nuestra región.

Su campo de acción específico será la cultura que crea el pueblo en sus diversas manifestaciones: musicales, danzísticas, artesanales, literarias, etc., creando espacios de manifestación y canales de expresión de las mismas; estimulando su práctica intensa y extensa, así como su innovación creativa, en concordancia con su origen indígena y mestizo, según corresponda, con la finalidad de promover la preservación de nuestra riqueza espiritual.

Deberá, por lo tanto, ofrecer condiciones para la recreación del pueblo a partir de sus propias manifestaciones para fortalecer su autoestima e identidad cultural. Se buscará que el pueblo sea protagonista de sus propias creaciones, como condición fundamental para la vigencia de una auténtica democracia socio-cultural y política y el desarrollo integral de todos los Pueblos de esta región.

La promoción de la lectura e información:

Está destinada a crear condiciones para motivar mejores niveles de lectura en la población, como medio contributivo de su autoperfeccionamiento individual y social.

También promoverá la dinamización de diversos mecanismos de difusión de la información de mayor impacto formativo en la población, a fin de generar necesidades de acceso a las fuentes de información, hoy en día disponibles, gracias a los adelantos científicos y tecnológicos.

En este sentido, especial énfasis será necesario para facilitar el acceso a las creaciones científicas, literarias, tecnológicas y humanísticas que tienen como referente nuestra realidad regional, en sus diferentes aspectos.

La promoción de la memoria cultural:

En la medida en que se conserven, sistematicen y difundan los productos propios de nuestra creación cultural colectiva en el devenir histórico, estaremos propiciando el fortalecimiento de nuestra identidad cultural en las nuevas generaciones y, a la vez, los daremos a conocer a quienes nos visiten como mensajes explícitos de nuestros esfuerzos colectivos para construirnos como un pueblo con sus propias características, respetable y respetado; por lo tanto, su acción estará dirigida a organizar los productos culturales de mayor significado para mostrar nuestra identidad cultural.

La promoción de la producción artística e intelectual.

El fortalecimiento y la innovación de la cultura de un pueblo, no puede ser sólo el producto de la acción espontánea de sus miembros personales e institucionales; antes bien, consideramos que tales efectos pueden y deben ser logrados a partir de una política expresa de apoyo y estímulo a las creaciones artísticas e intelectuales que surgen en el seno mismo del pueblo.

Es en este sentido que el I.R.C debe evidenciar una clara toma de posición a favor de establecer mecanismos concretos para promover la difusión y la elevación de la calidad de quienes crean expresiones culturales de un alto valor estético e intelectual.

Por cierto que todo este cuerpo de sugerencias supone un trabajo conjunto y coordinado, tanto en el nivel regional como en el nacional, con la debida autonomía direccional, dadas nuestras peculiaridades.

¿IMPONER INNOVACIONES O PROMOVER INNOVACIONES?

¿IMPONER INNOVACIONES O PROMOVER INNOVACIONES?

Gabel Daniel Sotil García

Es muy preocupante observar el comportamiento del Ministerio de Educación con relación al proceso de modernización en que está empeñado respecto al sistema educacional peruano, pues la opción tomada no nos parece la más conveniente para los intereses nacionales.

No estamos seguros de que al final de este proceso se logre la tan ansiada modernización, pero sí estamos muy seguros que, de lograrse por el camino elegido, ello será a un altísimo costo psicosocial. Entonces, se habrá logrado la modernización de la educación peruana, pero no le servirá a los intereses de nuestro país.

Estamos de acuerdo en que requerimos introducir sustanciales cambios en la educación peruana, pues ésta resulta ya muy obsoleta para las actuales circunstancias internas y externas de nuestro país. Su incoherencia es total. Pero, no estamos de acuerdo en el camino impositivo que ha adoptado el Ministerio.

La norma de imponer innovaciones la percibimos absolutamente antiperuana, pues ello significa introducir, a la fuerza, fórmulas exitosas en otros contextos, sin ninguna seguridad de que lo serán en nuestra realidad. Y aún cuando lo fueran, en su resultado final serán muy negativas para nosotros, por más que tengamos un moderno sistema educacional.

De ninguna manera puede ser positivo para los intereses de un país el recurrir al fácil expediente de importar innovaciones para imponerlas valiéndose de intermediarios nada convencidos de la bondad de ellas. Tampoco puede ser positivo el convencernos de que no tenemos, en nuestro país, sino capacidad para copiar o imitar. No puede ser positivo para los intereses más trascendentes de una sociedad el demostrar a sus miembros que lo bueno o superior no puede venir sino de afuera..

En un país con una larguísima historia de creatividad en la solución de sus problemas, no es coherente que la política oficial sea la de imitar soluciones. Ello indica una profunda actitud antiperuana, pues va, evidentemente, dirigida a reforzar el desmontaje, hace cinco siglos iniciado, de nuestras capacidades creadoras para responder a los retos de nuestro entorno. Y de las que quedan huellas más que convincentes.

Hoy, podemos constatar, vemos a un Ministerio de Educación, empeñado en mirar hacia afuera, ubicar avances o logros en el campo educacional e inmediatamente imponerlos al magisterio peruano.

Vía especialistas que provienen de sus oficinas y de entes ejecutores, con muy poco convencimiento de la bondad de tales avances, y por lo tanto con pocas convicciones, se distribuyen, a nivel nacional y en estrategia de cascada, estas innovaciones importadas e impuestas, pues los cortísimos períodos de pseudoexperimentaciones que preceden a su vigencia, no son sino formalidades de apariencia, pues los resultados que arrojan no sirven, y ni siquiera son tomados en cuenta, para tomar tal decisión.

Bien sabemos que, cuando en un año se pone en experimentación una innovación importada, al año siguiente se generalizará indefectiblemente. No importan sus resultados.

¿Es que no hay otro camino, tal vez más largo o dificultoso, pero con mejores resultados con miras a mejorar la calidad de nuestro comportamiento individual y social en nuestro país?

¿No es posible que adoptemos como política educacional el promover nuestra creatividad innovadora?

Nuestra historia es la fuente más convincente de que el nuestro es un país que siempre supo responder con creatividad a los retos planteados por el entorno ecológico y socio-cultural. Ejemplos sobran para demostrarlo.

¿Entonces, por qué empeñarnos, desde las esferas en donde se deciden las políticas oficiales, en convencernos de que no tenemos creatividad social, de que tenemos menor capacidad creadora que las personas de otros países, a quienes siempre tomamos como modelos de lo que debemos o no debemos hacer?

Creemos que el problema radica en las personas que llegan a los niveles de decisión política.

Allí sólo llegan personas que han hecho suyo un esquema mental, en cuyo marco descriptivo-explicativo, el hombre peruano no tiene creatividad, carece de iniciativa, sólo es apto para ser dominado, etc.

Pletóricos de prejuicios, los integrantes de esta casta se apoderan de unas cuantas normas de comportamiento, que incluyen relación vertical, desprecio, minusvaloración, marginalidad de escenarios, racismo, mucha adoración por lo foráneo, etc. Y que las ponen en práctica en sus relaciones con el magisterio nacional.

El resultado, previsible y constatado históricamente: nada de lo que hagamos los maestros peruanos tiene valor, salvo que se asemeje a la norma impartida.

Lo nuevo, lo discrepante, lo divergente, no tiene valor.

Valiosas experiencias llevadas a cabo por maestros provincianos, en el interior del país, nunca tienen aceptación por parte del Ministerio. Ni siquiera merecen su atención. Se supone que de allí, de esos lugares, nada valioso puede surgir. El maestro provinciano no debe superar el rol de mero cumplidor de disposiciones: hacer lo que el Ministerio dispone; es decir, aplicar las innovaciones impuestas.

¡Cuánto ganaría la educación nacional si el Ministerio, a través de sus especialistas, recopilara y evaluara las valiosas experiencias llevadas a cabo por maestros provincianos!

¡Cuánto ganaríamos si el Ministerio de Educación dejara de imponer innovaciones foráneas y superara los esquemas mentales que hoy gobiernan a sus especialistas, permitiendo e incentivando que los maestros busquemos soluciones a los problemas educacionales!

Este afán de imponer soluciones centralistamente refleja, simple y llanamente, incapacidad reflexiva del Ministerio sobre su propia actuación histórica, pues la persistencia de los problemas educacionales, y su agravamiento en muchos casos, es la evidencia más contundente de que la política de imponer innovaciones en el campo educacional, no es correcta.

Esperamos que haya una pronta y saludable rectificación en el sentido que se ponga en práctica una auténtica política de promoción de innovaciones, para lo cual se requiere estímulo a la creatividad, al proceso diferente, al producto discrepante, al pensar divergente. El valorar todo ello.

¿Por qué tener tanta apertura para las innovaciones que vienen de afuera y tanto desprecio para las que vienen o surgen de nuestra propia intimidad nacional? ¿Desconfianza en nuestras capacidades? ¿Deseo de mantener o consolidar hegemonía socio-cultural y política? ¿Miedo a perderla?