Datos personales

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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

domingo, 31 de marzo de 2013

LIBRO "TEMAS EDUCATIVOS, UNA VISIÓN INTEGRAL " (*)


PRESENTACIÓN

 Gabel Daniel Sotil García

En momentos en que, en nuestra región, se refuerza todo un movimiento de renovación de los elementos teóricos con miras a fundamentar la reorientación de la educación regional hacia campos de mayor independencia conceptual y operativa, que posibilite imprimirle una mayor significatividad social, este libro de Josefa Ríos Gil y Faviola Mares Quispe, nos ofrece todo un universo de propuestas, tanto de reflexión como pragmáticas, que nos invitan a  mirar y asumir nuestra praxis educativa desde nuevas y renovadas perspectivas.

Los esfuerzos que venimos realizando en nuestra región por dotarnos de un proyecto educativo propio, que exprese nuestro cuestionamiento a la educación que tradicionalmente hemos venido desarrollando en las instituciones educativas, educación depredante de nuestras riquezas materiales y espirituales, reforzadora del centralismo político que traba nuestro desarrollo regional, tienen que expresarse, necesariamente en la búsqueda de elementos teóricos que nos permitan la construcción de una educación orientada hacia nuevos propósitos sociales.

Propósitos que deben surgir en la medida en que, colectivamente, asumamos la tarea de construirnos con los insumos que nos brindan tanto nuestra experiencia histórica como nuestra realidad actual, en las cuales encontramos las evidencias contundentes del rol que ha venido desempeñando la educación planteada desde afuera de nuestra región y sin ningún compromiso con la solución de nuestros graves problemas.

Es en este sentido que este libro, titulado “Temas educativos: una visión integral”, llega en el momento más oportuno para presentarnos un conjunto diverso y rico de temas, que expresan las preocupaciones de sus autoras y, también, la forma en que ellas los abordan desde una perspectiva amazónica, en la cual requerimos involucrar, sobre todo, a la comunidad magisterial de nuestra región; perspectiva a la que debemos darle forma en la medida en que vayamos reflexionando en voz alta y la compartamos con la comunidad.

Debo expresar a sus autoras nuestra complacencia por sus esfuerzos por entregarnos sus reflexiones en este campo que, hasta el presente, ha merecido muy poca atención y recibido menos aportes, para profundizarlo  y ampliarlo. Es indudable que ellas han sabido elegir los temas de mayor necesidad a partir de su experiencia en el campo educacional-pedagógico, en el cual tienen  amplias y sólidas vivencias, ganadas en el desempeño cotidiano de sus respectivos cargos.

Por su parte, para quienes accedan a su contenido, sobre todo maestras y maestros, madres y padres de familia, etc., encontrarán diversidad de desafíos respecto a los paradigmas que orientan su actuación como tales a la luz de los aportes científicos y tecnológicos que se vienen generando, tanto en el campo intra como extra educacional.

Razones por las cuales reitero a sus autoras mis felicitaciones por el esfuerzo que vienen haciendo para socializar sus aprendizajes y estimular a las nuevas generaciones de Maestras y Maestros en los esfuerzos de constante enriquecimiento personal y profesional, así como de persistente sistematización de las experiencias propias, puestas al servicio de la sociedad.


(*) Ríos Gil, Josefa A. y Faviola Mares Quispe. Temas Educativos, una visión integral. Imprenta Daniela. Iquitos. 2005

 Temas abordados en la obra:
    Visión crítica de la educación
    Un nuevo paradigma en la práctica pedagógica
    Vigencia del pensamiento de grandes educadores
    Familia, escuela y sociedad en una cultura de paz
    Gestión educativa  en la IEI María Reiche
    Educación inclusiva
    Experiencias pedagógicas internacionales y de innovación educativa
    Formación contínua de docentes en servicio
    Derechos ciudadanos y gobernabilidad

email:
        jriosgil@yahoo.com
        faviolamares@yahoo.com


viernes, 29 de marzo de 2013

LA RESISTENCIA INDÍGENA AL PODER COLONIZADOR EN LA AMAZONÍA PERUANA (1)


Prof. Gabel Daniel Sotil García

INTRODUCCIÓN

En el libro "Panorama histórico de la Amazonía Peruana, una visión desde la Amazonía" (*), que escribiera en coautoría con el periodista e historiador Humberto Morey Alejo, hemos inculido un capítulo exclusivamente dedicado a describir todo el proceso de resistencia que los Pueblos Indígenas de nuestra Amazonía ofrecieron a la invasión cultural y política por parte de los conquistadores europeos. 

Este largo proceso de rechazo comenzó en el mismo momento en que los pueblos de nuestra región percibieron la amenaza a su integridad que representaban las huestes invasoras y decidieron, espontáneamente, realizar muy diversos actos de rechazo, que son los que vamos a presentar en este blog, en reconocimiento y homenaje a su valor y coraje de defender su cultura.

RESCATE HISTÓRICO DE LA RESISTENCIA INDÍGENA

         El antropólogo Carlos Dávila Herrera,  en la introducción del número 5 de la revista Panorama Amazónico, publicación del Instituto Indigenista Peruano,  hace una recopilación de los alzamientos y rebeliones indígenas en la Amazonía, desde finales del siglo XVI hasta las primeras décadas del siglo XX. Allí dice:

         “La historia oficial de nuestra Amazonía es una historia parcial, hecha para ensalzar a los conquistadores, aventureros, viajeros y colonizadores. A los grupos indígenas se les reduce a “Objeto de estudio” etnológico, dentro de una puerilidad que sólo refiere anomia y pasividad ante la conquista y despojo”.

         Se ha tenido una falsa idea del indígena selvático que lo ha considerado sumiso aunque astuto, indiferente y holgazán. Ha sido desacreditado como si fuese una persona capaz de atacar a traición a cualquiera que él divise en la floresta. Claro que debemos tener en cuenta que esto ha sucedido con todos los indígenas del mundo. Un claro ejemplo de esta percepción, la tenemos en el cine norteamericano que se dedicó a presentar a los indígenas norteamericanos como los malos de las  películas, elaboradas bajo absolutos criterios racistas, sean siux, apaches, pieles rojas, ottawa, mohicanos, etc.

         Es necesario, entonces, hacer otra historia, aquella historia que se nos  ha ocultado al pueblo amazónico, aquella que no figura en los textos escolares ni universitarios para informar que la resistencia indígena comenzó en el preciso momento en que se inició la invasión extranjera. Resistencia que continuó latente y se expresó en rebeliones y alzamientos, unos de largo aliento, otros esporádicos y fugaces, que fueron creando una sólida conciencia de identidad. Resistencia que también se ofrecería  en los años de la República por las  agresiones de que fueran objetos estos pueblos, aunque bajo formas distintas.
 
         La alerta comenzó cuando por primera vez ingresaba Orellana por el Napo y después por el Paranaguasú  (Amazonas). Raúl Porras, soltando un poco  su imaginación, inspirado en la Relación de Gaspar de Carvajal escribe:

         “La impresión general que se obtiene del relato del padre Carvajal es la de la travesía por tierras densamente pobladas en las riberas del río, de las que surgen infatigablemente escuadrillas de canoas indígenas y nubes de flechas que se clavan en las bordas del navío, mientras suenan pífanos y tambores y, en la tierra cercana, danzan los indios al son de ritmos de pesadilla”.1

         Sin lugar a dudas, así fue, en algunos casos, el recibimiento que le hicieron a los invasores, pero durante la Colonia la lucha iba a ser desigual porque era muy difícil que las flechas pudieran más que los arcabuces
 
         Son muchos los autores e investigadores que han comenzado a escribir sobre la Amazonía desde una posición crítica, en estos últimos tiempos, como Stéfano Varese, Alberto Chirif, Fernando Santos Granero, Carlos Dávila Herrera, así como los religiosos Jesús San Román, Joaquín García Sánchez, Guallart; pero los datos y documentos recién se están revelando y muchos de ellos salen de las mismas crónicas, cuando leemos entre líneas y éstas nos informan cosas que  hace  años no nos revelaron directamente.

Veamos, pues, este largo camino de luchas de resistencia que los indígenas amazónicos ofrecieron ante la invasión cultural y el arrebato de sus territorios de los que fueron víctimas.

Comprobemos que no fueron ni sumisos ni indiferentes. Todo lo contrario.


(*) Morey Alejo, Humberto y Gabel Daniel Sotil García. "PANORAMA HISTÓRICO DE LA AMAZONÍA PERUANA, una visión desde la Amazonía", Municipalidad Provincial de Maynas, Iquitos, 2000.






1 Barletti, J. , 5.

domingo, 24 de marzo de 2013

EDUCACIÓN Y FORMACIÓN AFECTIVA


Prof. Gabel Daniel Sotil García

Los mensajes estéticos son abundantes y
variados en nuestra amazonía.
Un aspecto fundamental de la formación educativa sistemática en la que nos vemos involucrados como parte de la dinámica  social es la toma de conciencia de la realidad en la cual hacemos nuestra vida individual y colectiva; es decir, que seamos plenamente conscientes del escenario en el cual es posible nuestra dinámica sociocultural, a diferencia de las demás especies  biológicas.

Y uno de los aspectos que salta con mayor contundencia en esta toma de conciencia es la relación afectiva que somos capaces de establecer con el escenario de nuestra vida. Es decir que, para nosotros, dicho escenario no es solo el ámbito para satisfacer nuestras necesidades vitales (crecer, alimentarse, reproducirse, etc.) a través de los recursos que lo conforman, sino que,  fundamentalmente, se transforma en objeto de actividad afectiva

Decir que a dicha realidad la hacemos objeto de actividad afectiva quiere decir que con ella establecemos relaciones de amor, de respeto, de compromiso; es decir que ante ella desplegamos diversos sentimientos, emociones y valores que significan una forma particular de actuar con respecto  a ella, que deja de sernos indiferente, pues se instala en cada uno de nosotros con un significado especial.

La naturaleza se expresa en su propio
lenguaje, que debemos interpretar.
Es todo un mensaje para nosotros que desencadena sentimientos y emociones, que se expresan en los diversos comportamientos de nuestra dinámica comunal. Mensaje que debe merecer una especial atención de los profesores y profesoras para ser clarificado, fortalecido, ampliado en el marco de la acción educativa que desplegamos en nuestras aulas de clase, complementando los aprendizajes que el hogar y la comunidad proporcionan y, superando así, el tradicional cognoscitivismo excluyente.

En este sentido el río,  la cocha, un árbol determinado, las aves, una trocha, un puente, nuestra casa, el paisaje en su conjunto adquieren un significado afectivo en función a los sentimientos y emociones que se asocien con ellos, haciendo que lleguemos a querer, añorar, sufrir, gozar, alegrarnos, etc. respecto a estos componentes de nuestro entorno comunal.

Son estos sentimientos y emociones primigenias las que sirven de base para la construcción de los valores de patriotismo, identidad cultural, de compromiso personal con la preservación de nuestras riquezas culturales, de trabajo y aporte a su mejoramiento, etc.

Por cierto que este amor, este afecto positivo del educando por su realidad, debe tener como soporte un profundo conocimiento de la misma, para darle solidez y lo comprometa a desplegar una acción social propositiva en su actuación comunal. Conocimiento que, si bien puede proceder de los libros, mayor efecto formativo ha de tener si nace del contacto vivencial progresivo y orientado por el profesor. 
A tavés de la inmensa variedad de aves,
la naturaleza  amazónica expresa
su belleza.

Es decir, con nuestra realidad, sea ella el barrio, el caserío, la cocha, etc. establecemos muy diversos vínculos afectivos que, en algunos casos, pueden ser expresados de una sublime manera, con  elevados niveles estéticos, como podemos constatarlo en la producción literaria (novelística, cuentística y poética), que vienen entregándonos eximios escritores de nuestra Amazonía.

He aquí una de esas expresiones:


AMAZONA
Autor: César Calvo Soriano

Hace miles de lunas
Cuando el mundo era sombra,
Antes que dios naciera,
Cuando el mundo era sombra,
Cayó un rayo del cielo
Sobre un palo de rosa.

Cayó un rayo del cielo
Sobre un palo de rosa,
Y brotó de sus ramas
Una mujer hermosa,
Hace miles de lunas,
Cuando el mundo era sombra.

Durante mucho tiempo,
Esa mujer hermosa,
Nacida de un relámpago
Y de un palo de rosa,
Anduvo por los bosques
Desnuda, triste y sola.

Y lloró tanto y tanto
Nuestra primera novia,
Y lloró tanto y tanto
Buscando ser esposa
Que de su largo llanto
                                                        Se formó el Amazonas.

Después, nada se sabe
De esa mujer hermosa.
Solamente se sabe
Que el mundo fue una sombra
Y que cayó un relámpago
Sobre un palo de rosa.

Son infinitas las posibilidades para la educación
afectiva de los educandos en nuestra región.
Foto: Biól. José Álvarez A.
Poema éste  que, conjuntamente con otros ,  deberían figurar como mensajes permanentes  en las instituciones educativas de  nuestra región, como medio  para estimular la sensibilidad, la creatividad, la imaginación y cuantas capacidades superiores es posible instalar en el mundo psíquico de las nuevas generaciones. Tanto en periódicos murales como en carteles móviles, de generalizada presencia en las escuelas, muy bien podrían ser plasmados para lectura permanente de los estudiantes, como evidencia del interés en la formación axiológico-actitudinal de los alumnos.

Amaneceres y atardeceres, de belleza
impactante, están a nuestra libre disposición.
Diversos autores nos han entregado una extraordinaria producción, pero, sus obras pasan ignoradas, desaprovechando sus potencialidades formativas, razón por la cual pido a las instituciones pertinentes, disponer la elaboración de una antología literaria (poética, novelística y cuentística) amazónica para ponerla a disposición de los alumnos quienes, por encontrarse en pleno proceso de formación, son quienes más requieren de este tipo de mensajes. Asimismo, a los directivos y profesores de aula de cada centro, profundizar un contacto sistemático de los alumnos con esta dimensión educativa.  

sábado, 23 de marzo de 2013

LO QUE DECÍAMOS HACE 25 AÑOS (3)




 Gabel Daniel Sotil García 

LA ESCUELA   ESMERALDA EN ACCIÓN


 Para tener una idea clara respec­to a la necesidad de crear una nueva Educación regio­nal, debemos analizar cómo son tratados todos y cada uno de los elementos conformantes de nues­tra realidad por la Escuela ac­tual.

Materialmente impactantes en las
comunidades rurales, las escuelas ignoran,
para fines formativos, su realidad circundante
 LA ESCUELA Y EL BOSQUE

El Bosque, ya lo hemos dicho, es nuestra mayor riqueza material. Es el telón de fondo de nuestra dinámi­ca social, es el marco físico, el escenario permanente de nuestra actuación individual y comunal; sin embargo, nada o casi nada de él está presente en la Escuela actual. Su flora, su fauna, sus ríos y demás recursos naturales, simple y llanamente son ignorados en los cantos que enseña­mos a nuestros niños, en las poesías, en los cuentos escola­res, etc. Es decir, no los hemos transfor­mado en contenido edu­cativo.


En las comunidades rurales amazónicas el
entorno natural de los niños es su bosque,
con el cual establecen profundas
relaciones.
En los libros que usamos para educar a nuestra niñez y juventud, el mensaje telúrico es un gran ausente. Abra­mos un libro cualquiera de los que usamos en los Niveles de Inicial, Primaria y Secundaria y veremos desfilar osos, trenes, llamas, camellos, montañas, mares, escenas de actividades que no se realizan acá, etc. A ello le agrega­mos que cada año celebramos, ruidosa pero nada formativamente, por cierto, la llegada de la Primavera, estación climática incompatible con nuestra realidad.


Nuestros hermosos atardeceres, nuestras misteriosas cochas, la majestad de nuestros ríos, nuestros especíme­nes animales y vegetales, nuestros colores brillantes, el azul intenso, el verde inagotable, las lluvias refrescan­tes, nuestras casas típicas, nuestras canoas, etc. nada de eso mostramos a nuestros niños. Es decir, que la Educación, vía la Escuela, ignora nuestra realidad. No propicia su conocimiento y, por tanto, no promueve en nuestros infantes y niños el afecto por lo que es suyo. Al final, tendremos a un joven desconocedor del bosque, con la creencia de que el bosque es algo que hay que destruir, que sólo sirve para explotarlo hasta su destrucción, que es malsana su presencia, que es la causa de nuestros males, etc. Es decir, estamos formando futuros adultos con conocimientos y actitudes negativos respecto a su realidad física. No es inexplicable, entonces, que traten de abandonar su terruño lo antes posible.


LA ESCUELA Y LA CULTURA NATIVA

Los Pueblos Indígenas son poseedores
de valiosos conocimientos que la escuela actual
los ignora.

La otra gran riqueza regional es la cultura nativa. Gene­rada por el esfuerzo milenario de las sociedades selváticas, posiblemente las primeras que se asentaron en lo que hoy constituye nuestro país, sin embargo, también ella es ignorada por la educación oficial. La Escuela, mediante múltiples mecanismos, no sólo viene ignorándo­la, sino actuando en contra, destruyéndola, depredándola.


Todos sus logros axiológicos, actitudinales, cognosciti­vos, estéticos, lingüísticos, operativos, etc. no existen para la Escuela oficial. La Cultura Nativa, en sus múlti­ples versiones, es un complejo cuya historia y realidad actual se quedan en la puerta de la escuela. Como en el caso del bosque, tampoco ella ha sido transformada en mensaje educativo.


El río y la cocha son elementos
culturales de gran trascendencia
para toda la vida del hombre
amazónico.
En los libros no está presente, en los cuentos que narramos a nuestros niños, no está presente. Invocando principios cuya validez y consistencia no hemos compro­bado, y dudamos que se pueda hacer desde el punto de vista antropológico (aunque sí desde el punto de vista ideopolítico), enseñamos a nuestros niños cantos, poesías, cuentos, etc. portadores de la cultura europea y de otras procedencias, menos de la cultura nativa, por cierto, como si ésta no tuviera mensajes morales, estéti­cos, sociales, económicos, científicos, etc. cuyo aprendi­zaje podemos, y debemos, promover en nuestros niños y jóvenes. La Caperucita Roja, la princesita que vivía en el castillo, el príncipe valiente que venció a un dragón, etc. son los personajes comunes en las aulas de nuestras escuelas. No es inexplicable, entonces, que en muchos centros educativos tengamos murales con castillos brumosos, picos nevados, ardillas traviesas, osos gigan­tes, patos vanido­sos, etc. Como tampoco es inexplicable que nuestros jóvenes y adultos adopten actitudes negativas respecto a la cultura nativa y terminen convencidos de que ella tiene que desaparecer. ¿Les estamos enseñando a conocerla, a amarla, a valorarla? ¿Les enseñamos que todos en esta región, de una u otra manera, somos parte del complejo cultural nativo?


LA ESCUELA Y LA IDENTIDAD CULTURAL



La identidad cultural nos posibilita sentirnos pertene­cientes a una cultura, sentirnos parte de esa Cultura y actuar como miembros de dicha Cultura. Ella es un cons­tructo social en cada uno de los miembros individua­les. Es el resultado de la exposición de cada individuo, aislada o grupalmente, a las experiencias cotidianas y comunes que surgen de la relación con el entorno físicocul­tural de una sociedad. En consecuencia, es parte del aprendizaje social de los miembros de un grupo.


Las creaciones culturales en la selva
tienen sus características propias, pues nacen
de la relación del poblador con su entorno
.
Al crear las sociedades nativas las múltiples versiones culturales que hoy encontramos en nuestro ámbito geográfico regional, pusieron las bases históricas de un modo de ser peculiar, propio, en esta región que, traduci­do a comportamientos individuales y grupales, patentiza nuestra identidad cultural regional. Muchos de los comporta­mientos comunales que conforman la herencia social regional, llevan ese sello distintivo. Es en la dinámica comunal que los niños de las sociedades nativas y mestizas, interiorizan ese modo de ser, asumiendo así esa tonalidad cultural tan peculiar.


Sin embargo, es precisamente la Escuela la que induce en los educandos un apartamiento de esto que podemos llamar Ruta Cultural Milena­ria, propiciando la ruptura de esta ligazón que las comunidades, espontá­nea y natural­mente, propician entre el niño y su entorno.


Es ella la que, mediante múltiples mecanismos, va propiciando una pérdida progresiva de nuestra identidad cultural regional, desarraigando a los educandos, alienándo­los respecto a su propia cultura, propiciando un " univer­salismo " que termina por hacer del niño y joven fáciles presas de pseudo identificaciones que los hacen perder su autenticidad personal y arraigo cultural.


La educación actual no sólo es depredante de la cultura nativa, sino que viene arrebatándole sus miembros en aras de una modernidad que, en el fondo no es sino pérdida de identidad cultural de nuestra niñez y juventud. Aduciendo otro falso principio, también sólo consistente y válido desde un punto de vista ideopolítico, mas no antropológi­co, de que hay culturas superiores unas e inferiores otras, se viene tratando de borrar la memoria cultural de los pueblos amazónicos para que dejen sus culturas en el olvido por ser "inferiores" y pasen a incorporares a la "cultura superior".


Es a través de los Textos Escolares, los contenidos que se enseñan, las experiencias que se propician entre los alumnos, los comportamientos que son estimulados, las construcciones escolares, las normas que se emiten, lo que hace en sí la escuela, etc., que la educación actual viene cumpliendo este papel.


No es inexplicable, entonces, que la imitación, la adop­ción acrítica de comportamientos alienígenas vayan haciendo presa de nuestra sociedad. ¿Qué sentido tiene para un loretano la llamada "noche de las brujas", el arbolito navideño nevado?, etc.


A la escuela amazónica actual le falta mirar
 con profundidad y respeto las características
culturales propias de la Amazonía
.

En el fondo de esta cuestión está nuestra falta de identi­dad cultural, en cuya formación y consolidación la educación actual no viene trabajando. Al ignorar la ruta cultural histórica de nuestras sociedades milenarias, no vivifica la memoria cultural de nuestros pueblos y, por ende, viene formando individuos cada vez con menos identificación con su propia cultura. Entonces, ¿cómo decir que estamos formando un sólido nacionalis­mo en nuestros educandos? ¿es que, acaso, se puede amar lo lejano y abstracto sin amar lo propio y concreto?.


Todo lo que de memoria cultural e identificación cultural hay en nuestras sociedades nativas y mestizas es producto de la espontaneidad de actuación del entorno social de cada individuo. La Escuela no se ha diseñado un propósi­to ni siquiera para contrarrestar la ofensiva cultural de los medios de comunicación masiva. No extrañaría, entonces, que terminemos pensando y actuan­do como norteamerica­nos o japoneses, etc. en pleno bosque tropical, menos como loretanos.


¿Por qué olvidar nuestra cultura si ella significa nuestro aporte enriquece­dor al panorama cultural de la humani­dad?

Extracto de : "Escuela Árbol, una propuesta de educación para la selva", Derrama Magisterial, Lima, 1991.

lunes, 11 de marzo de 2013

NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA NUEVOS APRENDIZAJES EDUCATIVOS



Prof. Gabel Daniel Sotil García
Los adelantos tecnológicos deben
estar al servicio de objetivos sociales.
  
En el discurso de las autoridades de los diversos niveles de la administración educacional, desde el nivel nacional, pareciera que hay un énfasis excluyente en la introducción de los adelantos tecnológicos como condición ineludible  para mejorar los niveles cualitativos de la praxis educacional.

Como consecuencia de esta concepción instrumentalista, se viene dejando de lado la importancia que tiene, en la formación educativa de las nuevas generaciones, el contenido psicológico que se expresa en los conocimientos, los valores, las actitudes, las habilidades para hacer y decidir, etc. provenientes de los contenidos curriculares, contenidos que son los que se expresan en los comportamientos de nuestra actuación comunal.

El deslumbramiento ante las maravillas tecnológicas,  que hoy vienen actuando como lo fueran los espejos en las iniciales épocas de conquista cultural desembozada, nos viene obnubilando a tal punto que nos hace olvidar lo esencial: el qué y para qué educamos.

TIC para hacer más eficiente nuevos aprendizajes.
No debemos olvidar que el instrumental tecnológico, en cualquiera de los campos de la actividad humana, no es sino eso: un medio que podemos utilizar para fines muy diversos. En el caso de las TIC (Tecnologías para la Información y el Conocimiento) pueden servir tanto para hacer más eficaz la actual educación (que, como bien sabemos, no contribuye al desarrollo de nuestro país), como para hacer más eficiente una nueva educación, pues a través de ella se canalizan los mensajes formativos que deseamos para  orientar la construcción de la personalidad de las nuevas generaciones.

Desde hace ya muchos años venimos expresando nuestra discrepancia con el rol que  viene desempeñando La Escuela  en nuestra región, considerando que ella no es un fin en sí misma, sino un instrumento cultural para el logro de propósitos sociales superiores, dadas sus características funcionales y teleológicas. De ella hemos dicho muchas adjetivaciones a lo largo de estos años, actitud que hemos compartido con muy diversos profesores, también críticos y reflexivos. En resumen, podríamos decir hoy que “es una escuela para otra realidad”. (A los interesados los invito a leer “Escuela árbol, una propuesta de educación para la selva”. Derrama Magisterial. Lima. 1991 y diversos artículos en este mismo semanario)

Niñas amazónicas que aprenden a mirar al mundo
desde las entrañas de su bosque ayudadas
por las nuevas tecnologías.
Es en este sentido  que hemos expresado la necesidad de  “Que nuestra Escuela vaya en búsqueda del BOSQUE, que se sitúe en sus entrañas y enseñe a las nuevas generaciones a mirar al mundo desde su interioridad, (lo cual debe ser) …uno de los mayores retos que tenemos los Maestros de nuestra región. Crear una educación propia, coherente física y culturalmente con nuestra realidad, debe ser nuestro objetivo” (ibídem).

Para el logro de este propósito, que sería uno de los caminos para concretar la ansiada calidad educacional, entonces, se requiere que elaboremos nuevos currículos dentro de cuyo marco normativo elaboremos programas que transformen en contenidos educativos los mensajes de nuestra realidad. Programas virtuales que puedan ser visualizados y trabajados didácticamente en todos las instituciones educativas de nuestra región, en concordancia con sus características propias; es decir, con coherencia contextual. Por ello es que se hace necesario que nos preguntemos acerca de los mensajes que se vienen difundiendo en las denominadas Aulas TIC, presentes en algunos centros educativos. ¿Son pertinentes a nuestra realidad? ¿Promueven el cultivo de las actitudes y valores que requerimos en este mundo forestal y pluricultural? ¿Responden al rol que hoy tiene la Amazonía en el contexto planetario? ¿Estimulan la formación intercultural? ¿Capacitan a los alumnos para la práctica del desarrollo sostenible?

Dado que en los programas actuales prima lo foráneo, entonces, nos es urgente hacer un trabajo de sistematización de cuanta información tenemos ya recogida referente a los diversos aspectos  de nuestra realidad: histórica, sociocultural, lingüística, económica, geo-ecológica, biológica, política, etc. para elaborar programas virtuales a cargo de especialistas que, si no están formados, habrá de capacitarlos con dicho fin.

Si vamos a dotar a las instituciones educativas con instrumental informático para que se siga difundiendo los contenidos curriculares diseñados en el Ministerio de Educación que, como sabemos, marginan a la realidad amazónica, lo único que habremos hecho será hacer más eficaz la enajenación,  la ignorancia de la niñez y juventud respecto  a nuestra realidad, con el consecuente cultivo de las actitudes de indiferencia, agresividad, carencia de compromiso, solipsismo, lejanía, etc. con la solución de los graves problemas que afronta nuestra Amazonía que, como ya dijéramos en artículo anterior, es la mejor forma de  asegurar la depredación que vienen ocasionando el mercantilismo de las empresas transnacionales y el antipatriotismo de muchos políticos.
Las TICs deben adaptarse a esta
realidad amazónica.

Reclamemos ese derecho que tenemos de construir la educación que requerimos y merecemos. Capacidad no nos falta. Somos cerca de veinte mil maestros en esta región y estoy seguro que muchísimos o casi todos están esperando la oportunidad  de brindar su sapiencia en los diferentes campos educacionales. Tengamos en cuenta que hoy contamos con profesionales de las más altas calificaciones académicas: magísteres y doctores.

Bríndeseles la oportunidad y tengo la seguridad que sabrán responder. Que la nueva educación, auténticamente amazónica, coherente con nuestras características y necesidades, sea nuestra obra colectiva.



viernes, 8 de marzo de 2013

CONSTRUYENDO UNA ESCUELA AMAZÓNICA DE CALIDAD (8)


Prof. Gabel Daniel Sotil García

“EN LA ESCUELA APRENDEMOS A PRESERVAR NUESTRO AMBIENTE”

 REFLEXIÓN:

Niños ribereños disfrutando de su ambiente.
Para nuestra subsistencia, todos los seres vivientes requerimos de un conjunto de condiciones y elementos: el aire, la luz, el espacio, el calor, el paisaje, las frutas, las flores, los animales, el agua, y un extenso etc., que no agota la inmensidad de elementos que nos son indispensables para vivir, tanto individual como colectivamente.

Plantas, animales y especie humana requerimos de ese conjunto de  condiciones materiales e inmateriales que son las que constituyen nuestro ambiente.

Pero, en el caso de nuestra especie, para que nuestra vida sea saludable psíquica y corporalmente, esas condiciones deben ser de lo mejor, pues nuestra salud biológica y nuestro equilibrio psicológico dependen de la calidad del conjunto de esas condiciones; es decir, de nuestro ambiente.

Es que hombres y mujeres somos seres hechos a la medida de nuestro ambiente. Nuestras posibilidades de supervivencia como especie están determinadas por este ambiente, conformado como producto de un larguísimo proceso de acondicionamientos en nuestro planeta que, finalmente, posibilitó nuestra vida, a condición de que respetemos las características fundamentales del escenario propicio.

Si estas características son sustancialmente alteradas, entonces,  nuestra vida se ve, también, influida negativamente, sea en nuestro aspecto orgánico o sea en nuestro aspecto psicológico, generándose las diversas patología o enfermedades   que nos afectan con diversos grados de gravedad.

Por esta razón es que todos los que conformamos la sociedad,  debemos sentirnos involucrados en la conservación de nuestro ambiente en las mejores condiciones posibles. Pero, para lograr este objetivo, debemos ser educados, debemos ser formados, tanto en el seno del hogar como en la escuela, para asumir responsabilidades en la conservación de un ambiente sano.

Nuestros niños deben ser formados para sentirse responsables de su ambiente y, consecuentemente, adoptar comportamientos saludables en su actuación social. Sólo así garantizaremos que, cuando ya sean adultos, su actuación social sea respetuosa con su entorno y, por lo tanto, contribuirá con la salud de todo el grupo humano.
Alumnos aprendiendo a procesar el suelo
de acuerdo a sus características.
Foto: Fe y Alegría

El asumir responsabilidades desde muy temprano en nuestras vidas es de suma importancia para instalar en cada uno de nosotros los mecanismos indispensables para sentirnos comprometidos con los propósitos sociales. Más aún cuando venimos constatando que nuestro bosque, que es nuestro entorno o ambiente en nuestra región, viene sufriendo gravísimas agresiones cuyas consecuencias van a tenernos como víctimas a corto o largo plazo.

Es, pues, de suma urgencia que cambiemos la percepción de que son los demás quienes tienen la responsabilidad de luchar por tener un ambiente saludable y la reemplacemos por  una visión de co-responsabilidad. Todos debemos sentirnos involucrados en esta tarea, de manera que, en grandes o en pequeñas acciones, busquemos no atentar contra el equilibrio ecológico. Equilibrio que significa salud para todos. Es decir, salud social.

Por lo tanto, debemos enseñar a nuestros educandos a conocerlo  y a cuidarlo, a no agredirlo, a preservarlo en sus riquezas, a defenderlo para que se mantenga sano. No debemos afectar el equilibrio de sus componentes para preservar la diversidad de vida que poseemos en esta región.

Para ello, colega docente, te alcanzo algunas sugerencias, que deben ser enriquecidas con tu experiencia.

SUGERENCIAS:

El cuidado de nuestro ambiente debes inducirlo como un valor a partir de su progresivo conocimiento. La flora, la fauna, el paisaje, la geografía, la dinámica de sus componentes, los problemas que actualmente le  afectan, la búsqueda de soluciones, etc. deben incorporarse como contenido  curricular.

Debes promover el más profundo respeto  por el ambiente a partir del conocimiento de la importancia que tiene, de lo que nos provee, de los alimentos que obtenemos: huayos, hojas, raíces, maderas, resinas para curarnos,  etc.
Bajo la guía de su profesor, estos alumnos
aprenden actividades agro-silviculturales.
foto: Fe y Alegría
Promueve, también, un progresivo acercamiento sistemático a la comprensión de la complejidad  e interrelación de los componentes del ambiente  amazónico y del ambiente particular de la comunidad en la que trabajas. No olvides que, para nosotros, en esta región, hablar de ambiente es hablar de nuestro prodigioso bosque con todos sus componentes: el agua, las plantas, los animales, el aire, los fenómenos atmosféricos, etc.  por los cuales los pueblos indígenas han tenido y siguen teniendo un profundo respeto.

Pon un especial esmero en enseñar a tus alumnos a observar y  conocer los cambios que se están operando en la comunidad y su entorno: ¿hay abundancia de peces? ¿cómo se hace la preparación de las chacras, de las purmas y playas para los diversos sembríos?, etc.

Desde muy temprano en su vida, los niños
 ribereños se contactan con el río y
las cochas. Foto: Prof. Julio Trigoso
Prevé tu participación y la de tus educandos en estas labores, incluyéndolas entre las actividades de aprendizaje. Coordina con los padres y madres de familia para que te apoyen en el desarrollo de los temas que elijas. Da a conocer el valor nutritivo de los frutos y raíces amazónicos: camu camu, aguaje, chonta, sacha inchi, witina, etc. Para ello coordina con un profesional pertinente.

Promueve la elaboración de textos, escritos  por  los propios educandos, referidos a las acciones  que van desarrollando. Así irán ejercitando sus habilidades para escribir, desarrollar su capacidad  expresiva,  su comprensión lectora,  la activación de sus procesos cognitivos superiores e irán asumiendo nuevos valores y actitudes que deberá expresarlos en su comportamiento como miembros de sus respectivas comunidades.
  
A partir de las observaciones que hagan, que tus niños elaboren proyectos, nacidos de su propia iniciativa, para preservar su ambiente. Propicia el autodescubrimientos de problemas en su comunidad.

Que investiguen acerca de los productos contaminantes que son arrojados al río o a la cocha: aceites, kerosene, detergentes, insecticidas (naturales o de fábrica), ácidos, etc.

Que reflexionen acerca de las  consecuencias  de la tala de árboles en los cantos de ríos y cochas.

Que investiguen acerca de los tipos de redes que utilizan los pescadores y las  consecuencias que tienen en la preservación de los peces. Igualmente, las actividades de los pisciñeros, los mitayeros,  los leñadores, los carboneros, los agricultores, los regatones, etc.

El entorno, sea terrestre o acuático, sirve para
las actividades lúdicas de los niños.
Que recopilen cuentos, leyendas, mitos acerca del origen de las plantas, animales y seres humanos.

En resumen, colega docente, debes activar toda tu creatividad para formar a tus educandos en la práctica de una nueva ética relacional con su ambiente, que se exprese en una actuación comunal distinta de tus educandos.

No olvides involucrar a los vivientes lugareños en todo este proceso de cambios.