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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

jueves, 12 de octubre de 2017

NUEVAS REFLEXIONES FRENTE AL 12 DE OCTUBRE


Prof. Gabel Daniel Sotil García



Las carabelas en las que
llegaran los mensajes de
una cultura diferente.
En  el proceso educativo formal, por el que la mayoría de peruanos hemos pasado, la fecha 12 DE OCTUBRE tuvo una especial relevancia.

Recuerdo que en cada institución educativa se ponía un notorio esmero en la celebración de esta efeméride: el DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA.

En los libros de historia y en las enciclopedias se le dedicaba significativos espacios para destacar la importancia del suceso histórico de dicha fecha. 

Todos los niños peruanos nos alegrábamos hasta el delirio con aquella frase del marino, acompañante del Gran Almirante Cristóbal Colón, que gritara “¡Tierra a la vista!”, cuando ya los ánimos de toda la tripulación estaban al borde del colapso. Y, también, nos hemos apenado hasta las lágrimas cuando nuestro profesor nos narraba el encadenamiento y prisión de nuestro héroe.

Esas alegrías y pesares ya no los podemos evitar. Sucedieron en nuestras almas infantiles y posiblemente dejaron profundas huellas en cada uno de nosotros.

Si bien esa forma de enseñarnos la Historia era coherente con los propósitos sociales de la educación de aquellas épocas, hoy, en las actuales circunstancias, tenemos (es una obligación moral)  que meditar profundamente tanto respecto al suceso mismo como con respecto a sus consecuencias.

El continente ABYA YALA de los pueblos
 indígenas originarios, que hoy conocemos 
como América.
No cabe duda de que la interpretación de los acontecimientos socio-históricos varía de época a época, sea por los criterios que se pongan en juego o por los intereses que se interpongan. No hay acontecimientos con valor absoluto.

En la educación nacional y regional le dimos el valor que nos enseñaron a darle desde la perspectiva de  quienes decidían lo que debíamos aprender, por tener el poder económico y político, como hasta ahora sucede.

Por ello es que nos es necesario enfatizar los cuestionamientos que desde hace algunos años se viene haciendo a esa interpretación que, de alguna manera, sigue vigente por la omisión del énfasis en el rol de las diversas culturas indígenas americanas y de las consecuencias destructivas socioculturales y biológicas que ellas sufrieran hasta el presente.

En nuestras instituciones educativas debemos dar vida a una explícita re-interpretación del suceso en las mentes de nuestros educandos, desde la perspectiva de los pueblos originarios de este continente. Pueblos que fueran y siguen siendo sus mayores víctimas.  

Variados y consistentes argumentos han sido expuestos en el marco de este cuestionamiento raigal por parte de pensadores peruanos y extranjeros, dedicados a reflexionar sobre nuestra historia americana, formulados en el sentido de generar en nosotros una profunda autocrítica de nuestro rol en este último medio milenio. Rol que ha consistido fundamentalmente en imitar todo cuanto era y es producido por la cultura de quienes impusieron sus dominios en este Continente desde 1492, bajo el supuesto de que los logros culturales de los pueblos originarios no tenían mayor valor, prejuicio que aún tiene plena vigencia en las sociedades mestizas y se evidencia en la mente de nuestros gobernantes.

El pleno uso de los propios recursos forestales
es una de las características de las culturas
amazónicas originarias.
La arrogancia etnocéntrica de quienes se hicieron de los mecanismos del poder condicionó en la mente de sus descendientes mestizos un profundo desprecio por todo aquello que hubiera tenido origen en estas tierras, hoy llamadas Americanas, pero que en el momento de ser descubiertas por los ojos de los europeos, se llamaba ABYA YALA (“Tierra pronta a dar sus frutos”, “Madre en preñez”, en idioma kuna, Panamá).

Como consecuencia de ello, nuestros ojos nunca se dieron cuenta del valor de todo cuanto había sido creado por el esfuerzo de los múltiples Pueblos originarios de este Continente.

Envenenados por el desprecio y minusvaloración, fuimos incapaces de ver la potencialidad creadora, los grandiosos logros culturales de los que habían sido capaces estos Pueblos.

Hoy, y en la medida en que una nueva actitud frente a los Pueblos Indígenas de todo el mundo está logrando alcanzar mayores consensos, tenemos que aprender y enseñar a mirarnos hacia nuestra interioridad, para saber y valorar aquello de lo que fuimos capaces y para conocer nuestras potencialidades desde las cuales podemos y debemos contribuir con la humanización de nuestra especie.

Todo ello con miras a construir nuestro propio futuro, propio en la medida en que éste debe partir y ser construido desde nuestra peculiaridad histórica y actual situacionalidad.

Tenemos la obligación moral de enriquecer la cultura humana con nuestros propios aportes, utilizando esa capacidad que nuestros antepasados, nuestros ancestros, ya demostraron en su relación con su entorno ambiental: su creatividad.

Es preciso que hagamos de América un Continente con su propia personalidad construida desde sus propios valores milenarios, cuya validez ha sido demostrada plenamente, para dar respuestas coherentes con nuestras diversas realidades ecológicas y socio-culturales particulares. Sólo así superaremos la actual situación de la gran mayoría de países latinoamericanos, caracterizada por la desorientación axiológica, la pobreza, la desorganización socio-política, la injusticia social, la dependencia psíquica, las mutuas desconfianzas, la pérdida de fe en nosotros mismos, etc.
  

Manto con ideogramas de la cosmovisión 
de la cultura Shipibo.
Tenemos que educar a las nuevas generaciones con un profundo conocimiento de nuestro continente, con un sólido respeto por nuestras conquistas culturales, con una férrea confianza en nuestras capacidades creadoras y con fe en nuestro futuro colectivo, arraigado en un pasado que comenzó muchísimo antes del 12 de octubre de 1492, pues en ese momento ya teníamos una larguísima y proficua historia caracterizada por una asombrosa creatividad que nos había permitido generar diversas culturas cuyas conquistas más trascendentes fueron minusvaloradas desde aquel entonces, por lo que en el proceso educativo de las nuevas generaciones no se les dio mayor importancia

Que sea, pues, este y cada 12 DE OCTUBRE, una oportunidad propicia para nuestra reflexión colectiva sobre todos estos temas que nos atañen, superando para siempre, celebraciones y homenajes superficiales, que sólo han significado para nosotros el consolidar en nuestras mentes valores y actitudes que han hecho muchísimo daño a nuestros intereses continentales.

No nos parece conveniente que sobredimensionemos ni tergiversemos el suceso histórico, porque ello ha implicado para nosotros, un secular enceguecimiento respecto al valor de nuestras culturas originarias, en cuya potencialidades radican los fundamentos para construir un futuro propio, con la impronta de nuestro ser histórico original.

Habiendo sido una de las características de todas estas culturas el profundo conocimiento y coherencia con su entorno y la praxis de un universo axiológico que posibilitaba un sólido respeto por su escenario existencial, hoy  nos urge retomar todo ello y darle vigencia social para recuperar los tiempos perdidos en Latinoamérica.

jueves, 5 de octubre de 2017

DON ARNALDO HUANAQUIRI HA MUERTO

In Memorian:

DON ARNALDO HUANAQUIRI HA MUERTO. ¿QUIÉN ERA DON ARNALDO?

Zachary O'Hagan
Dn. Arnaldo Huanaquiri, en una de sus visitas a Iquitos.

Arnaldo Huanaquiri Tuisima, uno de los últimos hablantes de la lengua omagua, falleció en Iquitos, Loreto, Perú, el 20 de diciembre de 2016 a la edad de 83 años. Arnaldo nació el 7 de febrero de 1933 en San Joaquín de Omaguas – una comunidad en la margen izquierda del Río Amazonas, entre Nauta e Iquitos, siendo sus padres don Lizardo Huanaquiri Tamani y doña Amalia Tuisima Huaní.

Lizardo fue un hombre kukama nacido en los 1890 en Lagunas, en el Río Huallaga, hijo de Antonio Huanaquiri y Marcela Tamani. (Antonio quizás naciera en 1870 en Nauta.) Amalia fue una mujer omagua nacida  en 1900 en San Joaquín de Omaguas, hija de José María Tuisima Ipuchima (1872-1946) y Lucía Huaní Cahuasa (1873-1946).

En 1943, Arnaldo entró a la escuela primaria de San Joaquín, donde completó tres grados, aprendiendo a leer y escribir bien. Salió de la comunidad en 1948 en busca de trabajo, sirviendo en las fuerzas armadas y volviendo a San Joaquín en junio de 1965. Llegó a servir como teniente gobernador de la comunidad en varias oportunidades: desde octubre de 1965 hasta abril de 1968, desde mayo de 1973 hasta abril de 1978, y desde 1981 hasta agosto de 1989.

El 17 de setiembre de 1971 Arnaldo se casó con Celestina Marín Pizango (fallecida 2005), y tuvieron 13 hijos: Onila, Zoila, Welinson Arnaldo, Edinson Lizardo, Ricardo, Jaír, Lita Gertrudis, Emerson Luís, Luz Victoria, José Francisco, Sahuar, Nerci Amalia, y Pablo José.

En 2003 Arnaldo comenzó una colaboración con Lev Michael, Christine Beier, y Catherine Clark, antropólogos norteamericanos, para documentar la lengua omagua, la cual, junto con la lengua estrechamente emparentada kukama-kukamiria, pertenece a la familia lingüística tupí-guaraní, miembros de la cual estaban originalmente extendidos por la mayor parte de Sudamérica, desde la costa atlántica, tierra adentro hasta Bolivia, y en el norte desde Guyana hasta el Perú y por toda la Amazonía brasileña.


En este emprendimiento Arnaldo acompañó a su primo hermano Manuel Cabudivo Tuisima (1925-2010), y los primeros trabajos lingüísticos fueron hechos por Edinson Huamancayo Curi, en 2004, seguido en 2006 por Brianna Grohman, en ese entonces una estudiante de posgrado en la Universidad de Tejas en Austin (Estados Unidos).

Posteriormente, Arnaldo escribió doce cuadernos de cuentos en omagua con traducción al castellano, los cuales formaron una base de datos para el proyecto de un equipo de investigadores que empezó en la Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos) en 2009.
Desde junio hasta agosto de 2010 Arnaldo continuó su trabajo lingüístico conmigo, con Clare Sandy, Tammy Stark, y Vivian Wauters en San Joaquín de Omaguas. Esto continuó en 2011 conmigo y con Clare Sandy. En 2013 él participó en investigaciones lingüísticas nuevamente conmigo durante una estadía de algunos días en San Joaquín.

Arnaldo vivió en su casa, aguas arriba del propio San Joaquín hasta 2014, año en que vino a vivir con su hija Zoila en Iquitos. Nunca pudo regresar a su casa, pero tenía la buena fortuna de poder visitar frecuentemente a su hermana mayor, Amelia, quien vive en Iquitos. Su deseo era estar enterrado al lado de su madre en el cementerio de San Joaquín, y su familia pudo devolver su cuerpo allí para el entierro.

Los Omagua, contactados primero en 1538, habitaban en el curso principal del alto Río Amazonas, desde aguas abajo de la desembocadura del Río Napo en Perú hasta el Río Putumayo/Iça en Brasil; dos grupos más pequeños habitaban en el Río Coca y en la desembocadura del Río Curaray, en la cuenca del alto Napo.

Los Omagua eran una de las sociedades más numerosas de la Amazonía, el resultado de una rápida migración por el Amazonas probablemente a principios del segundo milenio. De una población de probablemente muchas decenas de miles de personas, los omagua fueron gravemente reducidos, quizás a unos pocos miles, por  1710, siguiendo a severas epidemias y décadas de ataques y esclavitud por parte de los portugueses.

A mediados del siglo dieciocho se reagruparon en algunas comunidades afuera de su territorio tradicional, aguas arriba de la actual ciudad de Iquitos. San Joaquín parece ser el último sitio donde sobreviven los hablantes del omagua, pero puede ser que haya otros en localidades tales como San Salvador de Omaguas, Puritania, Porvenir, y otras.

Los Omagua nacidos en los primeros años de los 1920 aprendieron a hablar omagua como su lengua materna dominante, al menos cuando eran jóvenes. Sin embargo, cuando Arnaldo era niño en los últimos años de los 1930, muchas familias habían llegado a hablar castellano en sus casas; su hermana y él asocian el monolingüismo omagua con sus abuelos y tías, eso es, los que nacieron durante los treinta años desde 1870 hasta 1900.

Arnaldo no podría haber estado más orgulloso de su herencia omagua, y fue él quien principalmente motivó el comienzo del Proyecto de Documentación de la Lengua Omagua. Soñó con ver la lengua enseñada en la escuela primaria  de San Joaquín, sueño que todavía espera realizarse.

Arnaldo querría que leyeran más sobre la historia omagua, lo cual pueden hacer aquí:

Puede leer más sobre el Proyecto de Documentación de la Lengua Omagua aquí:

Sus cuadernos pueden ser leídos aquí:

 Y su historia de la comunidad y diccionario personal pueden ser descargados aquí: http://cla.berkeley.edu/item/23732.

El borrador de un diccionario del omagua, al cual Arnaldo contribuía de manera significativa, está disponible aquí:

Todos los materiales del Proyecto de Documentación de la Lengua Omagua a los cuales Arnaldo contribuyó pueden ser vistos aquí:


Obituario del don Lino Huanío Cabudivo, que queda solamente en inglés: (http://amazonzach.blogspot.com/2017/08/lino-huanio-cabudivo-1936-2017.html).

Nota: Quedan tres señoras que hablan omagua, Amelia Huanaquiri Tuisima (87), Alicia Huanío Cabudivo (84), y Guillermina Moena Cahuasa (87). La primera vive en Iquitos, y las demás en San Joaquín. Aparte de ellas no conozco a nadie más. Zachary O’Hagan


P.D. Conocí a don Arnaldo, con quien disfrutamos alguna conversación en su idioma materno, el Omagua. Fue una experiencia maravillosa escuchar, en boca de un nativohablante, un idioma tan forestal, tan amazónico, tan ribereño, tan ancestral. Se nos ha ido y una parte de la Amazonía se fue con él. Lo siento don Arnaldo, pero me queda su voz, su imagen y las ganas de seguir defendiendo el legado creativo de los pueblos originarios de nuestra región. (Gabel D. Sotil García)