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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

sábado, 30 de junio de 2007

TOMANDO CONCIENCIA DE NUESTRA MULTICULTURALIDAD



Gabel Daniel Sotil García

En las sociedades multiculturales (conformadas por diversas culturas), como lo es la peruana, y, en especial, la amazónica, es evidente que se vienen produciendo cambios sustantivos en su estructura y en su dinámica.

Y no nos estamos refiriendo a los cambios que vienen generando los avances científicos y tecnológicos.

Nos referimos al aspecto psicológico y cultural de dichas sociedades.

En primer lugar, es fácil constatar (si así lo queremos) que, aunque lentamente, los Pueblos Indígenas de nuestra región y país vienen asumiendo un mayor protagonismo, una mayor presencia, en el conjunto de la sociedad, como consecuencia de sus luchas, de su decisión de recuperar el espacio del que han sido desplazados por la agresividad de la cultura oficial y dominante desde el Siglo XVI en el Perú.

La recuperación , en segundo lugar, de la convicción del valor de sus respectivas culturas que se viene operando en cada Pueblo Indígena amazónico; la toma de conciencia de su situación marginal en la sociedad peruana, el convencimiento de que aisladamente son más vulnerables al avance destructor de la cultura mestiza, la reflexión sistemática acerca de sí mismos, etc. vienen teniendo como consecuencia una mayor organización en su lucha reivindicativa y una mayor lucidez en los planteamientos de su proyecto de desarrollo.

Después de un largo, secular, período de lucha sorda, resistencia pasiva y respuestas camufladas, hoy los Pueblos Indígenas amazónicos se organizan y plantean exigencias a la sociedad mestiza peruana que, aunque lentamente, va tomando conciencia de la condición multicultural de nuestro país.

Consideramos que es éste el logro más significativo que se viene operando en nuestro país y región.

La aceptación, aunque sea a regañadientes, de nuestra multiculturalidad que viene operándose en la conciencia de quienes pertenecemos al ámbito de la cultura mestiza, es un asunto de la mayor trascendencia en la región amazónica.

Aceptación que, fundamentalmente, es un derecho conquistado por la lucha que los Pueblos Indígenas han emprendido para recuperar su presencia protagónica en la sociedad nacional.

Protagonismo que implica el tener derecho a ser aceptado y valorado como diferente, tener su propia historia, su propio presente y su propio futuro.

Por otro lado, es también evidente que la propia cultura llamada occidental y cristiana, viene asumiendo una actitud menos dogmática, más abierta a la comprensión del valor de las culturas indígenas a nivel mundial.

En las medida en que las investigaciones científicas vienen proporcionando mayores y mejores conocimientos acerca de la naturaleza de los logros culturales de los Pueblos Indígenas, en esa misma medida se viene abriendo paso una actitud de revaloración de dichos logros.

Más aún cuando se viene haciendo cada vez más evidente que, como consecuencia del comportamiento social generado en algunos aspectos de la cultura occidental, se producen graves problemas cuya solución sólo puede ser encontrada en el marco de la visión de los Pueblos Indígenas, tal y como sucede con los problemas ambientales, con los modelos de desarrollo económico, la ética interindividual, el desarrollo espiritual, etc.

Es decir, la misma cultura arrogante e impositiva, destructora del legado indígena, hoy reconoce, vía la reflexión de sus mentes más lúcidas, que es un deber moral y un mecanismo de supervivencia humana el respetar la diversidad cultural que hasta hoy hemos logrado.

Respeto que se viene expresando en un corpus jurídico establecido en reuniones del mayor nivel internacional y la recurrencia, cada vez mayor, a los saberes indígenas para la solución de muchos de los problemas que afronta la sociedad mundial actual
.

viernes, 29 de junio de 2007

EDUCACIÓN: ARMA ESTRATÉGICA PARA EL DESARROLLO


Gabel Daniel Sotil García

Hace ya muchas décadas que en los países que últimamente han logrado su desarrollo asumieron plenamente que éste no podría ser logrado sino sobre la base de percibir a la educación como el instrumento estratégico para dicho fin.

Los logros sociales que han obtenido demuestran fehacientemente que tuvieron una acertada decisión, pues aunque hayan carecido de los necesarios recursos naturales (que en el caso de nuestra región y país los tenemos en abundancia y variedad), supieron capacitar integralmente a su potencial humano para generar los altos niveles cualitativos de vida que hoy tienen.

En estos momentos, sobran ejemplos demostrativos de que, cuando una sociedad diseña su educación para elevar sus condiciones de vida, es decir, para superar la pobreza, lo logra, aunque no necesariamente a corto plazo. Es así cómo podemos hoy ver países en franco proceso de superación de la pobreza que castigaba a sus miembros; a otros, disfrutando ya de los beneficios sociales (no sólo económicos) de la educación que, en un determinado momento, tuvieron el valor de construir para su propio beneficio.

Sin embargo, en nuestro país seguimos apegados a viejos y obsoletos paradigmas respecto a la educación. La seguimos percibiendo aún desde universos conceptuales idealistas, que la alejan de urgentes compromisos sociales. Queremos seguir ejerciéndola con los mismos mecanismos cuya ineficacia ya ha sido demostrada más que suficientemente.

Nuestra clase dirigencial, quien tiene el poder en sus manos, aún no tiene la valentía de aceptar que ya no está en capacidad para seguir teniendo en sus manos un instrumento de tanta trascendencia, como es la educación. Quiere seguir manejándola al margen de las características de nuestro país, controlarla centralistamente y para fines político-partidarios, entregarla como una dádiva a la sociedad, asignarle el carácter de gasto social, desligarla del desarrollo, etc. y, por cierto, los resultados de tan equívoca percepción los podemos constatar no sólo en nuestra región.

Hoy en día, a partir de la experiencia de otras sociedades, tenemos que enfatizar su carácter de creación social a partir de condiciones concretas, tanto nacionales como regionales, y aun intra regionales, pues la copia de modelos exitosos en otras realidades, hasta hoy no funciona sino para consolidar la pobreza y el subdesarrollo en nuestro país. Es decir, si es nuestro propósito social superar las condiciones estructurales deficitarias que nos agobian, tenemos que abocarnos a promover una intensa participación de las comunidades interiores, que son las que hasta este momento, siendo las que más conocen sus propias necesidades, no tienen las necesarias oportunidades y mecanismos para expresarse, pues las únicas decisiones que se tienen en cuenta son las que se toman en el centro del poder, en donde existe el prejuicio elitista de que las provincias y pueblos interiores no tienen la capacidad de proponer y diseñar la educación que necesitan. Es decir, se viene priorizando los criterios técnicos, dejando de lado los criterios socioculturales, que son los que deberían primar en una realidad tan diversa en culturas, lenguas, grupos humanos, que tienen como escenario una extraordinaria megadiversidad ecológica, que exige respuestas educacionales no únicas, sino también, diversas.

martes, 26 de junio de 2007

HISTORIA DE LAS RELACIONES PUEBLO - AMBIENTE

Gabel D. Sotil García

Para acercarnos a un mejor entendimiento de las causas, gravedad y naturaleza de los problemas que venimos causando a nuestro ambiente, es necesario que conozcamos la historia de cómo se han venido relacionando los GRUPOS HUMANOS de esta región con el ENTORNO AMBIENTAL, es decir, con nuestro BOSQUE.

En este sentido es necesario que puntualicemos que hasta este momento, son tres, a nuestro entender, las fases que se han dado en tales relaciones y que vamos a caracterizar a grandes rasgos: una primera fase, que la vamos a denominar de relaciones armónicas; una segunda a la que denominamos de relaciones conflictivas y una tercera que llamaremos de recuperación de las relaciones armónicas.

Veamos su caracterización:

La fase de relaciones armónicas se extiende hasta el 1542, año en que se inicia el proceso de invasión cultural a nuestra región, con el llamado descubrimiento del Paranaguasú, hoy conocido como Amazonas. Este hito cronológico marca el término de una época caracterizada por la vigencia plena de la visión de los Pueblos Indígenas en cuanto a sus relaciones con el entorno ambiental. En el marco de esta visión, construida a partir de una experiencia milenaria de relaciones de los pueblos con el bosque, éste fue percibido como una entidad objeto de respeto y reverencia, con un carácter sagrado. Para los Pueblos Indígenas el bosque tuvo la categoría de un valor, por lo tanto, no fue agredido significativamente, pues para un indígena el bosque era la fuente de la satisfacción de sus necesidades, de donde provenían los recursos para su vida cotidiana. La proverbial diversidad de recursos dio origen a muy diversas culturas, que lograron su peculiaridad a pesar de tener todas ellas una procedencia forestal.

A partir de 1542 se inicia la configuración de una nueva fase en las relaciones Pueblo – Ambiente, al hacerse presente, en todo el escenario selvático, un nuevo tipo de persona, moldeada en el marco de un entorno cultural diametralmente opuesto al de los integrantes de los Pueblos originarios. Fueron personas portadoras de una visión muy distinta del bosque, el que pasó a ser considerado una mera mercancía, disponible para ser explotado, en su diversidad de recursos, hasta su agotamiento.

Como hoy podemos constatar en el lapso de casi quinientos años, caracterizados por una fiebre explotadora, de destrucción inmisericorde, de depredación incontenible, este bosque ha sido y sigue siendo objeto de constantes agresiones. Es esta actitud antiforestal la característica de este lapso, en que hemos aprendido y enseñado a agredir de mil formas a nuestro bosque. Algunas de estas agresiones son las siguientes: deforestación, contaminaciones atmosférica, acústica y acuática, sobre explotación de especies florísticas y faunísticas, erosión del suelo, etc. El “boom” o auge extractivo del caucho, maderas, resinas, petróleo, oro, pieles, frutos, etc., en cada momento de nuestra historia regional, no ha significado sino mayor destrucción de nuestro BOSQUE. Todo ello contando con la complicidad de una educación diseñada para justificar estas agresiones, formándonos ignorantes e indiferentes ante este avance depredatorio.

Felizmente, los movimientos ecologistas e indigenistas, tanto a nivel mundial como nacional y regional, las investigaciones y la acción difusora de instituciones y personas comprometidas y sensibles a estos problemas, así como las constataciones históricas que venimos haciendo en cuanto a las consecuencias sociales, culturales, económicas y ecológicas de dicho avance depredatorio, han venido generando una gradual toma de conciencia de la gravedad del mismo, tanto para nuestra propia región como para el planeta TIERRA, haciendo que sintamos la necesidad de educarnos para establecer mejores relaciones con nuestro entorno ambiental y asumir superiores comportamientos, tanto individuales como sociales.

Es esta toma de conciencia de nuestras responsabilidades en el proceso destructivo de nuestro ambiente como en la construcción de una sociedad respetuosa de su hábitat, la que nos ha llevado a abocarnos, aún no consensualmente, pero sí gradualmente, a incorporar, como propósito socialmente buscado, la educación de las nuevas generaciones para re-establecer las relaciones armónicas con nuestro ambiente.

Es a partir del 2003 que, formalmente el Gobierno Regional de Loreto, expresa su voluntad política de replantear la educación regional, oficializando la Ordenanza 095-2003-SO-GRL, mediante la que aprueba los Lineamientos de Política Educativa para la construcción del Proyecto Educativo Regional.

Es esta fecha la que tomamos como hito cronológico para el inicio de una nueva fase de las relaciones con nuestro ambiente: la fase de reconquista de las relaciones armónicas con nuestro ambiente. Fase que tiene a la educación formal como el instrumento constructor de un nuevo imaginario forestal en la mente de las nuevas generaciones, la praxis de una nueva ética relacional con el entorno ambiental, ética creada y practicada por los Pueblos Indígenas de nuestra región, y la formación cognoscitiva y axiológico-actitudinal en el marco doctrinal del desarrollo sustentable.

Todo lo cual implica incorporar, a los currículos elaborados por el centralismo educacional, un nuevo universo informativo y formativo en los diversos niveles y modalidades de la educación formal, que posibilite una nueva formación a las nuevas generaciones de loretanos, formación que ya tiene su núcleo germinal en la celebración del FESTIVAL DEL BOSQUE en las instituciones educativas de nuestra región.

martes, 12 de junio de 2007

PARA CONSTRUIR UNA TECNOLOGÍA EDUCATIVA HUMANISTA


Gabel Daniel Sotil García

Como bien sabemos, en estos momentos la educación formal, tanto en nuestro país como en nuestra región, viene siendo profundamente cuestionada por su falta de calidad, condición que se expresa tanto en su incapacidad para promover el desarrollo pleno de las capacidades de los educandos como en su incapacidad para lograr el mejoramiento de la calidad de nuestra vida social. Por ello ha sido declarada en emergencia, desde el 2003, por el Ministerio de Educación, el mismo que viene desarrollando una estrategia centrada en lo que saben o no los y las docentes, dejando de reconocer que el mayor responsable de esta situación es el propio Ministerio, por las disposiciones que ha venido dando hasta el presente.

Tecnología educacional cuyo origen radica en circunstancias muy diferentes a las nuestras en lo referente a las características socioculturales de los pueblos y a las características bio – psico - sociales de los educandos, pues por su naturaleza la educación es un fenómeno profundamente enraizado en su entorno, totalmente histórico y requiere de una tecnología nacida en dicho entorno para que rinda frutos pertinentes.

El no haber reconocido esta característica de la EDUCACIÓN nos ha llevado a hacer una replicación mecanicista, ahistórica e irreflexiva de normas pedagógicas creadas para situaciones psicológicas y socioculturales diferentes a las nuestras, razón por la cual hoy tenemos los resultados educacionales que nos vienen preocupando, pues significan la profundización de nuestra pobreza, de nuestro subdesarrollo y el deterioro ambiental y socio-cultural, de tal manera que nuestros magros recursos económico-financieros no devienen en riqueza social. Resultados que seguiremos obteniendo mientras sigamos recurriendo a la aplicación de normas tecnológicas que ignoran la esencia sociocultural del sujeto de la educación, haciendo forzada abstracción del mismo.

A nuestro entender, una condición fundamental para que la educación logre los niveles de calidad deseables es que responda a las características y necesidades de su entorno ecológico y sociocultural. Por lo tanto, es necesario que dirijamos nuestros esfuerzos a la búsqueda de mecanismos que posibiliten la inserción de la educación, tanto en su dinámica como en su orientación, en la intimidad más profunda de las comunidades de nuestra región, poseedoras de características ambientales, socioculturales e históricas propias, que les dan una absoluta peculiaridad dentro de nuestro país y que, por lo tanto, deben merecer respuestas educacionales adecuadas, coherentes y diferenciales.

Por lo tanto, se hace necesario replantear, entre otras decisiones, el enfoque tecnológico tradicional para asumir una nueva forma de abordar los aspectos instrumentales de la praxis educacional, que aseguren el logro de los objetivos sociales de la educación; es decir, para que la educación devenga en el instrumento de desarrollo humano que requerimos que sea en este escenario, en el que la más plena diversidad es una de las fortalezas que debemos aprender a potenciar en nuestra región (y país).

sábado, 9 de junio de 2007

HITOS CRONOLÓGICOS DE LA HISTORIA DE IQUITOS

Gabel Daniel Sotil García

He aquí un resumen de las fechas más importantes en la historia de nuestra ciudad:

1740 Inicio de la creación de REDUCCIONES DE INDIOS en territorios de la etnia IQUITOS, cuenca de los ríos Nanay, Napo y Tigre, por misioneros Jesuitas (P. José Bahamonde).
1757 Creación de la Reducción de SAN PABLO DE NAPEANOS, con miembros de las etnias Iquitos y Napeanos, en la zona del alto Nanay.
1761 Traslado de la Reducción de San Pablo de Napeanos a los terrenos en los que actualmente queda Iquitos y conversión en SAN PABLO DE NUEVO NAPEANOS.
1785 Primera referencia al caserío de Napeanos, hecha por Francisco de Requena, Gobernador de Maynas.
1808 Primera referencia al caserío de los IQUITOS, hecha por el P. Hipólito Sánchez Rangel, Obispo de Maynas, indicando la presencia de 171 habitantes.
1814 Nueva referencia al caserío de los IQUITOS, indicando que tenía 81 pobladores, hecha por el mismo P. Sánchez Rangel.
1821 19 de agosto: Iquitos asume la peruanidad de Maynas, proclamada ese día en Moyobamba.
1828 18 de octubre: Junta Municipal de Iquitos jura fidelidad a la Constitución proclamada por Dn. José de la Mar, según informe de Dn. Manuel Ramos, Gobernador de Iquitos.
1840 Llegada a Iquitos de pobladores de BORJA, huyendo de los ataques de los Huambisa (río Marañón).
1841 09 de setiembre: Visita del P. José María Arriaga, Obispo de Maynas, constatando la existencia de 100 habitantes.
1842 08 de junio: Elevación de Iquitos de la categoría de caserío a la de Pueblo, integrando el distrito de Loreto, Provincia de Maynas, Departamento de Amazonas, por petición del P. J. M. Arriaga.
1849 24 de noviembre: Primera partida bautismal en la antigua Iglesia Matriz.
1851 - Referencia de Joao Wilkens Matto a Iquitos con 227 habitantes.
- Firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación con Brasil, por el cual cedimos a éste 56 507 Km2.
1853 10 de marzo: Creación del Gobierno Político Militar de Loreto por el Presidente Dn. Rufino Echenique.
1857 -07 de Junio: Creación de la Provincia Litoral de Loreto
1861 -07 de enero: Creación del Departamento Marítimo Militar de Loreto por Dn. Ramón Castilla.
1862 Reporte de la población de Iquitos: 431 habitantes.
1864 05 de enero: llegada de los barcos mandados a construir por R. Castilla, fecha que se ha tomado para celebrar la fundación del puerto fluvial de Iquitos sobre el Amazonas.
1866 -07 de febrero: Creación del Departamento de Loreto por Dn. M. I. Prado.
- Nombramiento del posible primer alcalde de Iquitos, Dn. José Jesús Jiménez.
-Dn. Genaro Herrera reporta que Iquitos tiene 648 habitantes.
1868 -21 de setiembre: ratificación del Departamento de Loreto por Dn José Balta.
-21 de octubre: ratificación del Departamento de Loreto y creación de la provincia del BAJO AMAZONAS, con su capital IQUITOS.
1876 En Iquitos se reporta 1475 habitantes.
1880 -Inicio de la denominada época de auge cauchero (boom del caucho)
-Llegada de los primeros migrantes chinos.
1890 Llegada de los primeros migrantes judíos.
1896 02 de mayo: inicio del Movimiento Federalista de los Coroneles Ricardo Seminario Aramburú y Mariano José Madueño.
1897 09 de noviembre: Ley que declaró a Iquitos capital del Departamento de Loreto, en reemplazo de Moyobamba.
1898 18 de julio: primera piedra del Obelisco de la Plaza de Armas.
1899 22 de mayo: Rebelión separatista del Crnel. Emilio Vizcarra.
1900 Llegada de los primeros misioneros Agustinos.
1903 En Iquitos se reporta la existencia de 9438 habitantes.
1906 Se reporta 10 038 habitantes.
1911 -12 de julio: Combate de LA PEDRERA (conflicto con Colombia) y heroísmo del Tnte. M. A. Clavero Muga y otros peruanos.
-28 de julio: primera piedra de la Iglesia Matriz (en su actual ubicación), por el P. Paulino Diaz.
1921 05 de agosto: Revolución del Cap. GUILLERMO CERVANTES VASQUEZ.
1928 Iquitos registra 22 575 habitantes.
1929 18 de marzo: Inauguración de la Iglesia Matriz por Mons. Sotero Redondo.
1930 17 de agosto: oficialización de la entrega de territorios peruanos a Colombia, de acuerdo con el tratado Salomón-Lozano e inicio de nuevo conflicto bélico.
1931 Formación de la JUNTA PATRIÓTICA
1932 01 de setiembre: Toma de Leticia por la Junta Patriótica.
1933 26 de marzo: Combate de Güeppí. Heroismo de A. Vargas Guerra, Fernando Lores, etc.
1938 Firma del CONVENIO ADUANERO PERUANO-COLOMBIANO.
1940 En el Censo General de la República Iquitos registra 31 828 habitantes.
1941 Conflicto con Ecuador
1942 – 29 de enero: Firma del PROTOCOLO DE PAZ, AMISTAD Y LÍMITES con Ecuador.
- Creación de la Municipalidad Provincial de Maynas con su nombre actual.
1948 Se registra la presencia de 41 694 habitantes
1956 Rebelión del General Marcial Merino Pereyra contra el Gobierno de Odría.
1957 01 de junio: protesta popular por el alza de la entrada a los cines.
1961 Se registran 57 777 habitantes en Iquitos.
1964 En IQUITOS se registra una población de 69 300 habitantes.
1965 Promulgación de la Ley 15600 por el Gobierno de Fernando Belaunde (régimen tributario especial para la selva).
1968 28 de junio: protesta popular por el alza de combustibles.
1971 Inicio de la prospección petrolera en nuestra región. Iquitos registra 111 273 habitantes.
1976 03 de noviembre: Decreto Ley 21673: establece el Canon Petrolero para Loreto.
1978 29 de octubre: formación del FRENTE DE DEFENSA DEL PUEBLO DE LORETO.
1980 02 de julio: recomposición del Frente de Defensa.
1988 12 de febrero: creación de la Región Amazónica (luego de 5 días es cambiado este nombre por el de Región del Amazonas)
1989 - 12 de noviembre: Elecciones de las autoridades del Gobierno Regional.
- 29 de diciembre: Instalación de la Asamblea Regional en Nauta.
1990 Cambio de nombre de la Región del Amazonas por el de Región Loreto.
1996 Formación del FRENTE PATRIÓTICO DE LORETO.
1997 - 15 de agosto: creación de la Oficina Regional de AIDESEP de Iquitos - ORAI
-Junio, octubre y noviembre, grandes movilizaciones del Frente Patriótico de Loreto, en protesta por la política del gobierno de Fujimori.
1998 24 de octubre: violentas manifestaciones y disturbios de protesta contra la política de gobierno, el centralismo y el intento de re-reelección de Fujimori.
2002 Reestructuración político-administrativa de nuestro país: creación de los Gobiernos Regionales.
2003 Inicio del funcionamiento del Gobierno Regional de Loreto
2004 II Encuentro Nacional de Gerentes y Consejeros Regionales de Recursos Naturales y Medio Ambiente
Realización del II Congreso Educativo Internacional organizado por IDEA y UNAP.
2005 FRENTE PATRIÓTICO DE LORETO convoca a marcha para exigir rápida extradición de ex presidente A. Fujimori, detenido en Chile.
2006 -Dirigentes del Frente de Defensa de la Provincia de Datem no son atendidos por autoridades de Iquitos.
-Realización del foro “La Biodiversidad: defensa y estrategia para su conservación”, organizado por la Asociación de Promoción Agraria y la Fundación Konrad Adenauer.
-Dirigentes Indígenas, mediante pronunciamiento, exigen a las autoridades anular las concesiones petroleras que afectan territorios de los pueblos indígenas no contactados o en aislamiento voluntario.
2007 - 04, 05, 06 de junio, paro regional convocado por el FRENTE PATRIÓTICO DE LORETO, con una plataforma reivindicativa, reclamando, entre otros puntos, la vigencia de las exoneraciones tributarias, asignación de presupuesto para educación, salud, agricultura e infraestructura, incremento del canon petrolero, revisión de los contratos petroleros, concesiones forestales, defensa de la soberanía e integridad territorial, autonomía para Loreto, combate a la corrupción y a la impunidad, atención a las demandas de las provincias, etc.

miércoles, 6 de junio de 2007

PARA COMPRENDER A LA AMAZONÍA - 2

¿Cuál es nuestro mayor impedimento? (*)


"Siempre hemos querido imitar lo de otros para aplicarlo acá. Esa ha sido la mayor estupidez en el Perú, por eso talamos la riqueza forestal para hacer actividades agropecuarias y ganaderas. Cada año quemamos al menos 2 mil millones de dólares en maderas aprovechables para ir ampliando la frontera agrícola."

(*) Antonio Brack Egg, "Hay 5 mapas de la pobreza y ninguno de las potencialidades", entrevista concedida Patricia Del Río Labarthe.


martes, 5 de junio de 2007

LA EDUCACIÓN FORESTAL EN LA PRAXIS PEDAGÓGICA

POR EL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
Gabel Daniel Sotil García

Uno de los cambios más significativos que se vienen produciendo en el magisterio de nuestra región es la importancia que le viene dando a la educación ambiental en su labor cotidiana en las instituciones educativas. Somos testigos de los esfuerzos que vienen haciendo maestras y maestros por incorporar, en el proceso educativo que desarrollan con sus alumnos y alumnas, muy diversos contenidos relacionados con el tema del ambiente, como consecuencia de diversos factores, entre ellos las informaciones insistentes que se difunden acerca de las consecuencias de nuestro comportamiento individual y social sobre nuestro entorno ambiental, particular (Amazonía) y general (Planeta).

Bien por nosotros, que vivimos en este patrimonio natural que es el BOSQUE.

Esto significa que las nuevas generaciones lo respetarán, lo amarán y lo defenderán en toda su riqueza y características, pues sólo una educación con dichos propósitos garantiza los comportamientos adecuados en forma permanente.

De esta manera, la EDUCACIÓN AMBIENTAL o FORESTAL, como debemos denominarla en nuestra región por la presencia imponente de nuestro bosque, está deviniendo en un componente fundamental para la formación, tanto cognoscitiva como axiológica, de nuestros educandos, en el entendido de que nuestro ambiente es el soporte físico en el que hacemos nuestra vida, tanto individual como social.

Cuanto más saludable sea, mejor vida tendremos; es decir que cuanto más puro sea el aire que respiremos, cuanta más limpia sea el agua que bebamos, cuanto menos contaminado sea el ambiente en el que vivamos, disfrutaremos de mejores condiciones de vida; por lo tanto, debemos enseñar a nuestros educandos a conocerlo y a cuidarlo, a no agredirlo.; a preservarlo en sus riquezas, a defenderlo para que se mantenga sano. Debemos formar a nuestros niños y jóvenes en la convicción de que no debemos afectar el equilibrio de sus componentes para preservar la maravillosa diversidad de vida que poseemos en esta región.

Para que ya no siga dándose la contradicción de que seamos nosotros mismos quienes más lo agredimos, sea por ignorancia, sea por la satisfacción de nuestras ambiciones mercantilistas, con lo cual no hacemos sino causar diversos y graves problemas.

El cuidado de nuestro ambiente debemos inducirlo como un valor a partir de su progresivo conocimiento. La flora, la fauna, la geografía, la dinámica de sus componentes, los problemas que actualmente le afectan, la búsqueda de soluciones a dichos problemas, etc. deben incorporarse al currículo que desarrollemos en las instituciones educativas.

Y, sobre todo, el tema del AGUA; elemento que, dada su abundancia en nuestra región, nos parece inacabable e invulnerable a nuestra acción social destructiva.

A este respecto tenemos que formar a nuestros niños en la conciencia de su gran y definitiva importancia, tanto para fines sociales como para fines ambientales. Sin agua no hay vida posible. Nuestra grandiosa diversidad de ambientes y de formas de vida, se debe, precisamente a la prodigiosa diversidad de aguas que posee nuestra región, hoy todo un reservorio de agua dulce, que debemos aprender a preservar a partir del más pleno conocimiento de las leyes que rigen esa unión tan especial que se establece entre bosque y agua, entre el árbol y el agua.

Por ello, en la educación forestal que desarrollemos en esta región, deben estar presentes profusas vivencias de disfrute de su potencial estético por parte de los educandos en la praxis pedagógica cotidiana. Debemos promover el más profundo respeto por el ambiente a partir del conocimiento de la importancia que tiene, de lo que nos provee, de los alimentos que obtenemos: huayos, hojas, raíces, maderas, resinas para curarnos, aves, peces, etc.

¡Qué bien que profesores y profesoras estén promoviendo un progresivo acercamiento sistemático a la comprensión de la complejidad e interrelación de los componentes del ambiente amazónico y del ambiente particular de cada una de las comunidades, por parte de los educandos!

Nos es de suma urgencia el instalar en nuestros educandos, y en la población en general, un imaginario coherente y en correlación perfecta con nuestra realidad, para que su actuación social se realice en el marco axiológico de un profundo respeto por la defensa y preservación de nuestro ambiente pero desarrollando capacidades para aprender a aprovechar sus potencialidades sin destruirlo.

Transformar a nuestro ambiente en el referente de formación integral de las nuevas generaciones requiere, pues, hacer de la educación forestal una praxis pedagógica.

PARA COMPRENDER A LA AMAZONÍA - 1


SIGNIFICADO DE LA AMAZONÍA PARA LOS PERUANOS: (*)
“…la Selva es apenas conocida por la mayoría de los peruanos a consecuencia de la pobreza, de las deficiencias de la educación pública y del bajo nivel cultural en general. A esta realidad no escapan ni aquellos de las clases sociales más pudientes, que se educan en colegios privados y que alguna vez han visitado Iquitos o algún otro lugar de la Amazonía. Más aún, la ignorancia sobre el tema alcanza inclusive a los que radican en las rápidamente crecientes urbes de la propia selva, los que en su mayoría jamás han puesto un pie en el monte. Es así cómo la Amazonía continúa siendo, hoy como en el pasado, inspiración para las más disparatadas opiniones y fantasías.”

(*) Marc J. Dourojeanni, “Amazonía ¿Qué hacer?; Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía, Iquitos, 1990, pp.17-19

lunes, 4 de junio de 2007

LOS VALORES ECOLÓGICOS


Gabel D. Sotil García (*)

En el proceso de socialización cada miembro de una comunidad va asumiendo la cultura vigente en dicha comunidad; es decir, hace suyos, mediante el aprendizaje, los conocimientos, las creencias, las prácticas operativas, las convicciones, las expectativas, las normas de conducta, etc., dándole a todo ello un tinte personal en su actuación social.

Entre tales aprendizajes, lugar importante lo ocupan los denominados valores, que son un componente de gran importancia en las decisiones que tomamos en la dinámica cotidiana. Es decir, que de los valores que tengamos dependerá que elijamos una u otra opción cuando debamos decidir. Son los valores los que orientan nuestra acción, pues es a partir de ellos que damos mayor o menor importancia a las cosas u objetos de nuestro entorno o a las acciones que realizamos y realizan los demás, aceptándolas o rechazándolas.

Los valores están presentes en todas las culturas, pero, dado que existen en una amplia gama o diversidad, no todas ellas enfatizan los mismos valores. Unas sociedades otorgan una mayor jerarquía a los valores económicos, otras a los estéticos, así como a los éticos, a los científicos, a los religiosos, a los utilitarios, etc. Siendo variable esta jerarquía a través del tiempo.

A partir de una mirada panorámica a nuestra historia regional, podemos afirmar que en las culturas indígenas el valor ecológico de los elementos de su entorno fue asumido con una de las más altas jerarquías en el comportamiento de sus miembros. A partir de su milenario contacto con el bosque, que les proporcionó una rica experiencia y profundos conocimientos, los Pueblos Indígenas amazónicos, construyeron una forma de actuación, tanto individual como colectiva, respetuosa de su entorno natural.

Es dicha experiencia la que les posibilitó apreciar, valorar, su entorno existencial; y así, de generación en generación, vía el ejemplo cotidiano, transmitieron a las nuevas generaciones este aprecio y respeto por el río, la cocha, la flora, la fauna, el suelo y cuanto componente descubrían en dicho entorno.

Al incorporarse a este escenario amazónico la cultura de origen europeo, se incorporaron también sus jerarquías axiológicas haciéndose hegemónicas en concordancia con el avance impositivo de dicha cultura mediante diversos mecanismos, entre los cuales se encontró la educación, tanto natural como formal.

Es así como aprendimos a percibir a nuestro ambiente de manera distinta y establecer nuevas relaciones con él. En concordancia con la nueva estructura de valores todos los elementos ambientales fueron reubicados en una nueva jerarquía y, entonces, el BOSQUE pasó a ser bosque, el RÍO pasó a ser río, la COCHA pasó a ser cocha, el ÁRBOL pasó a ser árbol, etc. pues pasaron a tener sólo un valor mercantil, para la compra y la venta, dejando de ser apreciados por su valor ecológico, pues el valor económico ocupó la cúspide de esa jerarquía.

Convertidos en simples mercancías pasaron a ser objetos de compra-venta. El BOSQUE devino en un conjunto de diversas maderas, resinas, cortezas, tintes, peces, aves, mamíferos, mariposas, etc. con valor sólo para ser extraídas y vendidas; es decir, en lo que es hoy: un bosque. Perdió su significado trascendente, de la mayor jerarquía, que tuvo para los Pueblos originarios.

En este marco axiológico todo ha adquirido sólo un valor económico. Mercantilismo puro. El ÁRBOL no es visto como ÁRBOL sino como algo que sólo sirve para transformarlo en madera, carbón, leña, etc., de manera que, puestos frente a un árbol, lo único que se nos ocurre es cortarlo o talarlo.

En nuestra actual sociedad no hemos aprendido a verlo como parte integrante del paisaje natural. Ignoramos que naturalmente cumple funciones ambientales: produce oxígeno, amortigua las altas temperaturas, absorbe el monóxido de carbono y demás gases nocivos para la salud, viabiliza la evaporación de las aguas (por ello hay nubes y lluvias), retiene las aguas de las lluvias para liberarlas progresivamente (por ello existen los arroyos, quebradas, manantiales, etc.), sirve de hábitat a las aves en cuyas ramas anidan, se protegen y posan, nutre al suelo, ornamenta el paisaje, brinda una sombra refrescante, sus frutos alimentan a las aves y mamíferos (incluyendo a los seres humanos), …

Igual viene sucediendo con la cocha y el río, a los que sólo vemos como proveedores de peces para el consumo y la venta, pero no en su función ecológica como fuentes necesarias para la diversidad de vida y, por lo tanto, los estamos convirtiendo en basureros de los pueblos y ciudades. A nuestro suelo sólo lo vemos como medio para producir cosechas y no en su interrelación con los árboles, el ambiente, la flora, la fauna, etc.

En resumen, no hemos aprendido a darle valor ecológico a nuestro bosque y todas sus riquezas. Dominados por el economicismo, en todas sus manifestaciones, nos hemos olvidado que entre los valores en los que debemos educar a las nuevas generaciones deben estar los valores ecológicos en primer orden. Cuando hablamos de educación en valores, obviamos a los ambientales o les damos una bajísima importancia. Venimos olvidando, también que somos hijos de la naturaleza y que si no frenamos la exacerbada artificialización, hacia la que nos dirigimos, seremos víctimas de nuestra propia destrucción.

El cambio climático, con sus desastrosas consecuencias para toda forma de vida sobre nuestra Tierra, nos está diciendo que no estamos en este planeta para seguir actuando como hace miles de años. Este largo lapso de evolución debe llevarnos a una reflexión colectiva que nos ubique realista e inteligentemente en este escenario de extraordinaria belleza que es nuestra Amazonía y el planeta todo.

Bien haríamos, pues, en incorporar los valores ecológicos: amor y respeto a la naturaleza, a la diversidad biológica, al ambiente, a nuestros recursos naturales, el cuidado de los jardines, de las plantas, del aire, de nuestras calles, etc., como referentes de primer orden en nuestro comportamiento individual y social

(*) Artículo publicado en semanario KANATARI, Iquitos, 03-06-07

sábado, 2 de junio de 2007

DEFORESTACIÓN:CIFRAS DE ESPANTO


Gabel D. Sotil García

La agresión a nuestro ambiente está llegando a límites incontrolables. A límites de espanto, para quienes somos conscientes de la trascendencia que tiene nuestro bosque, que, por cierto, debemos ser todos.

Si es que no damos, ya mismo, absoluta prioridad a las políticas ambientalistas que, desde hace un buen tiempo, duermen en paz en los escritorios de quienes deberían hacerlas cumplir, se aproxima una hecatombe ambiental, que nos afectará irremediablemente a todos, no sólo los que vivimos en esta región sino en el mundo entero.

Ya sabemos con absoluta certeza que los problemas que viene causando el comportamiento de nuestra especie, a nivel global, son el cambio climático, agotamiento de la capa de ozono, contaminación de mares, ríos y lagos, deforestación o pérdida de nuestros bosques y la consecuente pérdida de la biodiversidad.

Ahora bien, en nuestra región tenemos, también, nuestros propios graves problemas, que pasamos a puntualizar.

Para graficar los límites de destrucción a los que estamos llegando, hemos recurridos a varias fuentes que las poseen instituciones que deberían ser las que lideren una lucha intensísima para defender nuestro bosque, sin embargo, pareciera que no leen sus propios informes o creen que todavía no es tiempo de actuar u otra razón.

Veamos esas cifras: el bosque amazónico original hasta 1990 abarcaba 68, 5 millones de hectáreas, siendo Loreto la región con mayor extensión, pues poseía 35,2 millones de hectáreas. Sin embargo, la tasa de deforestación anual, viene siendo de 260 000 hectáreas, es decir, una pérdida de 716 hectáreas por día. Hoy, por lo tanto, esa superficie de bosque original se ha reducido y viene reduciéndose indeteniblemente.

Según estas mismas fuentes (INRENA, IIAP, UNAP), el 80 % de esta superficie deforestada está, actualmente, en abandono; es decir, los árboles fueron cortados pensando aprovechar el suelo; sin embargo, no ha sido así, pues nuestro suelo amazónico se defertiliza cuando pierde la protección de su capa arbórea. Por ello, en estos momentos, sólo el 20 % de esta superficie deforestada es utilizada para fines de producción. Es decir, dicho en lenguaje regional, hemos perdido, tarrafa y pejes.

Un ejemplo claro podemos verlo en ese terrorífico, en términos ambientales, trayecto Iquitos – Nauta, en donde se puede ver que muchos dueños de parcelas han actuado, sin ninguna orientación y con falta de criterio, sensibilidad y compromiso, habiendo tirado al suelo hermosos bosques, esplendorosos árboles, seguramente que para sembrar maíz, arroz, chiclayo, etc. o para la práctica de la ganadería. ¡Qué pena! ¡Habrán obtenido dos o tres buenas cosechas y, luego, el abandono!

Laderas que lucían con grandes y hermosos arbustos y matorrales, cuyas raíces absorbían y retenían el agua de las lluvias para, luego, soltarla en pequeños chorros para formar quebradas de aguas frescas y cristalinas, hoy nos muestran sus heridas sangrantes por donde corre, torrentosa y voraz cuando llueva, el agua destructiva, que arrastra el suelo indefenso hacia las partes más profundas de los riachuelos hasta hacerlos desaparecer por colmatación. Como resultado de ello, los manantiales, los arroyos, las cashueras, las cochas se han secado; el verdor se va alejando, los animales silvestres se han extinguido y la biodiversidad se empobrece cada día más.

Por lo tanto, sembrar y obtener buenas cosechas en estos terrenos así maltratados, es cada vez más difícil, sino imposible, por la degradación del suelo.

Y, todo ello, por ignorancia. Ignorancia de las características de nuestro bosque, al que queremos tratar como creemos que es y no como es en realidad. ¡Cuantos miles y millones de años han costado a nuestra naturaleza adquirir las propiedades que hoy caracterizan al bosque húmedo tropical, nuestra selva, para que nosotros, con supina arrogancia e ignorancia, nos hayamos abocado a destruirla en unos cuantos años!

Otros trágicos ejemplos de esta insensatez los tenemos en Pucallpa, Tarapoto, Selva Central, Madre de Dios, etc. En cada uno de estos lugares podemos comprobar la inmisericorde destrucción de la que hemos hecho objeto a nuestro bosque. Las ansias mercantilistas y la voracidad extractivista se hacen patentes al contemplar lo que, hasta hace poco nomás, eran hermosos paisajes llenos de verdor, de vida florística, de vida faunística, de frescor, de color, etc.

En verdad, es desesperante ver la progresiva destrucción de nuestro bosque, la contaminación de nuestras aguas, el empobrecimiento de la biodiversidad.

Peor, aún, no conocemos de la acción que debieran haber realizado los organismos encargados de defender este bien común que es el ambiente, y que, por lo tanto debe merecer la máxima prioridad en nuestra región.

Desesperante y doloroso, pues sabemos o debemos saberlo todos, que la salud social depende de la salud ambiental.