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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

jueves, 1 de junio de 2017

55° ANIVERSARIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA AMAZONÍA PERUANA

1962 – 04 de junio -2017

Prof. Gabel Daniel Sotil García

Dicen las crónicas de la época que el 4 de junio del 1962 fue un amanecer muy especial en Iquitos, pues fue escenario de un inusitado ajetreo en algunos hogares, cuyos hijos se alistaban, con una emoción muy especial, para comenzar sus clases en la casa de estudios superiores que acababa de ser creada y que, habiendo superado los trámites pertinentes, esa fecha debería dar inicio a sus labores académicas, con 243 jóvenes que habían logrado su ingreso en el examen que rindieron, en el local de la G.U.E. “Mariscal Óscar R. Benavides”.

Esa casa de estudios superiores era nada menos que la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana – UNAP, que, habiendo sido creada por Ley 13498, de 13 de enero del 1961, iniciaba su entrada a la senda institucional para formar a las futuras generaciones de profesionales para nuestra región.

Han pasado ya cincuenta y cinco años desde entonces, acompañando el discurrir de nuestro Amazonas. Lapso en el cual se han venido haciendo realidad las intuiciones y convicciones de quienes la concibieron, dándole forma definitiva a sueños que lentamente se vienen renovando al compás de los cambios que le presenta como retos el mundo en el cual vivimos.

Hoy cumple la UNAP un aniversario más, 55 AÑOS, tiempo propicio para dar una mirada, tanto hacia lo recorrido como hacia adelante, para intuir la senda que debe desbrozar para seguir fiel a sus postulados primigenios, que la acompañan desde su nacimiento: servir a la Amazonía, para que siga siendo Amazonía.

Indudablemente, las sucesivas gestiones administrativas han sabido dar los pasos pertinentes  para consolidar su institucionalidad. Como tal, ha sabido dialogar mirando de frente a su realidad para intuir las necesidades básicas de este formidable, hermoso y promisorio escenario que es la selva para interpretar sus más íntimas necesidades. Ha sabido, cual institución inteligente, superar muy diversas limitaciones. Ha sabido, también, responder a sus requerimientos y a sus sueños de devenir en la región con aún un desconocido potencial que debe ser develado para seguir creando nuevas especialidades o profesiones para consolidar su esencia forestal, integrante de ese grandioso y formidable espacio llamado Amazonía, cuyo rol planetario en lo ecológico, social, cultural, económico y espiritual ya está siendo conocido por los estudios científicos de la que es objeto.

Su contundente realidad, que hace que esté presente en todo su ámbito de influencia amazónico, nos exige pensar y ensayar posibles rutas en su futuro, para superar algunas deficiencias que hasta hoy subsisten.

Y una posible primera ruta es el abordaje de una reflexión consistente y sistemática de la reflexión sobre nuestra realidad amazónica dentro del contexto nacional. Hasta el momento esta tarea no ha sido abordada con la insistencia y consistencia necesarias. Nuestra universidad, así lo considero, no ha sentido como necesaria la preocupación por hacer y crear  lo que bien podríamos llamar un “pensamiento amazónico”, que responda a las esenciales características del ser amazónico: su forestalidad, su multiculturalidad, su ruralidad, su espiritualidad.

La presencia imponente del pensamiento foráneo, no nos ha posibilitado el generar líneas de pensamiento que respondan a lo que somos, a nuestras características, a nuestras necesidades regionales. Hemos asumido que lo que se diga de y para el Perú, es también aplicable a la Amazonía. Lo cual, por cierto, es una verdad a medias, dado que la selva tiene sus peculiaridades distintivas que bien pueden y de hecho  son fundamentos para generar un pensar autónomo. Un mirarnos desde nuestra interioridad para identificar esos componentes trascendentes que son la esencia de las cosmovisiones de los pueblos originarios, que hasta hoy nos negamos a conocer o despreciamos sin intentar aproximarnos para sentir su plena vigencia, pese a las agresiones de la cultura oficial y dominante.

Por otra parte, se necesita trabajar explícitamente un modelo societal  para nuestra Amazonía, por cierto que en el marco de la nacionalidad peruana, cuyas características  posibiliten responder a nuestra condición forestal y multicultural, dinamizada en el marco de un desarrollo endógeno, transformador de sus propias riquezas naturales, formada por personas y pueblos con un profundo conocimiento crítico de su realidad y plena identificación con los intereses regionales. Por cierto que este propósito solo será logrado si promovemos la más plena participación de los Pueblos Indígenas en su construcción, cuyas propuestas y formas de pensar deben ser tenidas en cuenta por el trato milenario de sus relaciones con el bosque amazónico.

Pensarla y aceptar su heterogeneidad cultural y biológica nos va  a permitir la formación de profesionales críticos, reflexivos, comprometidos con la preservación de los valores que fueran creados, por experiencias vivenciales, por la acción creadora de quienes hoy representan las reservan morales de una ética basada en el respeto y armonía con nuestro entorno.

Otro aspecto que considero esencial para concretar en nuestro futuro institucional es el referido a la percepción que tiene la sociedad nacional de nuestra Amazonía que, hasta el momento, es percibida con una serie de prejuicios que hemos heredado  desde la época colonial, época en la cual se construyó una percepción fragmentada, negativa, tergiversada de nuestra región, la misma que se expresa en una serie de prejuicios respecto a su aspecto humano y físico-geográfico. Nuestra universidad debe plantearse como uno de sus objetivos el acercar a la sociedad nacional a un mejor conocimiento de nuestra compleja realidad, más allá de lo superficialmente turístico.

En la medida en que se visibilice nuestra presencia en el concierto nacional, seremos destinatarios de mejores decisiones gubernamentales y referentes de las políticas económicas, sociales, culturales, etc. Sólo así generaremos el conocimiento respetuoso de la colectividad nacional, que aún nos mira como si fuéramos una región de libre disposición para los fines de los gobiernos de turno.  

Sean, pues, estas reflexiones un pequeño aporte en este aniversario de nuestra institución, para seguir buscando las sendas de realización de sus más altos intereses. 

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