Ante tantas agresiones que venimos causando a nuestro BOSQUE, es necesario que recordemos la importancia que tiene, no sólo para quienes vivimos en esta región, sino, lo sabemos hoy día por el fenómeno del calentamiento global, para todo nuestro planeta.
La utilidad del bosque es asombrosa, aunque para los esquemas mentales que hoy predominan en nuestra sociedad, sólo sirva para extraer de él los recursos que posee y transformar a cada árbol en madera, leña y carbón.
Con el solo requisito de cambiar nuestra perspectiva y concepción del bosque, lo cual sólo se puede lograr a partir de una educación especialmente dirigida a dicho propósito, nos daremos cuenta de que el bosque nos es más útil sin destruirlo que destruido; es decir, tenemos que aprender que la mayor utilidad que podemos sacarle es respetando su integridad.
Estos son algunos de los servicios que nos puede brindar el bosque, siempre y cuando no deje de ser bosque:
§ De recreación y turismo, tanto para nosotros como para visitantes nacionales y extranjeros, que quieren disfrutar de la belleza paisajística que posee.
§ Preservación de las especies biológicas que lo conforman y de los ecosistemas endémicos que hay en su interior.
§ De investigación científica en una amplísima gama en todos los campos de las ciencias naturales.
§ Ambientales: producción de agua, de oxígeno, de mejores condiciones climáticas, etc.
§ Educativos, pues es un escenario excepcional para el aprendizaje de nuestra biodiversidad (el laboratorio más vívido y complejo).
§Aprovechamiento de los recursos naturales para la satisfacción de nuestras múltiples necesidades: alimenticias, medicinales, industriales, a través de sus frutos, raíces, resinas, fibras, hojas, etc.
- Regulación del clima a nivel planetario.
Por todo ello es que en la lógica de los Pueblos Indígenas Amazónicos, el BOSQUE sirve para todo. Es decir, el bosque les provee todo lo que necesitan para su reproducción biológica, social y cultural. Por lo tanto, no cabía una utilización incontrolada de los recursos del bosque por parte del poblador amazónico originario.
Caserío ribereño (foto del autor) |
Los recursos de uso alimenticio-nutricional, utilitario, estético, de intercambio, medicinal, etc. fueron usados sin llegar a su extinción, asegurando su reproducción y, por lo tanto, su uso por las nuevas generaciones.
Es en la lógica de la cultura dominante actualmente (la mestiza) que el bosque es percibido como el conjunto de recursos que hay que explotar hasta su extinción.
Buen ejemplo de esta concepción lo constituyen la sobre - explotación del caucho, palo-rosa, peces ornamentales, pieles, maderas, monos, aves multicolores, etc. que, por causas de la voracidad mercantilista ha puesto en peligro la supervivencia de las especies faunística y florística y el equilibrio del propio ecosistema selvático.
En estos momentos no podemos ni percibir el bosque como algo intocable, algo que debemos dejar intacto, ni tampoco lo debemos percibir como el emporio de recursos naturales a los que debemos explotar hasta su agotamiento, actitud ésta que es la predominante en esta época de extractivismo mercantilista.
Tenemos, por lo tanto, que recuperar la visión y la actitud originaria de percibir al bosque como una unidad dinámica de recursos que deben ser utilizados por las actuales generaciones sin afectar su capacidad de reproducirse a sí mismos para asegurar su utilización por las nuevas generaciones.
Es lo que se llama el USO SUSTENTABLE O SOSTENIBLE de nuestros recursos.
Que no es sino UNO DE LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS de los Pueblos Indígenas.
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