Para mejorar la calidad de nuestra educación
Prof.
Gabel Daniel Sotil García
Enseñar a mirar al bosque en toda su integridad debe ser un propósito formativo del COAR. |
En el marco de la política educativa del Ministerio de
Educación, acaba de ser presentado el COLEGIO DE ALTO RENDIMIENTO – COAR, que
ha de funcionar, a partir del próximo año, en nuestra ciudad.
Exultantes, los funcionarios de la DREL y del GORE
LORETO, nos han hecho alegrar por dicho acontecimiento, alegría que comparto
por mi compromiso con la educación amazónica.
Estando como estamos, muy limitados en cuanto a
presupuesto e iniciativas destinadas al mejoramiento de la calidad de la
educación en nuestra región, esta es una noticia muy agradable, lo reitero.
En verdad no conozco la génesis del proyecto en
nuestra ciudad. Solo sé que es parte de las decisiones nacionales que viene
adoptando el MINEDU en el área de su competencia.
Si bien se habla del “modelo del COAR”, no tenemos
mayores precisiones al respecto, pero, esperamos que este modelo se inspire en
la compleja realidad sociocultural y geoecológica de nuestra Amazonía y tome en
cuenta sus intereses y expectativas en cuanto a aprendizajes de quienes serán
sus alumnos.
La propuesta pedagógica del COAR debe nacer de esta realidad. |
Capacitar a las nuevas generaciones, tanto
cognoscitiva como actitudinalmente, para contribuir con el mejoramiento de la
calidad de vida en nuestra región, debe ser el propósito primordial de cuanto
proyecto educativo se ponga en marcha.
De no ser así, no estaríamos sino repitiendo el
libreto que para la educación fuera escrito hace muchas décadas desde los
prejuicios que aún se tienen sobre nuestra Amazonía, con los resultados que
hasta hoy conocemos: más empobrecimiento social, más destrucción cultural, más
depredación ambiental, más ensombrecimiento de nuestro futuro, más conflictos
interculturales, más arrebato de los territorios indígenas, más dependencia económica,
más debilitamiento psicológico, etc.
Por todo ello es que espero que la propuesta pedagógica
que entrará en vigencia en dicha institución educativa haya sido pensada desde
nuestra situacionalidad regional, teniendo como referente orientador el Plan de
Desarrollo Regional (que supongo debe existir), para darle funcionalidad,
pertinencia y trascendencia socio-política a las acciones formativas que allí
se desarrollarán. Lo contrario, es decir, imponer un modelo foráneo,
significaría defraudar nuestras expectativas regionales.
La educación debe ser percibida como instrumento para logro de fines socio-políticos. |
Debemos tener presente que el énfasis actual que se da
a la educación es su percepción como instrumento al servicio de un proyecto
político-social. Es decir, la formación de las nuevas generaciones se define en
función a su inserción protagónica en la dinámica de creación de bienes y
servicios socioeconómicos y culturales.
Por ello es que la evaluación de un sistema educativo
ya no se restringe a medir cuánto y qué aprenden los educandos sino cuán
aplicables son dichos aprendizajes a la solución de los problemas en el entorno
sociocultural de las sociedades.
En consecuencia, nuestro COAR debe ser pensado en
términos regionales que nazcan de nuestras propias entrañas geográficas y
cultural-espirituales; es decir, en un sentido ascendente, para promover el
desarrollo endógeno de nuestras comunidades.
Esto implica que esta institución, por la situación
privilegiada que va a disfrutar, ponga un especial esmero en la superación de
las deficiencias que hoy en día afectan a las demás instituciones educativas
regionales, salvo honrosas excepciones.
Hago referencia especial a:
Situar la formación de los educandos en el contexto amazónico debe ser propósito fundamental del COAR. (Foto Prof. J. Gaviria) |
- la ausencia de
la realidad amazónica en todos sus aspectos, que impide que las nuevas
generaciones disfruten de un bagaje informativo referente a nuestra compleja
realidad, en todos sus aspectos. Superando esta deficiencia lograremos que
ellas tengan una imagen real de lo que en realidad somos y hemos sido como
sociedades actuantes y creativas respecto a nuestro entorno.
- énfasis en la
formación teoricista en desmedro de la capacitación laboral, capacitación ésta
que debe estimular las diversas potencialidades que requerimos para transformar
en riqueza social toda la gama de materias primas de las que disponemos.
Sabiendo que el extractivismo mercantilista destruye nuestras riquezas
materiales y el mismo ambiente, sería una necedad no trabajar la
diversificación productiva desde un colegio privilegiado en cuanto a
condiciones de formación de sus estudiantes.
- formación que
fortalece la dependencia psicológica de los educandos, propiciando un
debilitamiento progresivo de las capacidades de autonomía de los estudiantes,
lo cual debe ser sustituido por la formación de un férreo compromiso,
responsabilidad, permanentes iniciativas en la actuación social, lo cual nos
permitiría desmontar la indiferencia y el facilismo que hoy traban nuestro desarrollo
social, y hacen que las personas no se involucren en la dinámica productiva.
En consecuencia, la complejidad y gravedad de los
problemas que afronta nuestra región exigen que la orientación formativa de los
estudiantes del COAR tenga como referente privilegiado el afronte y solución de
dichos problemas.
Realidad que debe servir de referencia para la formación de los alumnos del COAR. |
En fin, queremos decir a las autoridades educacionales
que aprovechen esta oportunidad para asumir una trascendente responsabilidad
con el desarrollo de nuestra región haciendo que esta nueva institución sea
diseñada desde nuestra intimidad regional, para que los jóvenes que se formen
en ella se transformen por sus capacidades cognitivas, valores, actitudes en
verdaderos agentes dinamizadores de nuestro desarrollo, poniéndose al servicio
de nuestras históricas reivindicaciones aún adeudadas por gobiernos centrales y
centralistas que no han sabido entender nuestras características, problemas,
posibilidades y expectativas regionales.
(*) Artículo publicado en el semanario KANATARI, 25-10-15
(*) Artículo publicado en el semanario KANATARI, 25-10-15
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