¿Y dónde estarán las avecillas silvestres
Deleitosas y de mil colores?
¿Adónde
habrán ido
Con
sus trinos y cantares?
Ellas
están muy lejos
Ya
no están en la ciudad
No
supimos retenerlas
Y
hoy su ausencia es un vacío que
Lacera
nuestras almas.
¿Cómo
decirles que regresen
Si los ruidos y los humos las
rechazan?
¿Cómo
decirles que retornen
Si
los niños las agreden?
¿Cómo
pedirles eso
Si
hemos derribado sus árboles
En
donde suelen anidar?
Hace
tiempo que se fueron
Hace
tiempo que no están
Hace falta su presencia
Y su canto forestal
Pues
sus vuelos ondulantes que
Orlaban
el espacio, se hacen extrañar.
Digámosles
que vuelvan
Supliquémosles
que regresen
Su
ausencia es un castigo
que
debemos terminar.
Enseñemos
a los niños
Que
no las hieran,
Que
no las maten.
Que
respeten sus nidos y sus crías
Y
su derecho a subsistir.
Sembrémosles
más árboles
Que
protejan su vivir
Limpiemos
nuestras calles
Y
toda la ciudad.
Recién
entonces volverán
Cantarán
cada mañana
Y
en cada atardecer
Nos
darán sus melodías
Y
también su amistad
II
¿Y los arroyos refrescantes?
¿Hacia qué extraños mundos correrán?
Pues sus aguas cristalinas
Que calmaban nuestra sed
Ya no fluyen como antaño
Asomándose a la vida
De lo profundo del matorral.
Sus cauces que eran firmes
Sus cantos que eran fuertes
Hoy lucen derruidos
Y las flores que adornaban sus
orillas
Marchitas claman su fluir.
Hoy no quedan manantiales
De rumoroso discurrir
Ni se oye en la floresta
El vuelo susurrante
De las aves que bebían
De sus aguas jugueteando
Con su imagen reflejada
En el fondo de cristal.
Mariposas, chinchilejos
Paucares y sui suis
Hoy miran asombrados
A los árboles caídos
Marchitarse lentamente
O arder entre sollozos
En humeante quirumal.
Es esta nuestra obra
De ceguera maquinal
Que destruye lentamente
La riqueza forestal.
III
¿Dónde están los árboles añosos
De verde fronda prodigiosa
Que adornaban orgullosos
El paisaje forestal?
¿Dónde están su sombra fresca,
Las voces cantarinas
Escondidas en el follaje
En horas de hermoso atardecer?
Hoy en trágicos silencios
De paisajes mustios
Por horrenda destrucción
Están siendo convertidos
Por
ignorancia y ambición
IV
Ya las aguas límpidas y frescas
Que fluían lentamente
Por
ríos y quebradas
Han perdido su color.
Antes eran vida
Hoy
muerte y enfermedad
Antes fecundas esperanzas
Hoy
mortales asechanzas.
Las brisas se han tornado
En
fuentes de calor
Las lluvias anheladas
Causas de terrible destrucción
Pasan raudas por las alturas
Los animales silvestres
Van camino a la extinción.
Todo es un cuadro de locura
de terrible insensatez
Que todos estemos actuando
Con tanta inmadurez
V
Entonces
¿Para qué la inteligencia
si vamos a ceder
al peor instinto destructor?
¿Para qué los sentimientos
si es que no sentimos amor
para luchar y defender
nuestro ambiente protector?
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