FCEH: FORMANDO NUEVAS PERSONALIDADES PARA EL EJERCICIO MAGISTERIAL EN LA AMAZONÍA

Reflexiones en el contexto del 53º ANIVERSARIO de la FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y HUMANIDADES - UNAP

Local administrativo central de la Facultad de Ciencias
de la Educación y Humanidades.

 Prof. Gabel Daniel Sotil García

En el contexto celebratorio de nuestro 53º. ANIVERSARIO, se hace necesario que dediquemos un pequeño tiempo para hacer algunas reflexiones acerca de nuestro devenir institucional, que nos permita, aunque no con la suficiente profundidad, hablar de nosotros mismos; es decir, mirarnos hacia nuestra intimidad y tomar conciencia de algunos de los rasgos que hemos dado a nuestra dinámica como unidad académica dedicada a la formación de los futuros profesionales del magisterio regional, pero, fundamentalmente, hablar acerca de los caminos que se nos abren como retos a nuestras decisiones.

En este sentido debemos aceptar que en nuestra región (mejor, nuestro país) ya es una convicción social la necesidad de una nueva educación. Son muy diversas las razones que fundamentan esta necesidad, entre ellas, el evidente atraso en cuanto a desarrollo humano se refiere, aun cuando se diga que estamos en camino de un gran desarrollo económico.

Por parámetros establecidos por organismos internacionales, nuestros indicadores  son muy deficientes en cuanto a condiciones de vida social, trato del ambiente, uso de nuestros recursos, reconocimiento de derechos a las poblaciones originarias, aplicación de la equidad social, oportunidades laborales, indicadores socio-sanitarios, etc.

Experiencias de contacto con la realidad, como ésta,
deben ser permanentes para los futuros maestros.

Es decir que, analizando los efectos ecológicos y socioculturales que la actual educación viene plasmando en nuestra realidad, se hace ineludible tomar decisiones oportunas para acelerar los cambios estructurales y funcionales de la actual educación. Tenemos, en consecuencia, una educación absolutamente discordante con nuestras características y necesidades regionales. Discordancia que se expresa con mayor crudeza en la ausencia en nuestra Dirección Regional de Educación de políticas educacionales diferenciales para las áreas rurales, de frontera e indígenas, cuyas peculiaridades son ignoradas para imponer un modelo educativo urbano-mestizo, de origen costeño, en toda nuestra región.

Componente fundamental de este panorama es la ausencia del mensaje regional en la actual educación. Es decir, nuestra compleja, diversa y peculiar realidad aún no ha pasado a incorporarse como contenido de aprendizaje formal en nuestras instituciones. Aún predomina el contenido exógeno que, si bien es importante, no debe ser excluyente del necesario conocimiento de nuestra región, como punto de partida para consolidar no solo la personalidad de los educandos, sino para generar un sólido compromiso con la solución de los múltiples y graves problemas que hoy viene afrontando nuestra Amazonía.

Un aspecto de suma importancia, que genera esta deficiencia, es lo referente al material didáctico que llega a las instituciones educativas, elaborado exclusivamente con criterios exógenos y que sirve de instrumento de aprendizaje de todos nuestros educandos regionales. Los libros, guías, cuaderno de práctica, enciclopedias, etc. son actualmente elaborados por el Ministerio de Educación sin ninguna participación del magisterio regional y, por lo tanto, sus mensajes hacen referencias a contenidos culturales, geográficos, biológicos, sociológicos, etc. totalmente ajenos a nuestra realidad amazónica.

La formación reflexiva para estimular la crítica y el análisis
de nuestra realidad es indispensable en el proceso formativo
de los alumnos de nuestra Facultad.

Esta extrañeza de los contenidos curriculares respecto a nuestras reales características, no ha facilitado ni la descripción ni la explicación de los fenómenos que tienen lugar en nuestra realidad, a pesar de las diversas y abundantes investigaciones que se vienen realizando, por personas e instituciones interesadas en el conocimiento de la Amazonía. La ausencia, por lo tanto, del referente Amazonía, intelectual, afectiva y volitivamente, ha significaduo la presencia de un universo cognoscitivo totalmente ajeno e inútil para fines prácticos en nuestra región.

Hay que tener en cuenta que el efecto más grave de esta ausencia del mensaje regional en nuestra educación es el debilitamiento progresivo de nuestras identidades culturales así como la imposibilidad, evidenciada hasta ahora, de elaborar planes de desarrollo para nuestra región. Prueba de ello lo constituye la serie de fracasos que han caracterizado a todos los proyectos impuestos por el centralismo y que vienen significando graves agresiones a nuestra realidad.

En el proceso formativo de los futuros maestros en
nuestra Facultad, la realidad regional debe estar presente
de múltiples maneras.

Es decir que una educación sin Amazonía no sólo produce personas ignorantes de su realidad, sino también a personas (e instituciones) incapacitadas para actuar sobre su realidad para transformarla racionalmente, sin agredirla, sin destruirla, en beneficio social.

En consecuencia, en lo que a nosotros atañe, se hace indispensable que la formación de los futuros miembros del magisterio profesional regional, se realice teniendo en cuenta que ellos deben egresar capacitados para hacer de la educación un instrumento generador y dinamizador de los cambios en el campo educacional, así como para crear las condiciones psicológicas para propiciar la consolidación de dichos cambios. Es decir, que ellos sean portadores de un profundo compromiso con la transformación de la educación en un verdadero factor dinámico y dinamizador de los cambios que requerimos en nuestra región.

El acercamiento a nuestras reales condiciones regionales
debe ser un componente indispensable en la formación
de los futuros profesionales de la educación.

El componente axiológico-actitudinal, en consecuencia, debe ser enfatizado en el proceso formativo de nuestros estudiantes, para que asuman a nuestra Amazonía como un valor por el que debemos luchar, más allá de ser un simple escenario de nuestras vidas. Pero, no solo para ellos, sino educar a la colectividad en el compromiso de hacer de su existencia una lucha permanente para mejorar las condiciones de vida colectiva, teniendo en cuenta que la calidad de actuación de las personas e instituciones depende de la calidad de los mensajes formativos que asimilaron, los que, a su vez, dependen de los contenidos cognoscitivos, valorativos, actitudinales, volitivos, etc. recibidos durante su proceso educativo, que son los que nos permiten establecer superiores relaciones con nuestra realidad social, cultural y geo-ecológica.