22 DE ABRIL: DÍA DE LA TIERRA
LA CARTA DE LA TIERRA
Gabel Daniel Sotil
García
Los
humanos que hoy nos desplazamos, a veces con demasiada arrogancia, en la
inmensa pequeñez de nuestro planeta llamado TIERRA, constituimos la especie
HOMO SAPIENS SAPIENS.
A esa condición hemos llegado luego de un largo periplo
evolutivo iniciado en tiempos aurorales de su proceso de construcción.
Aunque
hasta el momento no hayamos encontrado la forma de actuar de acuerdo a esa inteligencia
de la que, muy a menudo, nos olvidamos poseer, hay un evidente esfuerzo de
nuestra especie por responder a dicha condición. Ser la especie más inteligente
nos viene obligando moralmente a educarnos para responder a ese reto y
privilegio de vivir con una capacidad que debe llevarnos hacia niveles
superiores de evolución espiritual si es que sabemos administrarla para nuestro
propio bien.
Es
en el recorrer de esta senda que venimos buscando, bajo la inspiración de
personajes paradigmáticos en cuanto al uso constructivo de nuestra inteligencia,
diversas formas de comportamiento para asegurar las bases que posibiliten la
continuidad infinita de nuestra especie.
Como
producto de este esfuerzo ecuménico se ha elaborado un documento que pretende
expresar las aspiraciones más nobles y supremas intenciones, denominado la
CARTA DE LA TIERRA, hasta hoy poco
conocido, deficientemente difundido y que muy bien haríamos en promover su
análisis reflexivo en la intimidad de nuestras instituciones educativas y a
través de los medios de comunicación social.
“La CARTA
DE LA TIERRA es una declaración de principios fundamentales que tiene el
propósito de formar una sociedad justa, sustentable y pacífica en el siglo 21.
Busca inspirar en los pueblos un nuevo sentido de interdependencia y
responsabilidad compartida para el bien de la humanidad y las demás especies
que habitan la Tierra. Es una expresión de esperanza así como un llamado de
ayuda para crear una sociedad global en un momento crítico en la historia”.
Hoy,
en este DIA DE LA TIERRA, DÍA DE LA MADRE TIERRA, DE LA PACHA MAMA, bueno es
que reflexionemos sobre estos aspectos que atañen a nuestra vida como
individuos y como especie. Desde la perspectiva que deseemos: filosófica,
teológica, científica o simplemente empírica.
Nos
es muy necesario que, como especie, seamos conscientes de la maravilla que
significa la VIDA nuestra, para cuya concreción se han necesitado tan
complicados y larguísimos procesos de transformaciones, cuyos resultados los
vemos hoy en que nos encontramos ante uno de los más grandes misterios, cuyo develamiento con seguridad no ha de
ser pronto, dada la grandiosidad de nuestro universo: ¿Estamos solos o somos la versión particular de una HUMANIDAD CÓSMICA?
Esta
TIERRA es pequeñita en el cosmos que la rodea, sin embargo, tan grandiosa para
nosotros. Es aquí en donde se ha operado el milagro de nuestra vida y la de
quienes nos acompañan en este infinito caminar.
Bueno
es, entonces, que reconozcamos que, así como queremos satisfacer nuestras
inquietudes intelectuales queriendo desentrañar los misterios que nos rodean,
así también asumamos responsabilidades morales para conservar a nuestra
TIERRA en condiciones de seguir
brindándonos su abrigo. En condiciones de seguir siendo NUESTRA GRAN MALOCA.
Hagamos
que los desafíos a nuestra inteligencia que hoy presentan nuestro planeta y el
cosmos, sean no sólo de carácter intelectual sino también de carácter ético.
Que sea
una ética de relaciones armoniosas con nuestra MADRE TIERRA el escenario
axiológico que oriente y nutra nuestro comportamiento cotidiano y nuestras más
trascendentes búsquedas, propias de nuestra condición de especie SAPIENS
SAPIENS.
Y, para
terminar, algunas reflexiones, en este día de tanta trascendencia, para
alimentar nuestra suprema inteligencia:
“Los patrones dominantes de producción y consumo
están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción
masiva de especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del
desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se
está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos
violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un
aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas
ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo
amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables.”
“La elección es nuestra: formar una sociedad
global para cuidar la Tierra y cuidarnos unos a otros o arriesgarnos a la
destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de la vida. Se necesitan
cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y formas de vida.
Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades básicas, el
desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más.
Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para
reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimiento de una
sociedad civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un
mundo democrático y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos,
políticos, sociales y espirituales, están interrelacionados y juntos podemos
proponer y concretar soluciones comprensivas.” (*)
(*) La Carta de la Tierra puede ser descargada de la
siguiente dirección:
1 comentario:
La comprensión de las relaciones entre el agua fluvial y pluvial y las raíces de los árboles, es indispensable para culturar "diversas formas de comportamiento para asegurar las bases que posibiliten la continuidad infinita de nuestra especie" en la Amazonia. Lo sinteticé en la idea-palabra "Ríobosque", a la vez componente en el juicio-oración "Calidad de Vida con Calidad Ambiental", hasta el razonamiento-discurso "Comportamiento indígena estoico ante el consumismo capitalista y conducta indígena guerrera ante el invasor, para la defensa de la Amazonía ..." Profesor Sotil, regule siempre su salud para que se reitere su productiva vitalidad, pues todavía hace falta un mejor aprendizaje social amazónico, mediante la comunicación intergeneracional con tanto joven educador que asume la moda neoliberal de la rivalidad (dizqué "competitividad") y del "éxito" codicioso en la sub-cultura del "tener más". Un abrazo, de Jorge Marreros, que le sigo desde mi 4° año de Media en el MORB.
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