DÍA
DE LA TIERRA: 22 de abril
Gabel Daniel
Sotil García
En marzo del 2000, reunidos en París,
los miembros de la UNESCO aprobaron el documento denominado “LA CARTA DE LA
TIERRA”, para expresar el reconocimiento de la humanidad de los deberes que,
como especie, asumimos al ser parte de la prodigiosa diversidad de seres que
disfrutamos de las bondades que nos brinda este planeta, navegante incansable
de los espacios siderales, que nos aúpa cual pasajeros eternamente temporales.
“La Carta de
la Tierra es una declaración de principios fundamentales que tiene el propósito
de formar una sociedad justa, sustentable y pacífica en el siglo 21. Busca
inspirar en los pueblos un nuevo sentido de interdependencia y responsabilidad
compartida para el bien de la humanidad y las demás especies que habitan la
Tierra. Es una expresión de esperanza así como un llamado de ayuda para crear
una sociedad global en un momento crítico en la historia”.
Recordar este instrumento, cuyo
contenido debería ser motivo de más de una reflexión, es un deber moral de
quienes hemos asumido compromisos con la preservación de nuestro planeta, como
única morada para nuestra especie.
“La humanidad es parte de un vasto universo
evolutivo. La Tierra, nuestro hogar, está viva con una comunidad singular de
vida. La fuerza de la naturaleza promueve a que la existencia sea una aventura
exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las condiciones esenciales para
la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de la comunidad de vida y
el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de una biosfera
saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de plantas y
animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente
global, con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los
pueblos. La protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra
es un deber sagrado”.
Por eso es que “En la Carta de la Tierra se le da un énfasis especial a los retos
ambientales mundiales. Sin embargo, la visión ética inclusiva del documento
reconoce que la protección ambiental, los derechos humanos, el desarrollo
humano sustentable y la paz son interdependientes e indivisibles. Provee un
nuevo marco de trabajo para pensar y referirse a estos temas. El resultado es
una concepción fresca y amplia de lo que significan comunidad sustentable y
desarrollo sustentable”.
“Estamos en un
momento en donde se necesitan cambios con respecto a cómo pensamos y vivimos,
la Carta de la Tierra nos reta a pensar acerca de nuestros valores y elegir un
mejor camino. Nos hace un llamado para que busquemos un terreno común en medio
de nuestra diversidad y para que acojamos una nueva visión ética que está
siendo compartida por una cantidad creciente de personas en muchas naciones y
culturas alrededor del mundo”.
Ella surge como consecuencia de los
aportes de “… la ciencia contemporánea,
el derecho internacional, la sabiduría de las grandes tradiciones filosóficas y
religiosas del mundo, las declaraciones y reportes de las siete conferencias de
las Naciones Unidas llevadas a cabo en los noventas, el movimiento ético
mundial, gran número de declaraciones gubernamentales y tratados de los pueblos
que salieron a la luz pública durante los últimos treinta años, así como los
mejores ejemplos prácticos para crear comunidades sustentables”.
Este cuerpo ético-normativo, sin tener
un carácter vinculante, sin embargo nos orienta tanto en la dimensión del
comportamiento individual como organizacional para que asumamos su mensaje en cuanto
a valores y criterios de acción en nuestras actividades.
El contenido doctrinal de la CARTA se
hace más perentorio en cuanto a su aplicación, por cuanto “Los patrones dominantes de producción y consumo están causando
devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de
especies. Las comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del
desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se
está ensanchando. La injusticia, la pobreza, la ignorancia y los conflictos
violentos se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos. Un
aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas
ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad global están siendo
amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no inevitables”.
En consecuencia, la conmemoración de
este DIA DE LA TIERRA debe estar signado por el análisis y profunda reflexión
acerca del contenido de la CARTA DE LA TIERRA, más aun considerando que es
nuestra región la parte de nuestro país en donde se viene produciendo graves
conflictos, que debemos superar recurriendo a la difusión y aplicación de su
mensaje esencial, en especial, en las instituciones educativas, en donde
debería ser motivo de conocimiento, análisis, reflexiones y propuestas de aplicación de sus principios.
¡FELIZ DÍA PLANETA PRODIGIOSO! ¡FELIZ DÍA MADRE TIERRA! ¡FELIZ DÍA PACHA
MAMA!
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