EN EL DÍA DE NUESTRA PACHA MAMA: HOY, 22 DE ABRIL
LA CANICA AZUL |
Prof. Gabel
Daniel Sotil García
Si por ambiente consideramos todos los
elementos naturales y socio-culturales con los cuales interactuamos, entonces,
para nosotros los miembros de la especie humana, la TIERRA es nuestro ambiente.
Hoy, lo estamos redescubriendo
lentamente, sabemos que somos hijos de ella. Que ella es nuestra MADRE. Y lo es
desde el más prosaico al más sublime sentido que le podamos dar a esa palabra.
Nos amamanta y nos nutre material y espiritualmente. De ella depende nuestra
vida. En sus condiciones están los límites de nuestra existencia.
LA MADRE TIERRA Y SU COMPAÑERA DE SIEMPRE: LA LUNA |
Mientras el hombre se percibió parte
de ella, la amó, la respetó y la cuidó. Pequeñas y grandes culturas expresaron
un profundo amor por "su mundo", que no era sino la porción de
nuestro planeta en el que hacían su vida y se realizaban como pueblos con sus
propias creaciones.
Pero, cuando en algunos pueblos el
hombre se auto percibió como el REY de la naturaleza, la maltrató. Hizo de ella
el objeto de sus caprichos. Tergiversando su rol auto conferido de amo y señor
del mundo, mostró sus debilidades. Dio inicio, así a una carrera destructiva de
su propio hábitat.
Difundida esta auto percepción en gran
parte del mundo, e impuesta por mecanismos político-ideológicos a otros
pueblos, es hoy el origen de grandes males o daños inferidos a nuestra madre
TIERRA. Tan graves que, de continuar siendo inferidos, nuestra propia
existencia peligra.
Pero este irracional comportamiento de
una parte de la Humanidad es hoy sometido a un duro enjuiciamiento por quienes,
más allá de intereses subalternos, luchan por el presente y el porvenir de
quienes compartimos este granito de arena que surca veloz el espacio sideral. Y
estos somos la mayoría.
Mayoría que expresamos, hoy 22 de
abril, DÍA DE LA TIERRA, nuestra alegría de vivir en este hermoso planeta verde
y azul que nutre nuestra existencia.
NUESTRA MADRE PATRIA: EL PERÚ |
Pero, no sólo nuestra alegría.
También, y sobre todo, nuestros compromisos en la lucha por buscar que, más
pronto que tarde, en la calidez de nuestra TIERRA, en la intimidad de nuestro
mundo, los comportamientos sociales e individuales que le hacen daño
desaparezcan y sólo tengan vigencia aquellas actitudes creadas por los pueblos
que aman profundamente a su entorno, pues la armonía en las relaciones entre
los hombres y entre el hombre y la madre naturaleza, debe ser nuestro ideal.
Hagamos, pues, que este DÍA DE LA
TIERRA, sea la oportunidad para renovar nuestro optimismo en el futuro de la
humanidad sobre la base de nuestra decisión de hacer de nuestro presente el
escenario de una férrea entrega a la causa de NUESTRA MADRE TIERRA.
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