Desde hace ya una buena cantidad de años que los
Maestros, Maestras y comunidad en general venimos escuchando que cada gobierno
que entra se propone MODERNIZAR a nuestro país sea en su organización, sea en
su economía, sea en su EDUCACIÓN, etc.
Nueva generación de ciudadanos amazónicos que debe ser educada en nuevos valores y conocimientos. |
Sin embargo, no
debemos ser pesimistas; por el contrario, debemos (un deber moral) contribuir para que ese
anhelo se haga realidad lo más pronto posible, pues bien que lo necesitamos
para los intereses de nuestra región amazónica, hoy amenazada por muy diversos
intereses y peligros.
Por ello es que queremos hacer algunas contribuciones
reflexivas sobre este tema de tanta importancia para nuestra región y país,
sobre todo en lo que a la EDUCACIÓN se refiere.
Empezaremos por decir que uno de los significados o
acepciones de la palabra MODERNIZAR es actualizar o poner al día algo; que ese algo adquiera
características del momento actual; que adquiera vigencia. En este sentido,
podemos modernizar la organización de una institución, el funcionamiento de una
empresa, nuestras ideas, nuestros conocimientos acerca de nuestra región,
nuestras actitudes acerca de la misma, etc.
Y, a la EDUCACIÓN, por cierto.
Desde nuestro punto
de vista, asumir que debemos MODERNIZAR la EDUCACIÓN que se viene desarrollando
en nuestra región, implica aceptar que la actual educación es una educación obsoleta, no
válida para nuestros tiempos actuales.
La niñez amazónica tiene derecho a educarse en armonía con su ambiente. Foto: Prof. J. Trigoso |
Para nosotros, son
tres las razones por las cuales la educación actual es obsoleta. En primer
lugar, porque no responde ya a las demandas o necesidades individuales,
sociales y ecológicas de la actualidad. En segundo lugar, porque, a nuestro
entender, ha agotado sus posibilidades de ser instrumento para nuestro
desarrollo regional y, por ende, en tercer lugar, porque ya no nos garantiza el
logro de mejores niveles de calidad de vida individual y colectiva.
Es decir, con la
educación actual sólo podremos lograr el empeoramiento o deterioro, cada vez más profundo, de
nuestras condiciones socioculturales y ecológicas.
Aunque, la verdad,
es que nunca fue diseñada para responder a nuestras necesidades, ni para ser
instrumento de nuestro desarrollo, ni para lograr el mejoramiento de la calidad
de vida en nuestra región. Los referentes que se tuvieron en cuenta en su
diseño fueron ajenos a nuestra realidad amazónica, de aquí que ella haya
devenido en un freno para nuestro desarrollo, desactivadora de nuestras
energías sociales, instrumento de imposición cultural, política e ideológica;
al pleno servicio de la clase dominante en nuestro país y región, reforzadora
del centralismo, incentivadora del extractivismo mercantilista, etc.
Entonces, si tenemos
una educación afectada por estas carencias, no nos queda otra salida que
MODERNIZARLA.
Pero, ¿qué queremos
decir con modernizarla, más allá de los alcances gramaticales de la palabra?
Los elementos agua y bosque no pueden faltar como referentes fundamentales de la educación amazónica. Foto: Prof. J. Trigoso |
Pues, nada más ni nada menos, que darle significatividad
social a la educación. Y dotarla de significatividad social quiere decir vincularla con
nuestra realidad regional en sus características, sus problemas, sus
potencialidades. Es decir, crear una educación que sirva a los más trascendentales
intereses de nuestra región.
Sin embargo, creemos
necesario puntualizar que respecto a la MODERNIZACIÓN hay algunos conceptos equívocos o erróneos,
que nos han sido inducidos interesadamente, con fines de dominación cultural y
que debemos conocerlos, para estar alertas y no dejarnos engañar.
Un primer
concepto erróneo acerca de la modernización es considerar que existe una
sola forma de concretarse en las diversas sociedades; es decir, que hay una
única manera de lograr nuestra modernización. Es ésta una concepción
homogeneizante, que parte del supuesto de que cualquier unidad sociocultural
que quiera modernizarse, tiene que adoptar patrones únicos, de validez mundial,
para lograr la condición de MODERNA. Por cierto que esta percepción carece de
asideros que le den fundamentación, a no ser el interés de las clases
dominantes que no quieren un mundo diverso, pues esta diversidad es un
obstáculo para su hegemonía. Aplicada al campo educativo, esta percepción
implica graves riesgos para nuestra región: la destrucción de su diversidad.
El desarrollo de habilidades para la transforma- ción racional de nuestros recursos tiene que ser un componente fundamental en la educación amazónica. |
Un segundo
concepto equívoco es considerar que modernizar es imponer lo que está de
moda. En el campo educativo implicaría incorporar las innovaciones tecnológicas
generadas en los centros de producción mundial, que, por su novedad, llaman la
atención de nuestras autoridades, quienes se verían tentadas a imponer cambios
parciales por el mero hecho de ser novedosos y deslumbrantes, aunque no
necesariamente compatibles o pertinentes para nuestra realidad.
Un tercer concepto, erróneo también, es el considerar que
modernizar nuestra educación es imponer modelos exitosos en otras realidades.
En este caso se trata de transferir o extrapolar a nuestra realidad
sociocultural y ecológica particular de país y región, un instrumento que fue
diseñado para una realidad distinta y, por lo tanto, resultó funcional en ella,
bajo el supuesto, ingenuo o interesado, de que si funcionó allá, debe también
funcionar en nuestra realidad.
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