Prof. Gabel Daniel Sotil
García, FCEH - UNAP
La relación armónica con el entorno ecológico tiene que ser incentivada y fortalecida desde las instituciones educativas. Foto J.C. Bartra |
En
este sentido, se hace necesario enfatizar
la formación en una nueva ética, que debe orientar la actuación de las
personas respecto tanto al interior de la propia cultura o ética
interindividual; respecto a las demás
culturas con las que compartimos esta región, a la que llamaríamos ética
intercultural; como la relación que venimos estableciendo con nuestro ambiente,
a la que llamaríamos ética ambiental o ecológica, más concretamente, ética forestal.
El uso inteligente de las bondades de nuestra naturaleza debe ser incentivado en la nueva educación. Foto José Álvarez A. |
Pues
bien sabemos que nos es de primera prioridad rescatar y fortalecer
esa riqueza espiritual, representada por nuestra diversidad cultural y defender
y conservar esta riqueza material, representada por nuestra diversidad eco-biológica. Es esta la
direccionalidad básica que debe tener la nueva educación.
Son,
precisamente, los pueblos indígenas quienes nos han demostrado cómo lograr una relación armónica entre sociedad,
grupo humano, individuo y su entorno ecológico.
En
este sentido, hay ya una antigua sabiduría acumulada, que es ignorada por la
cultura oficial y dominante: la mestiza.
Cultura
que nos ha impuesto una educación agresora de esos logros culturales en el
marco de una educación formal pensada, diseñada, administrada y controlada dentro
de su lógica marginante.
Lógica
dentro de la cual no tiene cabida esa sabiduría y menos la intención de formar
a las nuevas generaciones en la perspectiva de una búsqueda de la armonía entre
el hombre y su medio; que debería ser, precisamente, un principio rector de la
educación amazónica.
Es
precisamente esa lógica cultural la que viene imponiéndose en esta región desde
hace cinco siglos difundiendo una imagen ideológica de nuestra Amazonía,
utilizando entre otros a la escuela como uno de los vectores más eficaces, como
ya lo hemos expresado.
El recurso madera, abundante en esta región, debe ser inteligentemente aprovechado, sin destruir sus potencialidades sociales. |
Ausencia
que es un imperativo subsanar a la brevedad posible para crear las condiciones psicológicas y espirituales
que nos posibiliten asumir la conservación y defensa como un propósito
socialmente deseable.
Y
es que tenemos que reconocer que las posibilidades y límites de nuestro desarrollo
están en sus características y potencialidades. A partir de lo que es, tenemos
que construir nuestro desarrollo. Nuestro futuro está ligado a esas
potencialidades: el bosque y el agua
Lo
que podamos ser como pueblos amazónicos, dependerá de lo que podamos hacer sin
destruir esas riquezas.
Y
esto tiene que ser una convicción de las nuevas generaciones.
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