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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

viernes, 14 de octubre de 2011

ESCUELITA DE MI PUEBLO



Escuelita de mi pueblo
Morada del saber
Vengo a ti cada mañana
Muy contento de volver

En ti quiero aprender
A jugar y trabajar,
A gozar de la amistad,
El valor de compartir.

Quiero que me enseñes,
Escuelita comunal,
A sentir felicidad
Sirviendo a los demás.

Prepárame para ser
Defensor de mi floresta,
Creador de mil canciones
Con mensaje forestal.

Enséñame escuelita,
A querer a mi pueblito,
A crear nuestro futuro
Con esfuerzo comunal.

Escuelita de mi pueblo
En días de lluvia y truenos
O en tardes de colores
¡Qué bonita que te veo!

Prof. Gabel Daniel Sotil García 
Ilustración del artista plástico Jaime Choclote

miércoles, 12 de octubre de 2011

12 DE OCTUBRE: LA OTRA VISIÓN

 Prof. Gabel Daniel Sotil García, FCEH - UNAP

En  el proceso educativo formal, por el que la mayoría de peruanos hemos pasado, la fecha 12 DE OCTUBRE ha tenido una especial relevancia.

En cada centro educativo, lo recordamos hoy, se ponía un especial esmero por celebrar esta efemérides que, en los libros de Historia y en las enciclopedias, se le dedicaba notorios espacios para destacar la importancia del suceso histórico.

Indígenas y mestizos han aprendido a
convivir en un ambiente de relativa
comprensión
Seguramente que todos los niños peruanos nos hemos alegrado hasta el delirio con aquella frase del marino, acompañante del Gran Almirante Cristóbal Colón, que gritara “!Tierra a la vista!”, cuando ya los ánimos de toda la tripulación, se nos decía, estaban al borde del colapso. Pero, también, nos hemos apenado hasta las lágrimas cuando nuestro profesor nos narraba el encadenamiento y prisión de nuestro héroe.

Esas alegrías y pesares ya no los podemos evitar. Sucedieron en nuestras almas infantiles y posiblemente dejaron profundas huellas en cada uno de nosotros.

Si bien esa forma de enseñarnos la Historia era coherente con los propósitos sociales de la educación de dicha época, hoy, medio milenio después, tenemos (es una obligación moral)  que meditar profundamente tanto respecto al suceso mismo como con respecto a la forma en que lo hemos presentado a nuestra niñez y juventud peruanas y  americanas en los ambientes escolares.

No cabe duda de que la interpretación de los acontecimientos socio-históricos varía de época a época, sea por los criterios que se pongan en juego o por los intereses que se interpongan. No hay acontecimientos con valor absoluto.
Sin embargo, en la educación nacional y regional hemos venido absolutizando este acontecimiento. Le hemos venido dando el valor que nos enseñaron a darle desde la perspectiva de los prejuicios de sus actores.

Los cuestionamientos que desde hace algunos años se vienen haciendo a esa interpretación vienen penetrando lentamente a las escuelas, reconociendo que ya es hora de que les abramos las puertas de nuestros centros educativos para dar vida a una reinterpretación del suceso en las mentes de nuestros educandos.

Variados y consistentes argumentos vienen siendo expuestos en el marco de este cuestionamiento raigal por parte de pensadores peruanos y extranjeros, dedicados a reflexionar sobre nuestra historia americana.

Estos cuestionamientos y reflexiones han sido formulados en el sentido de generar en nosotros una profunda autocrítica de nuestro rol social en este último medio milenio. Rol que ha consistido fundamentalmente en imitar todo cuanto era y es producido por la cultura de quienes impusieron sus dominios en este Continente desde 1492, bajo el supuesto de que los logros culturales de los pueblos originarios no tenían mayor valor.

La arrogancia etnocéntrica de quienes se hicieron de los mecanismos de poder condicionó en la mente de sus descendientes mestizos un profundo desprecio por todo aquello que hubiera tenido origen en estas tierras, hoy llamadas americanas, pero que en el momento de ser descubiertas por los ojos de los europeos, se llamaba ABYA YALA (“Tierra pronta a dar sus frutos, madre en preñez”, en lengua Kuna, etnia panameña).

Como consecuencia de ello, nuestros ojos nunca se dieron cuenta del valor de todo cuanto había sido creado por el esfuerzo de los múltiples Pueblos que se originaron en este Continente.

Envenenados por el desprecio y la minusvaloración, fuimos incapaces de ver la potencialidad creadora, los grandiosos logros culturales de los que habían sido capaces estos Pueblos.

Los indígenas, a pesar de sus tremendas
desventajas siempre mostraron resistencia
al hecho de la conquista europea.
Hoy, y en la medida en que una nueva actitud frente a los Pueblos Indígenas de todo el mundo viene logrando mayores consensos, tenemos que aprender y enseñar a mirarnos hacia nuestra interioridad, para saber de lo que fuimos capaces, para entender lo que hicimos y para conocer nuestras potencialidades.

Todo ello con miras a construir nuestro propio futuro, propio en la medida en que éste debe partir y construirse desde nuestra peculiaridad histórica y actual situacionalidad.

Tenemos la obligación moral de enriquecer la cultura humana con nuestros propios aportes, utilizando esa capacidad que nuestros antepasados, nuestros ancestros, ya demostraron en su relación con su entorno ambiental: su creatividad.

Retomemos esa actitud creadora y construyamos nuestro futuro desde nuestras propias perspectivas.

Hagamos de América un Continente con su propia personalidad construida desde sus propios valores milenarios, cuya validez ha sido demostrada plenamente, para dar respuestas coherentes con nuestras diversas realidades ecológicas y socio-culturales particulares.

Que sea, pues, este y cada 12 DE OCTUBRE, una oportunidad propicia para nuestra reflexión colectiva sobre todos estos temas que nos atañen, superando para siempre, celebraciones y homenajes superficiales, que sólo han significado para nosotros el consolidar en nuestras mentes valores y actitudes que han hecho muchísimo daño a nuestros intereses continentales.

No nos parece conveniente que sobredimensionemos ni tergiversemos el suceso histórico, porque ello ha implicado para nosotros, un secular enceguecimiento respecto al valor de nuestras culturas originarias, en cuya potencialidades radican los fundamentos para construir un futuro propio, con la impronta de nuestro ser histórico original.

Es a ese ser al que debemos recurrir para superar la actual situación en la que nos encontramos la gran mayoría de países latinoamericanos, caracterizada por la desorientación axiológica, la pobreza, la desorganización socio-política, la injusticia social, la dependencia psíquica, las mutuas desconfianzas, la pérdida de fe en nosotros mismos, etc.
Si bien un 12 de Octubre de 1542 fuimos descubiertos por los ojos de hombres de allende los mares, allí no se inició nuestro proceso de creación cultural.

En ese momento ya teníamos una larguísima y proficua historia caracterizada por una asombrosa creatividad que nos había permitido generar diversas culturas cuyas conquistas más trascendentes fueron minusvaloradas desde aquel entonces y en el proceso educativo de las nuevas generaciones no se les dio mayor importancia.

Habiendo sido una de las características de todas estas culturas el profundo conocimiento y coherencia con su entorno y la praxis de un universo axiológico que posibilitaba un sólido respeto por su escenario existencial, hoy  nos urge retomar todo ello y darle vigencia social para recuperar los tiempos perdidos en Latinoamérica.

Por ello tenemos que educar a las nuevas generaciones con un profundo conocimiento de nuestro continente, con un sólido respeto por nuestras conquistas culturales, con una férrea confianza en nuestras capacidades creadoras y con fe plena en nuestro futuro colectivo. 


lunes, 10 de octubre de 2011

LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO SOCIO-POLÍTICO



Prof. Gabel Daniel Sotil García, FCEH -UNAP
                   
El enfoque tradicional, vigente aún (desde el último medio milenio) en nuestro país y región, ha posibilitado percibir a la educación  con criterios idealistas, psicologistas y pedagogicistas, lo que ha  tenido como consecuencia que ella sea considerada como un “servicio” que los gobiernos brindan a la población para que sus miembros “se superen”,  movilizándose hacia un estado ideal de características personales propio de la cultura foránea.
Programa FE Y ALEGRÍA, Iquitos
En el marco de esta percepción se ha puesto énfasis en el “enseñar” mejor, es decir, en que el educando aprenda más y mejor. Lo que ha implicado privilegiar el proceso de aprendizaje del educando en condiciones del ámbito escolar y enfatizar la búsqueda de soluciones para aprender mejor. Es decir, se absolutiza la educación y se busca su calidad al margen de los fines sociales para los que debe servir.
Esta preocupación nos ha llevado a absurdos tales como el que nuestros niños y niñas tengan que aprender temas o contenidos totalmente ajenos a sus realidades e inútiles para fines sociales, pues los contenidos establecidos por las autoridades educacionales en los documentos curriculares, determinan que cuanto más sepan serán mejores educandos y, por ende, mejores personas.
Cuestionado tal enfoque tradicional, por los efectos negativos generales que venimos observando en nuestra sociedad (nacional y regional), se ha asumido un nuevo enfoque, surgido de aportes científicos, filosóficos y corrientes doctrinales que encarnan el reconocimiento de los derechos de pueblos y personas, tanto en los niveles jurídicos como éticos y axiológicos, que nos posibilita percibir a la educación como un instrumento social y político que puede ser, y de hecho viene siendo, utilizado para propósitos socio-políticos, ideológicos y económicos, dependiendo de quien tenga el poder de decidir sobre ella, puesto que esta instrumentalidad, individual y social, significa que a través de ella, en sus formas natural y formal, adquirimos los contenidos psicológicos para actuar dentro de nuestro grupo social inmediato y mediato, pues nos posibilita apropiarnos de las conquistas culturales vigentes, que se concretan en conocimientos, valores, actitudes, habilidades intelectuales y volitivas, destrezas motrices y toda cuanta riqueza cultural, material e inmaterial, se encuentra acumulada socialmente.


Este enfoque sociocrítico se centra en la ubicación del educando en el contexto social; es decir, lo asume como protagonista de la dinámica social y  no sólo de la dinámica escolar.

A partir de este nuevo enfoque, el énfasis es puesto en un aspecto crucial de la educación: el “qué“ y el “para qué”  educar. Es decir, pasamos de considerar que el problema esencial de la educación sea que el educando aprenda “más y mejor”, a considerar que lo verdaderamente importante es el “qué debe aprender” y el “para qué debe aprender” el educando respecto a su actuación social, en función a los propósitos de la sociedad.

Esta forma de abordar la educación nos posibilita verla en su relación con el contexto sociocultural inmediato, el que se transforma en el referente para tomar tales decisiones; de tal manera que se contextualiza la acción educativa y se la transforma en una acción íntimamente relacionada con el grupo social dentro del cual se lleva a cabo. Se logra, así, ponerla al servicio del desarrollo de la comunidad, posibilitando que las nuevas generaciones se preparen para asumir roles actuantes en la transformación y enriquecimiento constantes de su sociedad, a partir de su pleno conocimiento y compromiso con la calidad de vida de la misma.

Programa FE Y ALEGRÍA - Iquitos
Entonces, el tema de la calidad de la educación pasa por considerar no sólo los aprendizajes del educando, sino la coherencia de éstos con los requerimientos de la sociedad en función a su desarrollo.

En este sentido, la educación dentro de un pueblo, un país o una región como la nuestra pasa a transformarse en gestora del desarrollo a condición de ser diseñada con tal propósito; es decir, no por sí sola, no en forma natural, sino cuando ex profeso la sociedad se plantea conscientemente encargarle esa misión.

Entonces, y sólo entonces, la educación deviene en el instrumento más eficaz para coadyuvar a la construcción de un proyecto político-social para el desarrollo, en este caso, de nuestra Región Loreto. Entonces, y sólo entonces, también, los recursos financieros (que los tenemos muy limitados) que se destinan a su desarrollo tienen carácter de inversión; es decir, uso con y para beneficios sociales.

El atraso, el subdesarrollo, la pobreza, etc., que hoy laceran a los pueblos de nuestra región se han originado, precisamente, en el marco de la educación no percibida para fines sociales. Esa educación universalista, que nos formó para no mirar ni ver nuestra realidad o para verla sin bosque, sin pueblos diversos, sin lenguas diversas, sin historia propia; para percibirnos incapaces, imitadores, conformistas; para formarnos ignorantes de nuestras riquezas, despectivos ante ellas, tiene que dar paso a una educación en cuyo universo formativo nuestras fuerzas internas, tanto individuales como sociales, sean movilizadas hacia la búsqueda de nuestro bienestar colectivo.
Ésta debe ser nuestra búsqueda social. Allí debemos concentrar nuestros esfuerzos, pues SÍ tenemos las potencialidades psico-sociales necesarias, por cuanto la educación tradicional no ha logrado destruirlas. Allí, en nuestra interioridad permanecen aletargadas pero esperando que las movilicemos para construir nuestro futuro de bienestar. 
Y es que nos queda, cada vez más claro, que de la calidad de nuestra educación dependerá la calidad de actuación que tengamos dentro de nuestra sociedad y no sólo dentro de los  ámbitos escolares.


viernes, 7 de octubre de 2011

EDUCACIÓN Y GLOBALIZACIÓN


NUESTRA  GRAN MALOKA (*)

Prof. Gabel Daniel Sotil García,  FCEH - UNAP
           
El fenómeno de la GLOBALIZACION, que en estos momentos se viene haciendo más notorio en nuestro planeta, tiene que  ser asumido también por la EDUCACIÓN, por su carácter comprensivo y total, pues nuestro país no puede evitar este proceso.

Pero, para ello se hace necesario tener una cabal y crítica comprensión de su significado; es decir, debemos asumirlo con una posición reflexiva y cuestionadora. Para ello se necesita tener en cuenta que el proceso de diferenciación en países, ha llevado a que cada uno adquiera su propia dinámica de desenvolvimiento, haciendo que surjan diversidad de intereses, con lo cual, también, han hecho su aparición los conflictos de intereses de un país respecto a otro, lo cual ha propiciado el surgimiento de la actitud imperialista en lo político, económico, militar, ideológico, científico, etc., expresión máxima de la irracionalidad de nuestras relaciones internacionales e interpaíses.

Sin embargo,  es innegable que, a pesar de este marco conflictivo de relaciones entre países, venimos tomando, cada vez con mayor claridad, conciencia de nuestra interdependencia. Es decir, que todos necesitamos de todos para el logro de nuestros propósitos sociales como sociedad humana, en una u otra medida y en uno u otro aspecto de nuestro complejo universo de necesidades. Se viene consolidando, de esta manera, la necesaria mutua dependencia.

Es esta  progresiva toma de conciencia de nuestra interdependencia, por parte de la humanidad, el marco circunstancial  dentro del que se consolida la GLOBALIZACIÓN, proceso que indudablemente se ha iniciado ante la constatación de la natural diversidad cultural de nuestra especie y la existencia de diversos intereses en el desarrollo de cada país,  que han generado innumerables experiencias traumáticas por los conflictos de tales intereses y la constatación de las irracionales relaciones entre las sociedades humanas, que deseamos superar. Pero, fundamentalmente, así lo consideramos, a partir del reconocimiento de la superioridad de los intereses de la especie humana respecto a los intereses de países, naciones, grupos, clases, empresas, etc.

De esta manera, la GLOBALIZACIÓN deviene en una respuesta racional, inteligente, que da la humanidad a su propio proceso de diferenciación consustancial a ella misma, transformándose en el mecanismo de nuestra especie para buscar el entendimiento entre Pueblos. Es, por lo tanto, un estado superior de su desarrollo, que no implica la desaparición de nuestra diversidad, sino, al contrario, el reconocimiento pleno de la vocación natural de nuestra especie hacia su  diferenciación cultural e individual.

Históricamente hablando, consideramos que la GLOBALIZACIÓN es un proceso que se encuentra en uno de los estadios de su desarrollo, proceso que comenzó, evidentemente, hace ya mucho tiempo, pero del cual hace poco nos hemos dado cuenta. Sin embargo, nos es evidente también, que existe un claro propósito de los países y sociedades hegemónicas para tergiversarlo y manipularlo a favor de sus intereses, particulares y subalternos,  de dominio mundial: económico, político, militar, ideológico, financiero, etc.

A nuestro entender, el proceso de GLOBALIZACIÓN, actualmente en curso, implica, por un lado, un profundo cuestionamiento a nuestra actual manera de  interrelacionarnos entre países y naciones; es decir, cuestiona  nuestra actual manera de actuar como humanos; cuestiona la irracionalidad de  nuestras relaciones, etc., pero, por otro, entraña un profundo optimismo respecto a nosotros mismos, pues implica que se reconoce la existencia  de una gran potencialidad de ser mejores humanos aún no desarrollada plenamente por nuestra especie y que podríamos poner a caminar con la GLOBALIZACIÓN.

Reafirmaríamos, finalmente, que la  GLOBALIZACIÓN es un proceso en plena construcción por nosotros los seres humanos, que significa un avance cualitativo hacia la concertación para lograr, en forma conjunta, mejores niveles de calidad de vida humana: para que la humanidad se haga más humana. Por lo tanto, es un desafío para construirla en beneficio de toda la humanidad, no sólo de los países dominantes, para lo cual debemos superar el carácter economicista que se le quiere dar interesadamente, con lo cual se lo tergiversa totalmente, pues ello nos llevaría a una homogeneización cultural, contraria a la vocación de la humanidad, que es su diversificación.Y es que debemos entender a este proceso en el mejor sentido de su significado, que implica el disfrute común y en beneficio de todos de lo mejor que viene produciendo la especie humana, en un marco de relaciones que deben ser moralmente armoniosas y respetuosas. 

En el marco de este proceso, tenemos que asumir responsabilidades individuales y sociales, tales como la de contribuir a consolidar su significado de mecanismo al servicio de toda la humanidad, pues está en pleno proceso de concreción (no es algo ya acabado); concebirla como debe ser: un instrumento para la búsqueda de la equidad entre las  sociedades humanas. No permitir que se transforme en un arma imperialista en manos de los países hoy poderosos,   para imponernos condiciones a través  de sus instituciones, empresas transnacionales y fuerzas armadas, con lo cual estaremos luchando para superar la irracionalidad de las actuales relaciones entre países, naciones y culturas. No permitir que se la utilice para destruir nuestras respectivas culturas, pues ella debe estar al servicio del ser humano, los pueblos y las culturas.

En resumen, a la GLOBALIZACIÓN debemos asumirla como el proceso para hacer de nuestra TIERRA un planeta para el pleno desarrollo con equidad de todos los PUEBLOS.

Y para ello, debemos educarnos. Es decir, la GLOBALIZACIÓN es un desafío para la EDUCACIÓN  en nuestro país y región.

(*) Foto bajada de INTERNET


martes, 4 de octubre de 2011

EDUCACIÓN: ARMA ESTRATÉGICA PARA EL DESARROLLO




ENSEÑANDO A LOS NIÑOS A AMAR NUESTRAS RIQUEZAS...
 Prof. Gabel Daniel Sotil García  FCEH- UNAP

Hace ya muchas décadas que en los países que últimamente han logrado su desarrollo asumieron plenamente que éste no podría ser logrado sino sobre la base de percibir a la educación como el instrumento estratégico para dicho fin.

Los logros sociales que han obtenido demuestran fehacientemente que tuvieron una acertada decisión, pues aunque hayan carecido de los necesarios recursos naturales (que en el caso de nuestra región y país los tenemos en abundancia y variedad),  supieron capacitar integralmente a su potencial humano para generar los altos niveles cualitativos de vida que hoy tienen.

En estos momentos, sobran ejemplos demostrativos  de que, cuando una sociedad  diseña su educación para elevar sus condiciones de vida, es decir, para superar la pobreza, lo logra, aunque no necesariamente a corto plazo. Es así cómo podemos hoy ver países en franco proceso de superación de la pobreza que castigaba a sus miembros; a otros, disfrutando ya de los beneficios sociales (no sólo económicos) de la educación que, en un determinado momento, tuvieron el valor de construir para su propio beneficio.

Sin embargo, en nuestro país seguimos apegados a viejos y obsoletos paradigmas respecto a la educación. La seguimos percibiendo aún desde universos conceptuales idealistas, que la alejan de urgentes compromisos sociales. Queremos seguir ejerciéndola con los mismos mecanismos cuya ineficacia ya ha sido demostrada más que suficientemente.

Nuestra clase dirigencial, quien tiene el poder en sus manos, aún no tiene la valentía de aceptar que ya no está en capacidad para seguir teniendo en sus manos un instrumento de tanta trascendencia, como es la educación. Quiere seguir manejándola al margen de las características de nuestro país y región, controlarla centralistamente y para fines político-partidarios, entregarla como una dádiva a la sociedad, asignarle el carácter de gasto social, desligarla del desarrollo, etc. y, por cierto, los resultados de tan equívoca percepción los podemos constatar no sólo en nuestra región.

...APRENDERÁN A TRANSFORMARLAS RACIONALMENTE.
Hoy en día, a partir de la experiencia de otras sociedades, tenemos que enfatizar su carácter de creación social a partir de condiciones concretas, tanto nacionales como regionales, y aun intra regionales, pues la copia de modelos exitosos en otras realidades, hasta hoy no funciona sino para consolidar la pobreza y el subdesarrollo en nuestro país. Es decir, si es nuestro propósito social  superar las condiciones estructurales deficitarias que nos agobian, tenemos que abocarnos a promover una intensa participación de las comunidades interiores, que son las que hasta este  momento, siendo las que  más conocen sus propias necesidades, no tienen las necesarias oportunidades y mecanismos para expresarse, pues las únicas decisiones que se tienen en cuenta son las que se toman en el centro del poder, en donde existe el prejuicio elitista de que las provincias y pueblos interiores no tienen la capacidad de proponer y diseñar la educación  que necesitan. Es decir, se viene priorizando los criterios técnicos, dejando de lado  los criterios socioculturales,  que son los que deberían primar en  una realidad tan diversa en culturas,  lenguas, grupos humanos, que tienen como escenario una extraordinaria megadiversidad ecológica, que exige respuestas educacionales no únicas, sino también, diversas.

martes, 27 de septiembre de 2011

EDUCACIÓN Y CAMBIO CLIMÁTICO


Prof. Gabel Daniel Sotil García, FCEH - UNAP

Las influencias de los movimientos ecologistas e indigenistas y la acción difusora de instituciones y personas comprometidas y sensibles a los problemas ambientales, así como las constataciones históricas que venimos haciendo  en cuanto a las consecuencias sociales, culturales, económicas y ecológicas del avance depredador de nuestra actuación social e individual, han venido generando una gradual toma de conciencia de la gravedad del mismo, tanto para nuestra propia región como para el planeta TIERRA, haciendo que sintamos la necesidad de educarnos para establecer mejores relaciones con nuestro entorno ambiental y asumir superiores comportamientos, tanto individuales como sociales.

Es esta toma de conciencia de nuestras responsabilidades en el proceso destructivo de nuestro ambiente como en la construcción de una sociedad respetuosa de su hábitat, la que nos ha llevado a abocarnos, aún no consensualmente pero sí gradualmente, a incorporar, como propósito socialmente buscado, la educación de las nuevas generaciones para re-establecer y reconstruir las relaciones armónicas con nuestro ambiente.

Preocupación que ya no es sólo nuestra, sino de todos los Pueblos de la Tierra, quienes vienen reuniéndose cada cierto tiempo para hacer los llamados a la conciencia de quienes tienen los poderes políticos y económicos y cambien su comportamiento para no seguir afectándola.

En reciente reunión (Bolivia, 2009), se elaboró un documento en cuyos párrafos iniciales se lee:

“Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.


De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado “Entendimiento de Copenhague”, existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer.
Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Así mismo, se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.
………………………………………………………………..
Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.

El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.

La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida”. (1).

Nuestra opción no puede ser otra que el reencuentro armónico con nuestra Madre Tierra, para lo cual debemos confiarle a la educación la formación en nuevos valores, actitudes y conocimientos favorables a la conservación de las condiciones propicias para el ser humano y la biodiversidad prodigiosa de nuestra región, revitalizando la sabiduría de los Pueblos Originarios quienes hicieron praxis social cotidiana de aquello que hoy llamamos desarrollo sustentable.

 * Fotos del autor.

lunes, 26 de septiembre de 2011

LA DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR EN NUESTRA REGIÓN


Prof. Gabel Daniel Sotil García, FCEH - UNAP

Tanto el centralismo cultural como el centralismo administrativo vienen causando, entre otros, la total ineficacia de la actual educación para el logros de mejores niveles de calidad de vida en nuestra región (y por cierto que en nuestro país).

Por ello es que, desde hace algunos años, se nos ha venido haciendo evidente que tenemos que superar estos males  para hacer de la educación el factor fundamental en el logro de mejores niveles de calidad de vida, a condición de reorientarla  respecto a sus contenidos, sus objetivos, su organización y su dinámica. Es decir, en su totalidad.

Por cierto que uno de los mecanismos que debemos activar para lograr este propósito, acerca de lo cual ya hay un total consenso, es lo que se llama la DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR, a la que venía oponiéndose tenazmente el propio Ministerio de Educación, desactivando toda propuesta diversificadora que naciera en las provincias, pues ello era tomado como una amenaza a su hegemonía en el ámbito nacional. Ahora, es el mismo Ministerio el que la autoriza pero fijando parámetros, tales como que sea sólo en relación a los contenidos y en un porcentaje determinado.

Bien vale la pena recordar que la diversificación no sólo puede hacerse respecto a los contenidos curriculares sino también respecto a los objetivos; es decir, que podemos incorporar contenidos propios procedentes de la realidad natural, psicológica y sociocultural de los educandos; pero, también podemos establecer objetivos propios (de nivel regional) a largo plazo o finalidades que respondan a los propósitos sociales de nuestra región, que, por cierto compatibilicen con nuestra condición nacional.

En el primer caso, esta responsabilidad recae fundamentalmente en cada Maestra y Maestro; pero, en el segundo, es labor de las autoridades regionales y niveles intermedios, quienes tienen que establecerlos, para lo cual se requiere de un Proyecto Educativo Regional, en el cual se establezcan tales finalidades.

Ahora bien, la DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR es el trabajo que cada profesor y profesora debe realizar en su centro educativo para hacer que su labor tenga verdadero significado social ajustándola y respondiendo a las características, las potencialidades, las necesidades, los problemas y las expectativas de la comunidad (pueblo, caserío, asentamiento, sector de la ciudad, etc.) en la que trabaja. Es decir, para que la educación que desarrolle el Maestro y Maestra sirva para mejorar la calidad de vida de dicha comunidad.

Pero, para la realización de esta DIVERSIFICACIÓN no basta que se autorice, como al fin lo ha hecho el Ministerio, permitiendo que los profesores incorporen el 30% (¡!) de contenidos procedentes del entorno o realidad inmediata, sino que se requieren otras condiciones necesarias y complementarias. Sin embargo, es necesario dedicar algunas palabras, por ahora, a ese porcentaje: si la educación debe responder a las demandas de su entorno y si la realidad amazónica, toda ella heterogénea, difiere sustancialmente en lo ecológico, lo histórico, lo social, lo económico, lo cultural, etc. de las  demás realidades de nuestro país, más heterogéneas aún, entonces, ¿cómo establecer que los contenidos curriculares provengan del entorno amazónico sólo en un 30% y el porcentaje restante corresponda a lo nacional? Es evidente, pues, que en esta decisión sigue actuando el centralismo decisional, con toda la incoherencia de que es capaz, como lo ratifica el caprichoso porcentaje indicado.

Volviendo al tema de la diversificación curricular y las condiciones básicas para su realización, vamos a referirnos a sólo dos de estas condiciones en esta oportunidad: la actitud de los y las docentes y el conocimiento de la realidad (en toda su complejidad y diversidad).

En cuanto a la primera condición, debemos tener en cuenta que la formación estándar de los Maestros y Maestras amazónicas: obedece a patrones centralistas, que se han expresado en la vigencia de un currículo único a nivel nacional, ha enfatizado el conocimiento de otras realidades, menos la amazónica, ha acentuado del rol meramente cumplidor de las disposiciones dadas por el Ministerio, nos ha acondicionado para que seamos sólo consumidores de conocimientos científicos y técnicos producidos o traídos desde otros países, etc. Todo ello ha moldeado en el Magisterio una actitud poco propicia para una labor diversificadora en nuestra región. A pesar de los cual, es necesario decirlo, el magisterio ya viene haciendo esfuerzos e intentos pertinentes que le van a posibilitar un autoaprendizaje en este campo, a falta de una acción en ese sentido de las instancias administrativas regionales.

En cuanto a la segunda condición, el conocimiento de la realidad, bien sabemos que en el proceso formativo de nuestros maestros y maestras,  nuestra realidad amazónica ha sido clamorosamente omitida; es decir, se ha dado preferencia al conocimiento de la realidad mundial y nacional en lo histórico, geográfico, económico, cultural, demográfico, político, etc.; por lo tanto, los niveles cognoscitivos acerca de nuestra realidad en toda su complejidad y riqueza, son mínimos o, en todo caso, insuficientes para incorporar nuevos contenidos procedentes de nuestro entorno amazónico en el currículo  (no “la currícula”, pues esta palabra es el plural de la palabra “curriculum”, singular en latín) regional que queremos regionalizar.

A nuestro entender, estas dos carencias dificultan  el proceso de diversificación  curricular en nuestra región. Por ejemplo, es el caso evidente del conocimiento histórico de la Amazonía, sobre lo cual en la formación de nuestros Maestros y Maestras sólo se ha tomado como referente de aprendizaje lo muy poco que se consigna en el material bibliográfico convencional que circula en los ambientes académicos de nuestro país. De manera tal que hay un enorme déficit cognoscitivo en el campo de nuestra historia o, en todo caso, una visión tergiversada de nuestra historia amazónica, que se expresa en el sobredimensionamiento del llamado “boom” del caucho, como si fuera lo más importante que nos ha sucedido.

Pero, esto mismo podemos decir del campo cultural, ecológico, biológico, etc. acerca de los cuales casi no se hace referencia en el proceso formativo de ellos, haciendo que en estos momentos, los conocimientos acerca de tales campos no puedan incorporarse como contenidos curriculares, para su aprendizaje sistemático. Pero, por cierto que no estamos diciendo que no los haya, sino que aún no han llegado al dominio del magisterio. Es decir, las investigaciones científicas acerca de nuestra región garantizan ya un enorme universo cognoscitivo acerca de la realidad regional, pero que aún no ha sido procesado para fines de enseñanza en los centros educativos, con lo cual, pues, nos plantean el reto de sistematizarlas con dicho fin. Es decir que todos estos conocimientos está dispersos en los centros de generación y distribución (personas e instituciones investigadoras y biblioteca, en menor escala), lo cual exige que hagamos un trabajo de acopio, ordenamiento y procesamiento de tales productos.

Por todo ello, podemos afirmar que  no basta ordenar o autorizar al magisterio nacional y regional que haga la diversificación curricular, si no se realizan acciones para subsanar las carencias que hemos mencionado.  

Y esas acciones  tienen que referirse, fundamentalmente, a una intensa capacitación actitudinal y  cognoscitiva del magisterio loretano respecto a nuestra realidad en todos sus aspectos y a la elaboración de material didáctico portador de dicha información, para que esté al alcance de los alumnos: libros, revistas, discos compactos, enciclopedias, etc. 

Es decir, la DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR es una tarea que tiene que nacer de lo más profundo del afecto y del conocimiento del Magisterio amazónico, y  que no la vamos a realizar correctamente de la noche a la mañana, sino que tenemos que aprender a hacerla haciéndola y en un fructífero intercambio de experiencias en un ambiente de inter aprendizaje entre Maestros y Maestras plenamente convencidos de que este trabajo nos es vital para el cumplimiento de nuestras responsabilidades en  nuestra región.