¿PARA CUÁNDO LA EDUCACIÓN RURAL EN NUESTRA REGIÓN?
Escuela de Alto Tapiche |
Prof. Gabel Daniel Sotil García
Espero
que las declaraciones de la actual ministra de educación, respecto a que va a
dar prioridad a la educación de las áreas rurales de nuestro país se hagan
realidad, pues será muy poco lo que se avance en el cambio educativo si es que
seguimos mirando sólo desde las áreas urbanas de nuestra selva
Y es que
necesitamos aprender a mirar desde la intimidad del bosque, desde donde aún
perduran otras formas de ser y actuar en las personas y con el entorno
ambiental, para tomar nuevas decisiones, que nos lleven al logro de nuevos
resultados.
Nuestro
Loreto, conformante de nuestra Amazonía, es un espacio predominantemente rural,
salvo pequeñas extensiones en donde se concentra más del ochenta por ciento de
la población regional; sin embargo, la educación formal que allí venimos desarrollando,
proviene de diseños elaborados para ambientes urbanos de nuestro país,
generando muy diversos conflictos por las contradicciones que ello significa,
revelándose así la carencia de una política de desarrollo educativo pertinente
para estas áreas, tanto en el nivel nacional como regional.
Atardecer, río Putumayo Foto: E. Rodríguez |
Esos
conflictos tienen su máxima expresión en la indetenible marcha migratoria del
campo a la ciudad, sobre todo del segmento etario joven, que se desplaza en
búsqueda de condiciones de vida inducidas por los mensajes de la educación.
Salvo los
intentos del Ministerio de Educación, de diseñar programas para atender las
áreas rurales de nuestro país, con muy poca pertinencia en nuestro caso, aún
carecemos de una política educativa regional para la atención específica con
programas coherentes con las características propias y diferenciales de la zona
rural, elaborados con la necesaria fundamentación en sus características y
necesidades.
En un
somero diagnóstico de las acciones educativas que se viene desarrollando en
dicha zona de nuestra región, podemos afirmar que:
o
Hasta el presente las
preocupaciones referidas a la educación rural amazónica se han agotado en la
construcción de centros educativos con
diseños y material de procedencia
urbana, dirigida a aplacar las exigencias comunales,
Escuela de Nuevo Tiwinza |
o
El currículo y el deficiente
material didáctico con que cuentan estas escuelas son incompatibles con las
respuestas que requieren los pueblos rurales,
o
Los locales escolares, los
horarios, los calendarios, la dinámica institucional que caracterizan a la
actual educación rural, expresan una total incongruencia con el entorno
cultural, ecológico, económico, etc.
o
La calidad de la misma no ha
merecido una real y auténtica preocupación por parte de nuestras autoridades
regionales,
o
Las instituciones educacionales
(escuelas) rurales vienen funcionando con roles y finalidades impuestas, razón
por la cual no han respondido a las reales necesidades de desarrollo rural de
nuestra región, a pesar del proceso de regionalización político administrativa
en actual ejecución. Son cajas de resonancia de las decisiones administrativas
urbanas.
o
Las normas que las rigen son las
mismas que se aplican a las escuelas urbanas, a pesar de las profundas
diferencias que hay entre unas y otras,
o
La formación de los profesores
para que ejerzan una acción formativa coherente con las características
humanas, sociales, culturales y ecológicas aún no se ha asumido en toda su
trascendencia; no tiene la prioridad que debería dada su importancia para
lograr la pertinencia pedagógica, ecológica y social que se requiere.
Son estas
características del funcionamiento de las instituciones educativas del medio
rural las que nos han llevado a calificarlas como “escuelas esmeraldas”, por
cuanto sólo sirven de adorno a las comunidades, sin ningún significado
trascendente para el mejoramiento de la calidad de vida de sus vivientes y la
conservación del equilibrio ecológico que se requiere en los actuales momentos
de amenazas reales del proceso de cambio climático que nos viene afectando a
escala planetaria..
Por lo
tanto, se hace indispensable que todas las instituciones concernidas dediquen
un especial esfuerzo para diseñar una política educativa diferencial y
específica, que posibilite una acción formativa que garantice la calidad de
dichos servicios como instrumentos para el logro progresivo de nuestro
desarrollo humano regional.
Familia indígena. |
Estando a
las puertas de un nuevo año escolar, se hace de suma urgencia el brindar la
necesaria y pertinente atención a elaborar lineamientos administrativos para
desarrollar una acción educacional con mayor pertinencia a nuestro medio rural,
cuyas características exigen decisiones compatibles con sus características.
Bueno
sería que, aprovechando las promesas de la actual ministra Sra. Marilú Martens Cortés, se la invitara con su equipo técnico a trabajar nuevos
lineamientos para afrontar este gran desafío que significa la educación rural amazónica.
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