Para los alumnos universitarios
SER ESTUDIANTE UNIVERSITARIO: ALGUNAS NECESARIAS REFLEXIONES
Prof.
Gabel Daniel Sotil García
Estamos a las puertas de un nuevo periodo de formación
académica. Y, como sabemos, éste no es sino un eslabón más en la infinita
cadena que el tiempo le pone a la vida para perpetuarse. Es en ese trayecto,
insignificante en cuanto a duración pero de trascendental importancia para
nuestra formación, en que debemos actuar para hacernos merecedores de nuestra
condición humana.
Pues bien, y por eso
mismo, para un buen inicio de tu formación como futuro profesional, egresado de
un centro de educación superior, deberías hacerte una pregunta elemental, ¿en qué consiste ser estudiante?
¿Lo eres por el solo hecho
de tener un código de matricula en la universidad? ¿Lo eres porque asistes a clases cada día? ¿Lo
eres porque tienes una carpeta en la cual sentarte a escuchar las clases? ¿Lo eres,
acaso, porque cada día sales de tu casa a encontrarte con tus compañeros de
clase?
¿Te has preguntado, en
algún momento, qué es lo que define, en esencia, tu condición de estudiante
universitario?
Bueno, si no lo has hecho,
es bueno y necesario que te preocupes en buscar una respuesta y logres una idea
clara, contundente, de en qué consiste tu condición de estudiante, dado que, en la medida en que hagas tu propio
esclarecimiento, estarás, precisamente, ejercitando la capacidad que más
requieres en tu construcción como tal: la
reflexión.
Es en este sentido que
quiero ayudarte a este esclarecimiento reflexivo sobre tu rol en esta
institución: reflexionar sobre ti, sobre tus propósitos como persona y como el
profesional que quieres ser; reflexionar sobre tus deberes para lograr tal
objetivo, que será lo que dará justificación a tu propia existencia.
En fin, reflexionar sobre
tu ser y tu rol en el lapso de vida que vas a disfrutar.
Lo que quiero decirte es
que para ser estudiante no basta con dar cumplimiento mecánico a las tareas
puntualizadas en los párrafos precedentes si a ellas no las aderezamos con el
acto de la reflexión, del autoanálisis, del dirigir nuestra capacidad crítica
hacia nuestra propia actuación como persona y como miembro de una sociedad.
Ser estudiante es una condición de la mayor trascendencia personal y
social. Para serlo, necesariamente tienes que hacer del estudio una práctica permanente y sistemática en tu paso por todas
y cada una de las asignaturas que debes cursar para construirte como
profesional.
Para tu formación profesional, el ESTUDIO tiene una
gran importancia; mejor dicho, es lo más importante. Sin él no es posible que
llegues a ser un buen profesional o profesional de calidad. Es ésta su mayor importancia y
así debes asumirlo. Si no llegas a ser un estudiante
de calidad, difícilmente
llegarás a ser un profesional de
calidad.
Tu condición de “estudiante” precisamente alude a
esta característica: PERSONA QUE HACE DEL ESTUDIO UNA PRÁCTICA SISTEMÁTICA PARA
FORMARSE COMO PROFESIONAL.
Cabe, entonces, que te
preguntes: ¿Has comenzado ya este proceso? ¿Estás en disposición para
iniciarlo?
El haber ingresado a la
universidad es solo una condición previa. No significa que ya seas estudiante en el pleno sentido de la
palabra. El ser estudiante es un proceso que tienes que vivirlo en la
cotidianeidad de tu condición de alumno y que te llevará, en movimiento cíclico
ascendente, a sorprendentes cumbres de grandeza espiritual.
Ten en cuenta que la razón
por la que estás leyendo este documento es, precisamente, tu decisión de
devenir en PROFESIONAL en esta universidad.
Es esta responsabilidad,
que vas a asumir, la que debe servirte de estímulo para que decidas hacer todos
los esfuerzos necesarios para que vayas, en proceso de autoconstrucción
permanente, dando forma y consistencia a tus mejores capacidades.
Nosotros, los profesores,
solo seremos quienes estimulemos y orientemos dicho proceso, que ha de ir
dándose en tu interioridad, y al cual debes aprender a observar y, sobre todo,
a disfrutar en tu intimidad: verte cada día diferente y mejor que tú mismo sin
dejar de ser tú mismo.
No debes olvidar que, por
ser miembro de la especie humana (Homo Sapiens Sapiens), tú vienes con una
dotación de capacidades que deben desplegarse tanto por propios mecanismos
genéticos (maduración) como por acción del grupo social en el que hagas tu vida
(aprendizaje).
Recuerda: un alto
porcentaje de la calidad de tu formación profesional depende de tus propios
esfuerzos. Tus profesores sólo somos factores desencadenantes de un proceso que tú vas a conducir y del cual
serás su único beneficiario en el futuro, para ponerlo al servicio de la sociedad.
En consecuencia, esmérate en
ser un estudiante autónomo para que
seas un profesional y ciudadano con autonomía comportamental e iniciativa en tu
acción social. Para que no vivas esperando órdenes o imposiciones de otras personas.
Toma en cuenta y recuerda
con convicción que hacerte profesional fue una decisión tuya y, para lograr
dicho propósito, has elegido a esta institución; por lo tanto, la
responsabilidad mayor la tienes tú en cuanto a esfuerzos para hacerte el
PROFESIONAL que has prefigurado para tu futuro.
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