Para construir la educación que necesitamos
Prof.
Gabel Daniel Sotil García, FCEH - UNAP
CONCEPTUACIÓN:
Es el proceso de
construcción de un currículo alternativo, diferente, diverso, respecto al
currículo tradicional, para complementar
el nuevo currículo normativo que se debe elaborar a nivel nacional. Este
proceso se fundamenta en la heterogeneidad de nuestro país; es decir, en su
diversidad. En el caso de nuestra región, tenemos características propias, que
nos dan peculiaridad dentro de nuestro país: forestalidad, diversidad cultural,
idiosincrasia propia, historia propia, etc. No se trata de desechar el Currículo
Nacional, sino de elaborar un CURRICULO ALTERNATIVO pero
complementario del Currículo Básico Nacional, para responder a la diversidad de
escenarios dentro de nuestro país.
En
su concepción más trascendente, la diversificación curricular es la condición más importante para lograr el
desarrollo de nuestra región; la DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR es el trabajo que
cada profesor y profesora debe realizar en su centro educativo para hacer que
su labor tenga verdadero significado social ajustándola y respondiendo a las
características, las potencialidades, las necesidades, los problemas y las
expectativas de la comunidad (pueblo, caserío, asentamiento, sector de la
ciudad, etc.) en la que trabaja, y de las cuales debe tener un profundo
conocimiento. Es decir, para que la educación que desarrollen el Maestro y la
Maestra sirva para mejorar la calidad de vida de dicha comunidad.
Es
decir, la DIVERSIFICACIÓN CURRICULAR es una tarea que tiene que nacer de lo más
profundo del afecto y del conocimiento del Magisterio amazónico, y que no la vamos a realizar correctamente de
la noche a la mañana, sino que tenemos que aprender a hacerla haciéndola y en
un fructífero intercambio de experiencias en un ambiente de ínter-aprendizaje
entre Maestros y Maestras, plenamente convencidos de que este trabajo nos es
vital para el cumplimiento de nuestras responsabilidades en nuestra región.
Es, pues, la diversificación curricular la condición
fundamental para que se produzca la regionalización educacional como respuesta
coherente a la regionalización política en marcha, para consolidarse y lograr
sus propósitos.
Por
esta razón es que este proceso debe ser claramente orientado para garantizar la
elaboración de un CURRICULO PERTINENTE
PARA LA REGIÓN LORETO, en la medida en que se vayan concretando y
enriqueciendo las características del currículo que necesitamos, propósito que
sólo puede lograrse si se fundamenta en los avances científicos, tecnológicos y
consensos jurídicos supranacionales
logrados hasta el momento y aprovechando y potenciando las experiencias que ha
venido realizando el magisterio regional, así como captando el aporte de la
comunidad en este sentido.
Es la diversificación curricular el mecanismo mediante el cual logramos
la PERTINENCIA CURRICULAR.
IMPORTANCIA DE LA DIVERSIFICACIÓN
La importancia de la
diversificación curricular radica en que sirve, precisamente, para lograr que
la educación que se desarrolla en un determinado entorno sociocultural y
ecológico, como lo es nuestra región,
sea coherente, responda a dicha realidad.
Más aún hoy, que
nos es indispensable pensar nuestro futuro colectivamente, diseñar nuestro
desarrollo para beneficio de todos los pueblos y personas que habitamos esta
región, nos encontramos con que
carecemos de los conocimientos básicos, de los valores y actitudes
indispensables, de las destrezas intelectuales suficientes para abordar tan
trascendente tarea social.
En verdad, hemos
aprendido mucho, sabemos bastante; pero, lo que hemos aprendido y sabemos no nos es útil para pensarnos de manera distinta, único
camino para superar nuestra pobreza, nuestro subdesarrollo, los graves
problemas que nos afectan socialmente, ambientalmente y culturalmente.
Para lograr esta
manera distinta de pensarnos nos es indispensable cambiar la actual educación
y, para que ésta cambie, requerimos un NUEVO CURRÍCULO.
He aquí la trascendencia que tiene la
diversificación curricular.
ALCANCES
DE LA DIVERSIFICACIÓN.
La
verdadera y auténtica diversificación no es la que se hace sólo respecto a los
contenidos curriculares sino también respecto a los objetivos; lo cual exige la
elaboración de perfiles regionales diversificados, es decir que podemos
incorporar contenidos propios procedentes de la realidad natural, psicológica y
sociocultural de los educandos; pero, también podemos establecer objetivos
propios (de nivel regional) a largo plazo que respondan a los propósitos
sociales de nuestra región a partir de una propuesta ideal de personalidad
(perfil) que, por cierto compatibilicen con nuestra condición nacional.
En
el primer caso, esta responsabilidad recae fundamentalmente en cada Maestra y
Maestro; pero, en el segundo, es labor de las autoridades regionales y niveles
intermedios, quienes tienen que establecerlos, para lo cual se requiere de un Proyecto Educativo Regional, en el cual
se establezcan tales finalidades, para que los centros educativos no devengan
en instituciones aisladas unas de otras.
Pero,
a su vez, el Proyecto Educativo Regional
debe elaborarse en el marco orientador de un Proyecto Político-social de Desarrollo de nuestra región, que le
permita engarzarse con otros sectores para el logro de los propósitos
sociales.
PROBLEMAS
QUE ENFRENTA.
Sin
embargo, con ser tan indispensable en nuestro país y región, el proceso de
diversificación enfrenta grandes dificultades que tienen que ver con los
paradigmas con los que tradicionalmente se ha enfrentado la tarea educacional
en nuestro país.
Uno
de ellos es el temor a la diversidad
que ha incubado el ente rector de la educación: el Ministerio de Educación, el
que, aún cuando ya ha sido decretada la regionalización político-administrativa
como respuesta a nuestra raigal diversidad y promulgado, a través de la DINEBI
la denominada Política Nacional de Lenguas y Culturas en la Educación, sigue
actuando, a través de sus funcionarios, bajo la percepción de la falsa
homogeneidad y ejerciendo un férreo control sobre las Regiones, a las que no
deja actuar para que tomen decisiones educacionales en concordancia con sus respectivas
realidades. Hay, pues, un falso temor a
la diversidad, pues ésta debería ser percibida, antes que como una amenaza,
como una fortaleza por la potencialidad que ella implica.
En
el documento que acabamos de mencionar claramente se expresa: “La educación
será de calidad en la medida en que recoja las demandas de los diversos
sectores de la sociedad y que responda a sus particularidades sociales,
culturales y lingüísticas. Para que ello ocurra, se requiere de un sistema
educativo descentralizado en el cual los distintos agentes educativos,
organizaciones de base y padres y madres de familia se comprometan con la
educación de sus hijos e hijas y tengan la posibilidad de participar en la toma
de decisiones sobre la gestión escolar y el desarrollo curricular” (Numeral 1.10)
Este
falso temor a la diversidad viene teniendo una grave consecuencia en la
elaboración de los Currículos nacionales: no son elaborados para ser
diversificados, sino para ser tomados en su plenitud por el magisterio
nacional. Su exhaustividad y detallismo evidencian este temor e impiden su
adecuada diversificación.
Por
otro lado, tenemos las que llamaríamos limitaciones de los maestros y maestras
respecto a esta tarea: sus actitudes y su conocimiento de la realidad (en toda
su complejidad y diversidad).
En
cuanto a la primera limitación, debemos tener en cuenta que la formación
estándar de los Maestros y Maestras amazónicas obedece a patrones centralistas
(que se han expresado en la vigencia de un currículo único a nivel nacional),
ha enfatizado el conocimiento de otras realidades (menos la amazónica), ha
acentuado el rol meramente cumplidor de las disposiciones dadas por el
Ministerio, nos ha acondicionado para que seamos sólo consumidores de
conocimientos científicos y técnicos producidos o traídos desde otros países,
etc. Todo ello ha moldeado en el Magisterio una actitud poco propicia para una
labor diversificadora en nuestra región. A pesar de lo cual, es necesario
decirlo, el magisterio ya viene haciendo esfuerzos e intentos pertinentes que
le van a posibilitar un autoaprendizaje en este campo, a falta de una acción en
ese sentido de las instancias administrativas regionales.
En
cuanto a la segunda limitación, el conocimiento de la realidad, bien sabemos
que en el proceso formativo de nuestros maestros y maestras, nuestra realidad amazónica ha sido
clamorosamente omitida; es decir, se ha dado preferencia al conocimiento de la
realidad mundial y nacional en lo histórico, geográfico, económico, cultural,
demográfico, político, etc.; por lo tanto, los niveles cognoscitivos acerca de
nuestra realidad en toda su complejidad y riqueza, son mínimos o, en todo caso,
insuficientes para incorporar nuevos contenidos procedentes de nuestro entorno
amazónico en el currículo que queremos regionalizar.
A
nuestro entender, estas dos carencias dificultan el proceso de diversificación curricular en nuestra región. Por ejemplo, es
el caso evidente del conocimiento histórico de la Amazonía, sobre lo cual en la
formación de nuestros Maestros y Maestras sólo se ha tomado como referente de
aprendizaje lo muy poco que se consigna en el material bibliográfico
convencional que circula en los ambientes académicos de nuestro país. De manera
tal que hay un enorme déficit cognoscitivo en el campo de nuestra historia o,
en todo caso, una visión tergiversada de nuestra historia amazónica, que se
expresa en el sobre dimensionamiento del llamado “boom” o auge del caucho, como
si fuera lo más importante que nos ha sucedido.
Pero, esto mismo podemos decir del campo cultural,
ecológico, biológico, etc. acerca de los cuales casi no se hace referencia en
el proceso formativo de ellos, haciendo que en estos momentos, los
conocimientos acerca de tales campos no puedan incorporarse como contenidos
curriculares, para su aprendizaje sistemático. Pero, por cierto que no estamos
diciendo que no los haya, sino que aún no han llegado al dominio del
magisterio. Es decir, las investigaciones científicas acerca de nuestra región
garantizan ya un enorme universo cognoscitivo acerca de la realidad regional,
pero que aún no ha sido procesado para fines de enseñanza en los centros
educativos, con lo cual, pues, nos plantean el reto de sistematizarlas con
dicho fin. Es decir que todos estos conocimientos están dispersos en los
centros de generación y distribución (personas e instituciones investigadoras y
biblioteca, en menor escala), lo cual exige que hagamos un trabajo de acopio,
ordenamiento y procesamiento de tales productos.
Fotos del autor.
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