Para regionalizar nuestro currículo
Prof. Gabel Daniel Sotil García
Es en el ámbito escolar en donde los niños deben adquirir los conocimientos y actitudes fundamentales para conservar su salud como producto de un currículo pertinente. |
La
actuación desarticulada entre las entidades de los sectores educación y salud,
producto de una visión obsoleta de ambas dimensiones del quehacer
sociocultural, viene generando que cada
uno de estos sectores trabaje por su cuenta en forma paralela sin las
necesarias coordinaciones e integración de programas con los que, actuando en
forma conjunta y coordinada, podrían optimizar sus logros, fundamentalmente en
el aspecto preventivo del cuidado de la salud.
Obedeciendo
a la unidireccionalidad de actuación impuesta desde las sedes centrales y centralistas
de cada uno de los sectores, educación y salud, sólo establecen coordinaciones
superficiales y de endebles estrategias por el carácter ocasional con que se
desarrollan acciones coyunturales respecto a objetivos puntuales relacionados
con el componente SALUD de los educandos (desinfecciones, vacunaciones,
desparasitaciones, etc.).
El potencial piscícola nos asegura, con un uso racional, el desarrollo armónico de nuestra niñez. |
Esta
forma de actuar es una herencia tradicional, y por cierto que obsoleta ya, en la
actuación de ambos sectores claves tanto para fines de formación integral de
las nuevas generaciones como para
responder a los requerimientos de desarrollo de nuestros pueblos y comunidades
que, de esta manera, se ven privados del potencial humano con el necesario
substrato psico-biológico para transformarse en verdaderos promotores y
gestores del mejoramiento de las condiciones de vida de sus respectivas
comunidades.
Y
es que un niño entregado socialmente al riesgo de sufrir cuanta enfermedad lo
pueda afectar SE ENFERMA, así, contundentemente. Se enferma por falta de
prevención, por falta de nutrientes o por falta de medicamentos y de la
atención con los servicios pertinentes. Pero, se enferma más por falta de
educación, de formación para administrar su comportamiento defendiéndose de los
agentes que atentan contra su integridad orgánico-psicológica.
Si
se enferma o no se nutre bien, su organismo se verá afectado, tanto en lo biológico
(no crece adecuadamente, se debilitan sus defensas, no madura oportunamente,
etc.) como en lo psicológico (aprende menos, o con mayor dificultad a pesar de
sus esfuerzos, no puede concentrarse, no se desarrolla psico-espiritualmente, etc.).
Con proyectos de zoocría (sajinos, añujes, etc.) tanto en las escuelas como en las comunidades contribuiríamos con una mejor alimentación de nuestra niñez. |
En
consecuencia, para no enfermarse debe vivir en un ambiente limpio, debe
aprender a alimentarse y a asearse. Para prevenir muchas de las enfermedades y
evitar los peligros, el niño debe ser
preparado con conocimientos,
actitudes, valores y destrezas apropiadas.
Sólo
así aprenderá a leer mejor, a comprender y razonar, a apreciar
lo bueno y lo bello, a tener una actitud positiva ante la vida, una más
alta autoestima y podrá contribuir con el desarrollo de su comunidad.
¿Se
puede lograr esto con acciones eventuales, esporádicas y fragmentadas de las
instancias de salud?
Por
razones obvias, provenientes de los efectos de los programas epidemiológicos y
otras acciones de atención social, la respuesta es NO.
Soy
de la opinión, y no desde ahora sino desde hace más de treinta años, que lo que
debemos hacer es incorporar el componente sanitario y alimenticio - nutricional
al currículo de la escuela.
Extraordinaria fuente de proteínas, el PAICHE debe ser componente de una política de salud y nutrición para la educación regional. |
Una
actuación coordinada entre los profesionales de ambas entidades regionales
(médicos, enfermeras, nutricionistas y profesores) dará como resultado que se
incorpore los contenidos formativos fundamentales en el desarrollo curricular y
la educación de las nuevas generaciones alcanzará mejores niveles cualitativos.
El conocimiento de la realidad socio-sanitaria y alimentario-nutricional de
nuestra región posibilitará una selección coherente de contenidos funcionales
con los requerimientos individuales y comunales de los educandos de inicial,
primaria y secundaria.
Entonces,
las acciones de capacitación, elaboración de material didáctico y una
estrategia de acciones de coordinación estructural serán necesarias para el logro de este
propósito del más alto interés de nuestra región, pues sus resultados se verán
a mediano y largo plazo en el desempeño de los futuros ciudadanos.
Diversidad de frutos con potencial nutricional que nos ofrece nuestra región. |
Bien
sabemos que muchos de los aprendizajes a que obligamos adquirir a nuestros
educandos no tienen mayor significatividad en su vida individual y
socio-comunal; sin embargo, dejamos de lado aquellos aprendizajes estimulantes
de dimensiones cognitivas, axiológico-actitudinales, volitivas, etc. de verdadera trascendencia, entre los cuales,
indudablemente se encuentran los aprendizajes relacionados con la salud de los
educandos.
En
consecuencia, si en verdad, más allá de las
promesas, queremos que mejore la calidad de la educación en nuestra
amazonía, y la AMAZONÍA misma, debemos ya regionalizar nuestro currículo
incorporando el componente de salud y nutrición.
Art. publicado en semanario KANATARI, 11-11-12, WWW.CETA.ORG.PE/KANATARI
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