Prof. Gabel Daniel Sotil García
Conservar su riqueza cultural, su diversidad ecobiológica y su belleza paisajística debe ser uno de los propósitos de la educación ambiental en nuestra región. Foto: IIAP |
Mediante Decreto Supremo N° 017-2012-ED, de fecha 29-12-12, el Ministerio de Educación ha establecido los lineamientos de la POLÍTICA NACIONAL DE EDUCACIÓN AMBIENTAL, que contiene las normas que regirán el desarrollo de este componente de la educación nacional: la educación ambiental.
Aunque en su texto no menciona explícitamente los gravísimos problemas
ambientales que hacían necesaria esta norma, se entiende que los mismos son de
tal magnitud que nos obligan a hacer la búsqueda de soluciones en forma
organizada y participatoriamente y con instrumentos intelectuales,
actitudinales y materiales para asegurar el éxito en dicho afronte; es decir,
desde la interioridad psicológica de las personas, instalando un equipamiento
cognoscitivo y axiológico-actitudinal que garantice el comportamiento
individual y colectivo para establecer las mejores relaciones con nuestro
entorno ambiental, que es, precisamente, tarea educativa siempre y cuando
diseñemos a la Educación con dicho propósito
En lo que sí abunda el documento es en lo referente a las bases legales
que sustentan los lineamientos establecidos, procedentes de documentos tanto
del ámbito nacional como internacional.
En su primer artículo, este decreto establece que se aprueba la Política
Nacional de Educación Ambiental “…como
instrumento para desarrollar la educación, cultura y ciudadanía ambiental
nacional orientada a la formación de una sociedad peruana sostenible, competitiva
inclusiva y con identidad…”
En lo referido a los fundamentos, el documento hace referencia al hecho
de que un aspecto de suma importancia de la modernidad sea el establecimiento de “… políticas
públicas de salvaguarda de las personas, las sociedades y el ambiente…”,
así como responder a los “… nuevos
desafíos vinculados principalmente con el cambio climático global, la pérdida
de biodiversidad y recursos naturales, la contaminación, la desertificación, el
agotamiento de la capa de ozono.”
“Estos retos tienen que ver con algunos
valores y estilos de vida que necesitamos reorientar para vivir de modo más
armónico con la naturaleza revalorando el derecho a la existencia de otras
especies; de vivir de modo más inclusivo y democrático con todas las culturas y
sociedades; asumir plenamente la responsabilidad social y ambiental por los
impactos ambientales reales o potenciales; ir hacia patrones de vida y consumo
más sostenibles y responsables con el ambiente; generalizar la cultura de
prevención y construir visiones de futuro con modos de vida más sostenibles
para todos.”
Requerimos de una educación claramente planteada para respetar y armonizar con nuestro ambiente. Foto: Cortesía WCS |
Por ello, el documento que comentamos,
expresa:
“En ese reto la educación ambiental tiene un papel
fundamental a nivel del sistema educativo como a nivel de la sociedad en
general.
Así, el proceso educativo, con enfoque ambiental, de género e intercultural, se
orienta hacia la formación de un nuevo tipo de ciudadano o ciudadana, con
nuevos valores y sentido de vida basados en:
- Respetar y proteger toda forma de vida (principio de equidad biosférica).- Asumir los impactos y costos ambientales de su actividad (principio de responsabilidad).
- Valorar todos los saberes ancestrales que son expresión de una mejor relación ambiental entre el ser humano y la naturaleza (principio de interculturalidad).
- Respetar los estilos de vida de otros grupos
sociales y de otras culturas, fomentando aquellos que buscan la armonía con el
ambiente (principio de coexistencia).
- Trabajar por el bienestar y seguridad humanos
presentes y futuros basados en el respeto de la herencia recibida de las
pasadas generaciones (principio de solidaridad intergeneracional).
Por ello, la educación ambiental no es solo un enfoque ético y teórico, sino también una estrategia de gestión operacional de todo el proceso educativo, como de revitalización cultural del conjunto de la sociedad nacional.”
Por ello, la educación ambiental no es solo un enfoque ético y teórico, sino también una estrategia de gestión operacional de todo el proceso educativo, como de revitalización cultural del conjunto de la sociedad nacional.”
Nos es urgente priorizar acciones para el conocimiento y preservación de nuestro ambiente amazónico. Foto: Biól. José Álvarez A. |
Con ello pasaríamos de las simples declaraciones a la ejecución efectiva
de programas y acciones, para lo cual se
requerirá del respectivo presupuesto.
Nota: Artículo publicado en semanario KANATARI, Iquitos, 13-01-13
Nota: Artículo publicado en semanario KANATARI, Iquitos, 13-01-13
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