Gabel Daniel Sotil García
LA ESCUELA ESMERALDA EN ACCIÓN
LA ESCUELA Y NUESTRO DESARROLLO SOCIAL
Todos los grupos humanos están en permanente búsqueda de su bienestar. |
El
desarrollo social integral es entendido como un estado superior de satisfacción de las necesidades
socioindividuales, que va siendo alcanzado por un pueblo mediante sucesivas
etapas de aproximación; por lo tanto, tiene un carácter procesal en su génesis y su naturaleza, por cuanto los
grupos humanos están en búsqueda permanente
de un mejor nivel de satisfacción de todas sus necesidades vitales,
psicológicas, sociales y espirituales; con lo que queremos decir que, de
ninguna manera, es un estado definitivo al cual llega y en el cual permanece
indefinidamente el grupo humano.
A
la consecución del Desarrollo Social Integral contribuyen varios desarrollos
parciales, tales como el económico, el científico, el tecnológico, el
religioso, el estético, el organizacional, el educativo, el sanitario, etc.,
que cumplen diferentes roles dentro de dicho Desarrollo. Un pueblo logra,
pues, su Desarrollo Social como consecuencia del desarrollo de todos los componentes
de su dinámica interna.
Idealmente,
el Desarrollo Social Integral debe ser armonioso
y homogéneo, pero, sucede que en la
realidad histórica de un pueblo, generalmente no es logrado en igual magnitud
en todos sus componentes internos (armoniosidad) ni alcanza el mismo nivel
cualitativo en todos los componentes del grupo humano (homogeneidad). Esto
quiere decir que, en el evolucionar histórico de cada pueblo, dicho desarrollo
va siendo logrado acentuando uno o más de sus componentes, obedeciendo a muchos
factores condicionantes, lo cual es traducido o expresado por su estado cultural, que diferencia a un
pueblo de otro pero no expresa una jerarquización cultural entre el uno y el
otro.
Cada pueblo aspira a un desarrollo social propio, que responda a sus características. |
Ahora
bien, el Desarrollo Social Integral de un pueblo presenta características que
traducen la peculiaridad cultural histórica del mismo, es decir que responde
con absoluta coherencia a la personalidad cultural lograda por dicho pueblo en
el contacto con su medio a través del tiempo. Dicho de otra manera: cada pueblo
con una personalidad cultural definida aspira a un Desarrollo Social propio, cuyas características van
implícitas en dicha personalidad, de manera que, desde este punto de vista, no es posible imponer un modelo de desarrollo
social de una cultura a un pueblo ajeno a dicha cultura.
Cuando
un modelo de desarrollo integral es
transferido e impuesto de una cultura a otra: o el modelo se tergiversa o la
cultura pierde su personalidad (etnocidio). Lo más probable es que la
imposición de modelos de desarrollo termine siempre, a la corta o a la larga,
haciendo desaparecer la cultura del pueblo dominado.
Por
otro lado, si bien al parecer todo grupo humano tiene una tendencia y direccionalidad
espontáneas hacia la búsqueda y logro de su Desarrollo Social Integral,
acentuando uno u otro componente en su evolucionar histórico y como
consecuencia de la vigencia de diversas fuerzas internas del grupo, sin embargo,
es factible su búsqueda y logro intencionalmente
mediante la administración racional de las fuerzas psico-sociales del grupo y
de sus recursos disponibles, para lo cual se requiere de la elaboración de un plan de desarrollo social integral, que
posibilite la conjugación y organización de todos los agentes y elementos
conducentes a dicho fin. Es aquí en donde a la Escuela le cabe desempeñar un
rol coherente y activo dentro del grupo social, con una finalidad preestablecida
y en complementariedad funcional con otros agentes de dicho desarrollo.
Cada una de las culturas de nuestra región tiene derecho a aspirar a un desarrollo social propio. |
En
el caso de nuestra región, dada su
pluriculturalidad debemos reconocer que cada una de las culturas existentes
tiene sus propias aspiraciones en cuanto a las características de su Desarrollo
Social y que, en consecuencia, es improcedente querer imponer un modelo de
desarrollo social proveniente de la cultura oficial a las culturas nativas, tal
y como la venido sucediendo hasta la fecha, entre cuyos mecanismos de imposición
se ha contado con la Educación, la misma que ha asignado a la Escuela una
misión eminentemente etnocida.
En nuestra región los planes de desarrollo elaborados hasta hoy no han respetado la personalidad histórica de los Pueblos. |
Por
lo tanto, se hace indispensable, por necesidad histórica, la elaboración de un plan regional de desarrollo social integral,
entre cuyos lineamientos fundamentales se considere, en condición de
principio inviolable, el respeto a la
direccionalidad histórica de cada cultura de los pueblos de nuestra Región
y se reconozca el absoluto derecho
que tienen a aspirar a su propio Desarrollo Social coherente con su
personalidad histórica.
Infelizmente,
al no haberse elaborado jamás este plan,
todo cuanto se ha hecho en nuestra Región ha obedecido taxativamente a
lineamientos centralistas en todos los aspectos de nuestra vida social y la
Educación ha venido siendo ejecutada sin sufrir la más leve modificación y,
por tanto, la Escuela ha venido actuando, antes que como agente de Desarrollo
Social, como agente depredador y mecanismo de imposición cultural. No viene
sirviendo exprofesamente para promover el Desarrollo Social Integral sino para
desactivar las energías y mecanismos de desarrollo de los pueblos de nuestra
región, cumpliendo así el encargo de la cultura dominante. Las formas en que
viene actuando las hemos ya descrito anteriormente.
Para elaborar un plan de desarrollo integral tenemos que conocer y reflexionar sobre nuestra realidad regional. Crías de charapa en eclosión. |
Por
cierto que la elaboración de un plan
regional de desarrollo social integral requiere el conocer y reflexionar
sobre nuestra realidad, para ser capaces de inventar
un modelo pluricultural que incentive y consolide el protagonismo
histórico de nuestros pueblos con absoluto respeto a sus características. Es
en este marco que a la Escuela deberá asignársele un rol con absoluta
compatibilidad funcional con las culturas de los pueblos de nuestra región y
en absoluta coherencia con las aspiraciones de desarrollo social de los mismos.
Esa
es la escuela que tenemos que inventar con la participación de todas
las culturas y comunidades regionales.
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