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Iquitos, Loreto/Maynas , Peru
- Nací en el departamento Ica, Provincia Palpa, Distrito Río Grande, Caserío "San Jacinto", 1941. Egresado de la UNM "SAN MARCOS", Facultad Educación, especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales, Docente Facultad Ciencias de la Educación y Humanidades-UNAP. Colaboro en: - Diversas revistas que se publican en Iquitos DISTINCIONES •PALMAS MAGISTERIALES, Grado de Maestro •PREMIO NACIONAL DE EDUCACIÓN “HORACIO”, 1991, Derrama Magisterial. •PREMIO NACIONAL EDUCACIÓN, “HORACIO”, 1992, Reconocimiento Especial •DIPLOMA RECONOCIMIENTO DE LABOR POR PUEBLOS INDÍGENAS- AIDESEP •PREMIO NACIONAL I CONCURSO NACIONAL LIT. INFANTIL, ÁREA EXPR. POÉTICAS, MED •RECONOCIMIENTO MÉRITO A LA EXCELENCIA Y PRODUCCIÓN INTELECTUAL -UNAP. . Reconocimiento con la distinción "LA PERLITA DE IQUITOS", UNAP (2015), Reconocimiento por SEMANA DEL BOSQUE, Sub-Ger. Prom. Cultural, GORE LORETO., Condecorado con orden "CABALLERO DEL AMAZONAS" por el GORE LORETO (06.07.16), condecorado con la orden "FRANCISCO IZQUIERDO RÍOS", Moyobamba, San Martín (24-09-2016). Palmas Magisteriales en grado AMAUTA (06-07-17) MINEDU. DIPLOMA DE HONOR, por Congreso de la República. 21-03-2019

lunes, 3 de junio de 2013

EL EXILIO DE LAS AVES SILVESTRES

En verdad, estamos transformando a
Iquitos en  una ciudad inhabitable
para árboles, aves y humanos.
Ilust. José Morey Ríos.

Gabel Daniel Sotil García

¿Y dónde estarán las avecillas silvestres
 Deleitosas y de mil colores?
¿Adónde habrán ido
Con sus trinos y cantares? (*)

Por la falta de una educación ambiental pertinente a nuestras características geo-ecológicas, nuestra ciudad viene siendo agredida indeteniblemente en cuanto a su riqueza natural referida a los árboles y las aves silvestres, con quienes armónicamente podríamos muy bien compartir el espacio urbano, de no haberlo transformado en un entorno realmente agresivo para su subsistencia.

De un tiempo a esta parte hemos venido siendo testigos de la insania con la que las recientes gestiones edilicias compiten para destruir aquellos elementos naturales que representan las prodigiosas características con las que la naturaleza nos ha dotado. Regalos portentosos que deberíamos aprender y enseñar a valorar, amar y conservar para disfrutar de sus beneficios.

Los árboles, lo sabemos bien a partir de investigaciones científicas, nos brindan grandes servicios ambientales: su belleza, su frescor, la purificación del aire, hogar para el reposo y anidación de las aves silvestres, etc.

Aves que huyen de las condiciones deprimentes
de la ciuddad.
El PAUCAR. Ilust. Jaime Choclote 
Sin embargo, es fácil ver cómo son maltratados: erradicados, cortados, destruidos con podas hechas con sadismo, sin un elemental criterio estético, como si tuviéramos una profunda aversión a su presencia. Es decir, tratados con caprichos propios de quienes ignoran su importancia, que hacen que muchos de ellos más parezcan esperpentos que nos enrostran, con sus rictus de dolor, sus reproches a nuestro incomprensible proceder.

Debemos inculcar a los niños el amor y respeto  por
los árboles y las avecitas silvestres.
Como consecuencia de dicho atropello, hemos venido quitando hogar a las avecitas silvestres,  arrojándolas del seno de nuestra ciudad, en donde la polución por ruidos y humos, los malos olores y la falta de ramas en donde protegerse y anidar, hacen que emigren hacia los bosques cercanos en procura de la tranquilidad y seguridad que requieren. Simple y llanamente, hemos decretado su exilio, que no puede ser más injusto, pues no son culpables de compartir este espacio con nosotros los humanos.

Hace tiempo que se fueron
Hace tiempo que no están
Hace falta su presencia
Y su canto forestal
Pues sus vuelos ondulantes
Que orlaban el espacio
Se hacen extrañar.

A nuestras autoridades se les ha ocurrido quitar frondosos árboles y remplazarlos por palmeras que, si bien son hermosas y pudieran ser sembradas en determinados ambientes decorativos, no poseen las propiedades protectoras que tienen los árboles, tanto para nosotros como para las propias aves silvestres.

¿A quién se le ocurriría reposar disfrutando el frescor de una de las palmeras que hoy vemos en calles y plazas? ¿Anidan en ellas los pajaritos silvestres?

Al ritmo depredatorio de nuestro bosque que hasta el
momento venimos imprimiendo, dentro de muy poco
este será el paisaje que tendremos.
Ilust. Jaime Choclote.
Una región, como la nuestra, con tanta riqueza en diversidad forestal, cuyos árboles, de fronda prodigiosa, podrían ser mostrados en sectores previa e intencionalmente elegidos para dar belleza natural a nuestra ciudad, reduce sus atractivos a un mínimo de expresiones por falta de criterios para darle la posibilidad de brindar un mensaje ecológico coherente con nuestras características.

Sembrémosles más árboles
Que protejan su vivir
Limpiemos nuestras calles
Y toda la ciudad.


Si bien es verdad que los Municipios no pudieran contar, por motivos presupuestales o de obtusa percepción, con el personal idóneo para tomar este tipo de decisiones, muy bien podrían entrar en convenios con las instituciones que sí les podrían brindar un excelente asesoramiento, como las universidades y centros de investigación. De manera que podamos hacer de la nuestra una ciudad con las características físico-ambientales que requerimos para vivir en un entorno saludable, no solo para los seres humanos, sino también para las plantas y avecitas que demandan nuestra inteligencia para vivir en paz, que es lo que nos reclaman en cada uno de sus cantos matinales y vesperales. Pero, no sigamos maltratando a los pocos árboles que tenemos, con caprichosas podas que afean y destruyen su natural belleza, que tanto requerimos para un mejor vivir.

Recién entonces volverán
Cantarán cada mañana
Y en cada atardecer
Nos darán sus melodías
Y también su amistad.
Depende de nosotros que las avecitas silvestres vuelvan
a adornar nuestros cielos en amaneceres y atardeceres.
Ilust. Jaime Choclote

No sigamos pues, con tanta tozudez, destruyendo nuestra ciudad. En nombre de las avecitas silvestres, que aún quieren venir a embelesarnos con sus melodías, pido a quienes tengan oídos para escuchar, poner término a este injusto exilio y decretar su retorno triunfante para deleite de nuestra vida.



(*) Fragmentos del poema “Mis penas forestales”, publicado en Sotil, Gabel. (2009) “Alegre Amanecer”, poemario para la educación forestal, AECID. Iquitos.

Artículo publicado en semanario KANATARI, 02-06-13, www.ceta.org.pe

1 comentario:

Juan Luis Rojas dijo...

Es muy lamentable que nuestra ignorancia ecológica nos está llevando a destruir elementos básicos que son parte de un ecosistema, que son parte para nuestra existencia de la humanidad.
Está cultura consumista nos esta llevando a un mundo deshumanizado