21 de mayo: Día Mundial de la Diversidad Cultural para
el Diálogo y el Desarrollo
27 de mayo: Día Nacional del Idioma Nativo
Gabel Daniel Sotil García
“Fuente de intercambios, de innovación y de
creatividad, la diversidad cultural
es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los
organismos vivos…es una de las fuentes de desarrollo, entendido no solamente en
términos de crecimiento económico, sino también como medio de acceso a una
existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria” expresa la
Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural elaborada por la UNESCO en
el 2001.
Es sobre las
bases de estas premisas que debemos adherirnos a la celebración de estas dos
efemérides indicadas en el antetítulo de este artículo, pues ambas hacen
referencia a dos riquezas espirituales que, infelizmente, aún no enseñamos a
conocer y querer a plenitud en nuestro
país y región.
El BOSQUE, manantial inspirador de la diversidad cultural y lingüística. Y también, generador de biodiversidad |
En el caso
amazónico, ambas, la diversidad cultural y la diversidad lingüística, cuyas
fechas debemos conmemorar, se han originado en las entrañas más profundas del
BOSQUE, esta entidad cuya trascendencia aún no terminamos de entender respecto a
los designios de los pueblos amazónicos.
Aunque
misterioso, exótico y hasta agresivo
para los extraños, sin embargo, el bosque amazónico ha sido el escenario en el
que germinaron grandiosas culturas,
cuyas conquistas, si bien no han sido espectaculares, han tenido un profundo contenido espiritual
que debemos aprender a valorar en la complejidad de su significado.
Ceramio cuya pictografía expresa la particular cosmovisión de una de las culturas indígenas. |
Allí, en sus
entrañas, y en el lapso de más de 20 000 años, según estimaciones que aún no
terminan de hacerse, germinó un grupo de pueblos distintos con sus propias
características que los hacían diferentes entre sí pero que compartieron,
y aún comparten, el profundo amor por su
entorno, un acendrado respeto por el bosque, dueños de una cultura eminentemente
forestal con diversidad de manifestaciones y cuyos saberes milenarios han sido
minusvalorados por la cultura dominante y, por lo tanto, nos siguen pasando
desapercibidos.
Hoy, aunque no
tengamos un conocimiento preciso del proceso vivido por ellos desde sus
orígenes; aunque las disquisiciones
teóricas y científicas no nos expliquen con claridad su génesis, lo importante es que los reconozcamos como
realidades milenarias contundentes, con quienes compartimos este hermoso,
complejo y diverso escenario que es la selva, y tratemos de entenderlos en sus
características diferentes para nutrirnos mutuamente en un intercambio
armonioso de saberes, sin pretensiones de imposición, para hacer que nuestras
respectivas culturas sean cada vez más fuertes y respetuosas entre sí.
Muestra de la particularidad cultural de uno de los Pueblos que constituyen la riqueza espiritual del Perú. |
Más aún cuando
sabemos que en ese largo pero ignoto lapso supieron construirse como unidades demográficas
totalmente originales, creativas, que las convierte en nuestra única reserva
nacional para buscar las soluciones a nuestros graves problemas, cuando
aprendamos a recurrir, con humildad, a sus capacidades y sus saberes
milenarios. Cuando reconozcamos que son nuestra última fuente de creatividad,
labrada en este larguísimo lapso, todavía cubierto por un manto de obscuridad.
Dueños de territorios sin límites, dentro de los cuales se
desplazaron a voluntad siguiendo patrones comportamentales frutos de su propia
experiencia, han sabido internalizar un sentimiento de libertad motivado por la
misma naturaleza, de la que han sabido construirse como parte consustancial,
con la más absoluta coherencia existencial.
Por ello es que se hace
indispensable que nos aboquemos a la construcción de un proyecto de desarrollo
común que, respetando nuestras
respectivas personalidades culturales, nos lleve a la concreción de un
escenario en el que nos realicemos en el marco de la más auténtica democracia
intercultural.
Mujeres de la etnia shipibo mostrando parte de su riqueza cultural |
Entre otros, uno de los aspectos en
los que debemos concentrar nuestros esfuerzos, por la inminencia de los
peligros que los asechan, es en el reconocimiento del valor de sus idiomas, de
los sistemas que crearon sistematizando espontáneamente sus experiencias milenarias
de comunicación para entregarnos un tesoro de lenguas, cuyas características
expresan la sublime creatividad de estos pueblos, que hoy deberían ser reconocidos
como componentes fundamentales de nuestra riqueza espiritual, conformantes de
nuestra identidad cultural, tanto
regional como nacional.
Sólo a partir de este reconocimiento
haremos los esfuerzos necesarios socialmente para emprender las acciones y
proyectos que eviten la indetenible
extinción de la que hoy son objetos por incuria e irresponsabilidad sociales.
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