GABEL DANIEL SOTIL GARCÍA
“EN NUESTRA ESCUELA APRENDEMOS A
JUGAR”
REFLEXIÓN:
Es fundamental, para concretar el cambio de nuestra educación, que incorporemos sistemáticamente el juego a la acción formativa. |
El juego es una
dimensión de la actuación de toda persona en su sociedad. Niños y adultos jugamos, pero no de la misma manera ni con las mismas finalidades.
Como actividad
infantil tiene un significado de alta trascendencia estimuladora de las
capacidades y potencialidades de niños y niñas, razón por la cual es realizada
permanentemente y en cuanto escenario es posible en el ámbito de la comunidad.
Por ello, puede ser utilizado para fines
formativos, es decir, para que los educandos asuman valores y actitudes positivas
frente a sí mismos, frente a las demás personas, frente a su cultura, frente a su entorno ambiental. Así mismo, como medio para
desarrollar capacidades cognitivas, desde las más simples a las más complejas.
Visto así, el juego
es medio de primera importancia para la formación y estructuración de la
personalidad de los niños que los profesores podemos poner al servicio de su
formación en el ámbito escolar.
En consecuencia, se
hace necesario que los docente recurramos intencionadamente al uso del juego,
para promover la construcción de una personalidad pletórica de potencialidades
para un permanente enriquecimiento cognoscitivo, axiológico, comportamental,
etc. dentro de su tiempo y sociedad.
La tendencia lúdica de los niños le es connatural. Por ello debemos aprender a orientarla con fines de formación de su personalidad. |
Es excelente como
medio para la socialización, para enseñar el respeto a las normas de relación
interindividual, como fuente de información acerca de las tendencias,
capacidades y preferencias de los niños, la práctica de valores relacionales,
etc.
Es decir, en el juego tenemos un potencial de uso pedagógico, que lo hacen mercedor de ser incorporado sistemáticamente a la actividad didáctica que realizamos cotidianamente en nuestras instituciones educativas.
SUGERENCIAS:
Tienes a tu
disposición todo el universo de ocasiones que la dinámica escolar y comunal te brinda para propiciar la
formación de valores y actitudes positivos, así como también para la
adquisición de nuevos conocimientos por parte de los niños.
En las fiestas
comunales o institucionales, en los aniversarios de la escuela, en las
celebraciones del calendario cívico escolar, en las competencias festivas, en
las excursiones o paseos que organicen, en los descansos, etc. habrá siempre la oportunidad
de promover el ejercitamiento de los
educandos en los aspectos físico, espiritual, intelectual, etc. con
miras a inducir en ellos una vida individual y social saludable en lo
material y en lo psicológico.
La actividad lúdica se desarrolla en función al entorno ambiental de los niños. |
En las competencias no incentives la
rivalidad. Induce, en cada uno de
tus alumnos y alumnas, que la verdadera
competencia es la que tenemos con nosotros mismos, tratando de ser mejores que
lo que antes fuimos. Es decir, ser hoy mejor que ayer. Así aseguramos un
infinito camino autónomo de superación constante
de las personas.
Puedes crear juegos
de acuerdo con el entorno cultural de la comunidad. Preguntando a las personas
mayores muy bien podrías recuperar o revivir formas lúdicas de antaño.
Sugiere, con la
debida coordinación con los vivientes de la comunidad, que incentiven los
juegos comunales e intercomunales (con otras escuelas), sin centrarse en un solo deperte. De haber posibilidad de contactar con un pueblo indígena cercano, sería
de gran importancia que invites a sus representantes a participar y demostrar los
juegos que le son propios.
En este como en los demás
aspectos aquí expuestos, debes poner en juego tu más dinámica creatividad, para
encontrar nuevas formar de educar a tus alumnos.
EPÍLOGO
Este documento,
presentado en una serie de diez segmentos, sólo tiene la finalidad de estimular
la mejora de la práctica educativa en nuestra región amazónica.
Para los niños toda ocasión es propicia para jugar, al margen de los peligros que pudiera haber. |
Sus vacíos y
deficiencias son muchos, pero creo que, tomado con las mejores intenciones
puede servir de punto de partida para iniciar y/o fortalecer un proceso
formativo coherente con nuestras necesidades y características, tanto
psico-individuales de los educandos amazónicos como eco-socio-culturales de las
comunidades de nuestra región, en especial las del área rural.
A mis colegas
docentes les pido someterlo a prueba, corregirlo, complementarlo o, en el mejor
de los casos, elaborar otros documentos
que tengan mayor pertinencia para el desarrollo de nuestra educación
regional.
Pero, no lo dejemos inactivo.
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