Prof. Gabel Daniel Sotil García, FCEH – UNAP
En nuestra región la educación debe fundamen- tarse en las características del niño amazónico Foto: Prof. Julio Trigoso |
Uno de los aspectos al que casi no le damos mayor
importancia en la dinámica educacional en nuestra región es el relacionado con
las innovaciones, debido al centralismo impositivo y excluyente que viene ejerciendo el
Ministerio de Educación en nuestro país, cuya consecuencia más grave es que la
educación en nuestra región amazónica se desenvuelva con absoluta obediencia a
las normas que de él emanan y, por lo tanto, en absoluta, también, impertinencia
con nuestra realidad social, ecológica y psicocultural.
Superar esta situación es una de las urgencias que
debemos atender todos quienes estamos involucrados en la construcción de una
educación que de verdad, no sólo declarativamente, sea instrumento para nuestro
desarrollo; para lo cual debemos reconocer que no ha sido una preocupación
prioritaria para nosotros los maestros y maestras, incluyendo las autoridades
del sector, la búsqueda de respuestas educacionales pertinentes; es decir, no
hemos querido, consciente o inconscientemente, asumir la responsabilidad de
hacer innovaciones propias en nuestro quehacer, fundamentalmente pedagógico.
Esta niñita de la etnia Shawi espera ser educada en su propia cultura. Foto: Prof. Julio Trigoso M. |
En este sentido es necesario que tengamos claramente
conceptuado que las innovaciones no deben ser impuestas sino promovidas por un
órgano rector en concordancia con nuestras necesidades regionales. Su referente
debe ser la búsqueda de soluciones a nuestros propios problemas y, por lo
tanto, deben contribuir con la elevación de la calidad de nuestra vida
individual y social.
Copiar o imponer las innovaciones desde un centro de
poder, en actitud colonizadora, como lo viene haciendo el Ministerio de
Educación, con la complicidad de las autoridades regionales, no es el camino
que debemos seguir.
Por lo tanto y dadas las graves consecuencias
socio-culturales de dicha actitud, que cada vez se hacen más trágicamente
evidentes, no sólo en los niveles cualitativos de los aprendizajes de nuestros
educandos sino en toda la percepción que a nivel nacional tenemos de la
Amazonía, debemos cambiarla y asumir plenamente, maestros y autoridades, con
todo lo que de ello se deriva, la responsabilidad de construirnos la educación
que necesitamos y merecemos como una región con sus peculiaridades sociales,
culturales, psicológicas, económicas y ecológicas, dentro de nuestro país.
Con toda seguridad que tenemos las capacidades que dicha
tarea requiere; sólo que no se nos ha dado la oportunidad de ejercitarlas
(aunque, debemos admitirlo, no la hemos reclamado con la contundencia que
deberíamos haberlo hecho), debido a la actitud excluyente y minusvalorante que
nuestro órgano rector nacional- el MED- viene demostrando con quienes
trabajamos en las áreas provincianas.
Siendo docentes que tenemos el conocimiento más profundo
de nuestras respectivas realidades, que participamos de un mensaje espiritual
con nuestras comunidades, que sentimos, disfrutamos y sufrimos vivencias
cotidianas con un extraordinario mensaje formativo, somos quienes nos
encontramos en mejores condiciones para imprimir a la educación de los
conocimientos, valores, actitudes que expresen nuestra autenticidad como
personas y pueblos, que nos permita
construir nuestro futuro con alegría, con decisión, con optimismo y con
realismo.
Un ambiente tan peculiar como el amazónico requiere de una educación con pertinencia cultural, psicológica y ecológica. Foto: Prof. Julio Trigoso M. |
Una gesta formativa de esta naturaleza requiere de un
férreo cuestionamiento a las actuales condiciones en que desarrollamos nuestras
tareas magisteriales, impuestas por una
visión inválida por externa, equívoca y tergiversada de lo que somos como
región.
Ello implica que, como Maestros y Maestras, hagamos una
profunda reflexión sobre el proceso de innovaciones en el campo educacional en
nuestra región, fortalezcamos la necesidad de elaborar una política regional
sobre innovaciones educacionales, prioritariamente válidas para nuestra región,
generar las condiciones reales y científico-tecnológicas dentro de las que
deben realizarse e identificar los aspectos en donde debe acentuarse el proceso
innovador en la educación amazónica.
Las innovaciones en la Amazonía deben surgir de las convicciones de los propios maestros. Foto: Programa FE Y ALEGRÍA |
De lo cual se desprende que tenemos necesidad de tener
claramente conceptuada y diseñada una política de innovaciones educacionales en
nuestra región, que se fundamente en el reconocimiento de que una innovación significa no sólo incorporar algo
nuevo sino algo nuevo para solucionar, o
solucionar mejor, un problema; por lo tanto, significa cambiar el modo de
percibir y actuar sobre nuestra realidad, por lo que requiere de nuevos
paradigmas en la dinámica sociocultural de una comunidad.
Las innovaciones educacionales deben ser el fruto no de mandatos, sino de
las convicciones que vayamos logrando para tener una educación al servicio de
los intereses de nuestra región.
Es decir, construir una educación con
pertinencia psicológica, social, cultural y ecológica para nuestra región
(*) Artículo publicado en KANATARI, 18-03 -12, www.ceta.org.pe/kanatari
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