LA CRECIENTE INCONTENIBLE
Sombrío y pluvioso amanecer, frecuente en el mes de marzo. |
Las aguas ya se han expandido en forma
incontenible y han desbordado los cauces de los ríos, llevando sedimentos con
su carga de nutrientes, que se están
depositando en los bajiales
que, luego, unos meses más adelante,
comenzarán a ser hermosos y promisorios campos de cultivo.
Caserío ribereño con las aguas crecidas, próximas a sus viviendas. |
El viviente ribereño
tiene ya inundados sus caseríos y cultivos y, aun los que están en alturas,
ven el borde de las aguas muy cerca a sus
viviendas.
Los locales escolares
de las zonas más bajas han sido ya inundados, haciendo imposible cualquier
actividad con los niños, que tendrán que esperar el inicio de la vaciante para
llenar las aulas con sus juegos y alegrías.
Tahuampas
y cochas siguen recibiendo las aguas de
los ríos y las lluvias, a las que
muestran su alborozo y complacencia regalándoles los cánticos felices de las
aves que disfrutan del ramaje y la bonanza natural.
En
la intimidad de los aguajales hierve la vida.
Venados
y sachavacas, huanganas y majases, añujes y sajinos
han buscado refugio en las restingas más altas, en donde se han puesto a
salvo de las aguas que se han posesionado de las partes bajas del bosque.
Anuncios de tempestad en pleno Amazonas. |
En
pocos días, marzo volará envuelto en las hojas que arranquemos de los calendarios,
dejando en cada uno de nosotros un especial mensaje en nuestras almas, pero,
para ese entonces, ya habrá cumplido la misión que la sabia naturaleza le ha
encargado en este mundo forestal.
Mundo
en el cual las leyes, establecidas desde hace millones de años, se cumplen bajo
el más estricto ordenamiento.
Esa
es la ley de la selva.
Es
esta la naturaleza que viene inspirando a músicos, pintores, poetas,
novelistas, etc. para cantar su hermosura.
Naturaleza
que también debe ser estudiada para conocerla y comprenderla, pues ha servido
de hábitat milenario a grandes pueblos que hoy esperan nuestra comprensión, el
entendimiento de que ellos también tienen derecho a su propia forma de vivir, a
su propio desarrollo y a la oportunidad para demostrarnos que podemos convivir
en armonía, para hacer de la selva el escenario de la más bella diversidad
cultural.
Ríos y cochas pletóricos de agua son el medio natural del ribereño amazónico. |
Es éste, pues, nuestro marzo, con su sol ardiente, sus lluvias refrescantes, su calor intenso, su frescura anhelada y sus atardeceres esplendorosos, que nos invitan a deleitarnos con los mensajes de la naturaleza efervescente, que nos llegan flotando en las aguas de esta creciente en progresión.
Mes de bandadas de
loros, pihuichos, guacamayos. Y también de sui suis, picaflores y
golondrinas que alegran el amanecer.
TUYUYO, ave integrante de la biodiversidad amazónica. |
Mes de madrigales este marzo que se va.
Madrigales
que cantan las aves al paso de las nubes y que entonan las gotas de las
lluvias al caer en las hojas de las amasisas, inclinadas en los bordes de los
ríos.
Dulces
cantos de las golondrinas inspirados en las horas del amanecer y del melodioso
aleteo del picaflor intentando llegar a la flor encendida que parece el sol al
reflejarse en la quieta superficie de las aguas.
1 comentario:
Amenos la Amazonía y cuidemos para las futuras generaciones que vienen y enseñemos a las presentes generaciones que tenemos el privilegio de poder disfrutar de hermosos paisajes y un clima excelente.
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