A veces, la corriente madre de un río
se desplaza por la parte central de su cauce; pero, sucede que, otras veces, y
por la conformación del terreno, esta corriente se pega a uno u otro de los
cantos u orillas. Cuando esto sucede en un estirón, a esa parte se la conoce
como costa brava, pues en dicho
sector suele hacerse más dificultosa la navegación, por cuanto la corriente se
intensifica, lo que puede producir desmoronamientos o caídas del terreno de las
orillas.
Sin embargo, estos sectores suelen
ser los preferidos por las embarcaciones mayores, pues en ellos los cauces son
más profundos y, por lo tanto, hay menos riesgos de vararse, es decir, de
encallar en un banco de arena imprevisto,
sobre todo en la época de vaciante.
Los grandes barcos buscan los cauces más profundos para navegar con seguridad |
Los ribereños que se desplazan en sus
canoas evitan estos lugares pues la corriente les impide el avance cuando
surcan, es decir, cuando van en contra de la corriente; por ello es que buscan
los lugares menos correntosos.
Cuando
las balsas entran a estas costas bravas, si bien aumenta su velocidad de
desplazamiento, sin embargo, requieren de la mayor pericia del balsero en el manejo de los remos de tiro, quien tiene que
hacer delicadas maniobras para no sufrir accidentes.
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